La ruinas de la ciudad romana de Valeria son un importante yacimiento romano situado en torno de la Hoz del Río Gritos en la localidad de Valeria, municipio de Las Valeras, provincia de Cuenca, Castilla-La Mancha (España).
Fue fundada en el siglo I a. C. sobre terrenos conquistados en la centuria anterior a los pueblos celtas que habitaban la zona. Los restos que se muestran en la actualidad y las menciones escritas indican que fue un municipium importante, la mayor parte de estos restos han sido visibles desde siempre, en especial el edificio más característico: el ninfeo. Valeria es una de las tres ciudades romanas con las que cuenta la provincia de Cuenca. Fue fundada entre el 93 y 82 aC. y desde entonces siempre ha conservado el topónimo romano que hace referencia a su fundador 'Valerio Flaco'.
Sin duda la gran época de Valeria, en cuanto a su desarrollo urbano, corresponde al siglo I, cuando se acometió la construcción del Foro. El conjunto foral se ubica en el centro del yacimiento y lo integran una serie de edificios públicos articulados a distintas alturas en torno a una gran plataforma donde se ubicaba la plaza del Foro y, soterrados en la propia plataforma, se encuentran los Aljibes.
Al norte se localiza el edificio de la Basílica, en el costado oeste el edificio Prebasilical o 'Domus Publica', el edificio de la 'Exedra' (Aula de culto imperial) y el 'Criptopórtico'. Al sur se sitúa una gran escalera monumental de acceso a la plaza y una serie de 'tabernas' (tiendas) y al este se encuentra el edificio emblemático de Valeria, el Ninfeo (fuente monumental) y sus tabernas delanteras. Todo este conjunto se encuentra delimitado por calles.
Los trabajos de excavación se iniciaron en los años 1950, aunque de una manera científica a partir de 1974. Desde ese año, las excavaciones sistemáticas se han centrado sobre todo en el espacio ocupado por el Foro de la ciudad, aunque también se ha excavado en otras zonas donde se ha documentado urbanismo privado.
Valeria se ubica en una lengua caliza entre la hoces del río Gritos y del Zahorra, a una altura de unos mil metros. El Cerro de Santa Catalina es el punto privilegiado para la observación paisajística del entorno que permite contemplar ambas hoces y la unión de las mismas en su extremo sur. Desde el lado este del cerro se muestran los mejores paisajes del entorno del yacimiento.
[Wikipedia]