Hay Región de Murcia para todos los paladares en 35.000 hectáreas de viñedos. El turismo enológico en la Región está en auge con sus tintos, rosados y blancos con tres Denominaciones de Origen y certificados por Acevin (Asociación Española de Ciudades del Vino).
Las rutas del vino de la Región de Murcia en Bullas, Jumilla y Yecla son la experiencia ideal para padalear los vinos, sumergirse en la cultura local, admirar paisajes naturales y visitar bodegas y restaurantes.
1. Ruta del Vino de Jumilla
Un gazpacho jumillano o el cabrito frito con ajos maridados con un tinto de Jumilla. La uva monastrell es la más cultivada en la zona y cuenta con Denominación de Origen Protegida. No es la única: en Jumilla también hay garnacha, cencibel o cabernet-sauvignon, entre otras.
La tradición vinícola de Jumilla viene de lejos: los primeros pueblos íberos ya cultivaban la vid, según los descubrimientos arqueológicos. Desde hace unos años, el vino de Jumilla destaca en el panorama internacional.
Descubre las bodegas, restaurantes y paisajes con la Ruta del Vino de Jumilla, un rincón declarado Conjunto Histórico Artístico.
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2. Ruta del Vino de Yecla
Los vinos yeclanos han ido recogiendo reconocimientos y ya ocupa un lugar en los mercados internacionales. Las raíces vitivinícolas se remontan a la tradición fenicia. El municipio cuenta con más de 7.000 hectáreas de viñedos en los que se cultiva un tesoro: la uva Monastrell.
En la Ruta del Vino de Yecla se reúnen más de 30 establecimientos relacionados con la viticultura: bodegas, restaurantes, agencias y alojamientos. Combina tu escapada por Yecla con las fiestas gastronómicas, las catas o los cursos de enología.
Por ejemplo, las Fiestas de diciembre, la visita a la Basílica de la Purísima, el yacimiento romano de Los Torrejones o las pinturas rupestres del mágico Monte Arabí. Come queso fresco frito de cabra, las pelotas (o relleno), los libricos o el pan bendito (dulces).
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3. Ruta del Vino de Bullas
En el casco urbano de Bullas se conservan, total o parcialmente, más de 200 bodegas tradicionales construidas entre los siglos XVIII y XIX.
Para aprovechar todo lo posible la Ruta del Vino de Bullas, te recomendamos que comiences con una visita al Museo del Vino, en el que también se organizan catas. Sigue por el casco antiguo, en torno a la Plaza España, para recorrer la Bullas de 1900 (edificios neoclásicos y modernistas).
Come, tranquilamente, ajoharina o el empedrao (arroz con alubios, pimientos y bacalao). Termina con unas torrijas de Bullas. La siguiente parada puede ser el Salto del Usero, un espacio natural de impresión, o el Valle del Aceniche, entre viñedos.
A finales de septiembre se celebra la Fiesta del Vino de Bullas. El primer domingo de cada mes se orgniza el Mercadillo El Zacatín.
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