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La categorización de alojamientos rurales en España

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La categorización en el turismo rural es un problema largamente discutido y una vieja demanda de los profesionales del sector. Ahora más que nunca el tema vuelve a ponerse sobre la mesa tras la constitución de un nuevo sistema de categorías en los alojamientos rurales de Cataluña, el nuevo decreto que ordenará los alojamientos en Castilla y León y la propuesta de la Cámara de Comercio de La Rioja junto con Ascarioja para crear un sistema de clasificación unificado por espigas.

Analizamos y reflexionamos sobre todo ello contando con la colaboración de los principales profesionales implicados:

1. La categorización en España

Lo que mejor define la situación del turismo rural en España son sus cifras. Según la última encuesta de ocupación realizada por el INE (abril de 2012), en España contamos con 15.564 alojamientos rurales (144.786 plazas) y un 17’8% de ocupación.

Al exceso de oferta se añaden otras acepciones que terminan de definir la compleja situación del turismo rural, como la «categorización». La unificación de un sistema de clasificación de la calidad para los alojamientos es una demanda histórica del sector. La regulación legislativa de turismo rural español corresponde a cada una de las 17 autonomías, lo que en palabras de Javier Tejera (reponsable de Ecotumismo) se traduce en «un contexto caracterizado por una enfermiza atomización«: 17 normativas que dan lugar a más de 60 tipologías diferentes para la comercialización del producto. En Francia, donde se han fijado la mayoría de expertos, cuentan con 5 tipologías de alojamientos que agrupan sus cerca de 56.000 alojamientos rurales.

En 2004 había 27 tipologías de establecimientos rurales (casona, masía, casa de aldea, caserío, casa rural, hotel rural). Hoy nos encontramos más de 60 tipologías. Ya en 2009 Andalucía contaba con 17 tipos de alojamientos, Galicia con 10 y Castilla-La Mancha con 9. En cambio, Navarra y La Rioja tan sólo disponían de una tipología. Ante esta situación cabe preguntarse si es posible una categorización única que deje espacio para la riqueza arquitectónica y cultural de cada territorio. Como veremos, expertos del sector tienen una visión confrontada de la posibilidad.

En cuanto a asociaciones de turismo rural, España cuenta con 264 diferentes, sin un canal vertebrador que las comunique para formar un diálogo cohesionado que fortalezca el tejido asociativo. Sólo en Asturias existen 48 asociaciones de turismo rural. Según el estudio practicado por ASETUR y MITyC en 2005, la media nacional es de una asociación por cada 37 casas rurales. A pesar de las grandes cifras, la asociación de ámbito estatal ASETUR lleva años trabajando para conseguir un sistema homogéneo de clasificación de los alojamientos rurales por «espigas». A la situación se añade la joven legislación turística española. La primera normativa autonómica al respecto aparece en Cataluña en el año 1983. La última, la de Madrid en 2005.

Espigas, aceitunas, estrellas, trisqueles…

¿Y cuáles son los principales sistemas de categorización en España? Sin un acuerdo a nivel nacional, las categorías de los alojamientos de cada comunidad siguen criterios de valoración distintos.

  • En Cataluña las «espigas«.
  • En Madrid se utilizan las «Hojas de roble«.
  • En Extremadura las «encinas«.
  • En Andalucía, la RAAR (Red Andaluza de Alojamientos Rurales) lanzó una de las primeras iniciativas para categorizar los niveles de calidad, para lo cual se elegió la «aceituna» como símbolo que lo representara.
  • En Asturias conviven las «estrellas» para hoteles rurales y los «trisqueles» para Casas de Aldea.
  • Como propuesta oficial nacional ha destacado, con mayor o menor éxito, el distintivo de «Q de Calidad» del ICTE (Instituto para la Calidad Turística Española).

Incluso para los apartamentos rurales sueles utilizarse las «llaves«. Para la mayor parte de profesionales del sector que demandan la unificación de un sistema de categorización de la calidad, revertir esta situación supondría una significativa mejora para el sector, tanto para propietarios como para los viajeros y la Administración:

  • Claridad para los clientes a la hora de confrontar sus necesidades con las expectativas del alojamiento.
  • Mejora de la comercialización del producto y aumento de la competitividad en el mercado internacional.
  • Simplificación en la aplicación de la normativa dispersa por parte de la Administración.
  • Incentivo de mejora de la gestión y la calidad de los alojamientos rurales, un estímulo para la excelencia bajo criterios reconocidos.

Con todo, la situación actual va tomando diferentes caminos, cada uno de los cuales parece ser una solución adecuada para la comunidad que la aplica, con algunos visos de unidad en cuanto a la utilización de las espigas. Sin embargo, a pesar de proyectar un mismo símbolo, los criterios de calidad no parecen homogéneos.

En este sentido destacan tres proyectos que trabajan en la categorización de los alojamientos de sus territorios: el proyecto de decreto de Castilla y León (estrellas), la propuesta de categorización por espigas de la Asociación de casas rurales de La Rioja y el nuevo sistema de categorización por espigas de los alojamientos rurales de Cataluña, fruto de la colaboración entre Turisme de la Generalitat de Catalunya y las asociaciones CONCATUR y TURALCAT.

Categorización, diferencias de criterios

Los tres principales movimientos que se están dado en materia de categorización de turismo rural en España presentan algunos nexos de unión, como la concepción de las espigas como símbolo identificativo, pero divergen en cuanto a los criterios utilizados para valorar la calidad del alojamiento. Todavía sin acuerdo a nivel nacional, las mejoras en la categorización del turismo rural español se producen a nivel autonómico.

El nuevo decreto de ley que ordenará los alojamientos de turismo rural de Castilla y León sustituirá la antigua legislación, el Decreto 84/1995 de 11 de mayo. La comunidad castellano-leonesa es líder del sector en número de pernoctaciones y obtiene del turismo rural una fuente de ingresos creciente. Como en el caso de Cataluña, la decisión se ha tomado con la colaboración conjunta de la administración pública y las asociaciones y empresas privadas. En julio de 2011 se constituyó el grupo de trabajo con responsables de la Consejería de Cultura y Turismo, representantes de ACALTUR y de la Federación Castellano y Leonesa de Empresarios de Hostelería.

El sistema de categorización propuesto por el proyecto de nuevo decreto de Castilla y León valorará mediante diez parámetros la categoría de los hoteles y posadas rurales, mientras que utilizará siete para las casas rurales. Un de estas tres tipologías también es novedosa: la figura de «hotel rural» sustituirá a la de los «centros de turismo rural» (CTR), lo que obligará a los propietarios de estos últimos a readaptarse en un periodo máximo de seis meses. En cuanto a las casas rurales «el número máximo de plazas que puede ofrecer es de 10 a 16» y no se abrirán nuevas en régimen de alojamiento compartido. Los alojamientos quedarán clasificados mediante cinco categorías por «estrellas».

A diferencia de la propuesta de Castilla y León, el nuevo sistema de categorización de Cataluña es de carácter voluntario para los propietarios de casas rurales y el símbolo que se utiliza son las espigas. No obstante, a pesar del símbolo, los criterios para valorar la calidad de 1 a 5 espigas son diferentes de la propuesta de ASETUR. El nuevo sistema fue presentado el pasado febrero. Por el momento son 498 los alojamientos rurales que se han adherido a la propuesta: 33 de ellos tienen la categoría básica (1 espiga), 190 alojamientos pertenecen a la categoría Confort (2 espigas), 231 forman parte de la categoría Gran Confort (3 espigas) y 44 alojamientos han adquirido la categoría Superior (4 espigas). Ninguno todavía ha asimilado la excelencia, la categoría Singular (5 espigas). Los profesionales del sector comunicaron la propuesta como un paso hacia la «profesionalización» durante el acto de presentación.

2. La opinión de los profesionales

Hemos querido conocer de primera mano la opinión de los profesionales del sector, especialmente los que toman parte en las nuevas políticas de categorización.

ASETUR, una lucha contra más de 17 normativas

Entrega de las espigas de ASETUR.
Entrega de las espigas de ASETUR

En el año 2006, ASETUR (Asociación Española de Turismo Rural) inicia un proceso de reflexión y análisis sobre «las dificultades que supone tanto para clientes como para nuestros intermediarios turísticos la existencia de 17 normativas autonómicas que dan origen a más de 60 tipologías para la comercialización de nuestro producto». Ventura García, corresponsable del proyecto, nos explica cuál es el objetivo de la asociación y en qué punto se encuentra el proyecto de categorización por espigas.

Después de un intenso debate, en Pozondón (Teruel) «se acuerda poner en marcha un sistema de clasificación con ámbito nacional en el que se tendrán en cuenta las siguientes premisas:

  • El símbolo será la espiga.
  • El número de niveles será de cinco.
  • Los alojamientos se dividirán en ‘alquiler completo’ y ‘alquiler por habitaciones’.
  • Las plantillas serán equiparables a las utilizadas en Gîte de France.

Tras un periodo de implantación del plan piloto, ASETUR consigue la clasificación por espigas (marca que registra oficialmente) de los primeros alojamientos. Ventura asegura que «este proyecto no viene a sustituir a ningún sistema de calidad de los que ya están implantados. Sólo trata de facilitar la comprensión por parte de los usuarios del nivel de equipamiento y servicios con que se encontrará según el número de espigas que tenga otorgadas».

Actualmente ASETUR cuenta con cerca de 1.000 alojamientos rurales categorizados y unos 200 han sido revisados nuevamente tras los 3 primeros años de su primera auditoría. Sin embargo, el camino no ha sido fácil. «A lo largo de este tiempo han sido muchas las vicisitudes por las que hemos pasado: lo más destacado es la diferencia de opinión de las autoridades autonómicas sobre el mismo tema. Un apoyo incondicional de unas, la indiferencia o el plagio de otras y el empeño de obstaculizarlo por parte de alguna», se lamenta Ventura.

Con un esfuerzo de colaboración que muchos creen que beneficiaría enormemente al sector, Ventura sitúa las causas de la obstaculización del proyecto en una visión cortoplacista de algunas autoridades. «En mi opinión, esto no es más que el reflejo de la cortísima altura de miras que tienen las administraciones autonómicas, que con ello nos están hacien un daño enorme, y de la poca cohesión del tejido asociativo a la hora de reivindicar sus necesidades».

Finalmente, Ventura nos explica en qué situación se encuentra el proyecto: «está en una fase de evolución, tanto en su implantación como en lo que atañe a la campaña de sensibilización hacia las administración. Así podrán entender que sólo un proyecto ‘nacional’ y con vocación europea servirán para poner en marcha un proyecto tanto de promoción como de comercialización, especialmente en el mercado internacional».

AUTURAL: «la diversidad afecta a clientes y a propietarios»

Francisco Parra, presidente de AUTURAL (la Asociación de Profesionales de Turismo Rural), percibe de manera negativa las consecuencias de la diversidad de categorización en nuestro país.

«El cliente se encuentra con el hecho de que buscando alojamiento rural de calidad le sale a su encuentro una oferta variopinta de alojamientos que no sabe cómo diferenciar. Creo que debemos trabajar para preservar la identidad rural de un tipo de oferta muy valorada y demandada, pero que en muchos casos está confusamente entremezclada con otra oferta turística diferente».Pero la situación no sólo afecta a los viajeros. F. Parra nos confiesa que «los propietarios sufrimos las consecuencias y no dejamos de pedir a las administraciones que se pongan de acuerdo para unificar criterios, pero parece ser que esto no es algo que se considere prioritario. A la hora de promocionar el turismo rural en el extranjero, por ejemplo, estamos completamente fuera de juego».

Además, al margen de la situación del sistema de categorización, Francisco Parra señala otros elementos que deberían mejorar en el sector: «El sector del turismo rural es joven y tenemos las dificultades propias de la juventud:

  • completar la oferta alojativa con actividades complementarias,
  • crear cauces de cooperación con oferta local (como la restauración y la artesanía),
  • profesionalizar los modelos asociativos hasta ahora dependientes de las subvenciones,
  • mejorar nuestras habilidades profesionales,
  • ver el mundo desde una perspectiva más amplia».
Francisco Parra, presidente de AUTURAL.
Francisco Parra, presidente de AUTURAL

Hace mención a otro problema al que se enfrenta el turismo rural español: «la ilegalidad es un problema para nosotros, pero está en manos de Hacienda y de las administraciones».

F. Parra no duda de que es posible un sistema de clasificación eficaz para todos y que conserve las característicadas de cada territorio. «Es posible, necesario y enriquecedor: el nombre de un determinado tipo de alojamiento viene de la tradición popular y supone un valor añadido a la hora de presentar la oferta». La solución que propone AUTURAL pasa por la «armonización de las diferentes normativas y derivado de ella una clasificación de la oferta con el respaldo de la Administración. Hoy ya existen en el mercado numerosas clasificaciones privadas, pero responden a los intereses y objetivos de entidades privadas. Diferentes normativas, clasificaciones, confusión general para el viajero y caldo de cultivo para la oferta no homologada».

Turismo de La Rioja: «debemos liderar la categorización del turismo rural en Europa»

También hemos querido conocer las reacciones que ha provocado en la Consejería de Educación, Cultura y Turismo de La Rioja la propuesta de introducir el sistema de espigas en el sector por parte de la Cámara de Comercio Riojana y ASCARIOJA. Lo hacemos a través de Mónica Figuerola, directora general de Turismo de La Rioja.

Frente a este proyecto, la postura de La Rioja Turismo es de «apoyo total, la Dirección General de Turismo de La Rioja ha participado en el proceso de implantación, así como en la comunicación y difusión del mismo». La percepción de Mónica Figuerola coincide con el sentir de la mayoría de profesionales del turismo rural: «el sector adolece de una fuerte atomización, dispersión y diversidad, lo que dificulta la homegeneización de los servicios y confunde a veces al turista».

M. Figuerola cree firmemente que «disponer de un sistema nacional único ayudaría a mejorar la imagen del sector y facilitaría la comercialización y la promoción de los establecimientos, potenciando la imagen de marca del turismo rural en España». De nuevo, una categorización dispersa anula las campañas de promoción internacional y oscurece la información y las expectativas de los viajeros nacionales.

Mónica Figuerola, responsable de Turismo de La Rioja.
Mónica Figuerola, responsable de Turismo de La Rioja

Finalmente, Mónica Figuerola pone de manifiesto nuestro potencial frente a modelos europeos. «Aunque en países europeos como Francia el sistema de clasificación del turismo rural está mucho más desarrollado que en España, nosotros somos líderes absolutos en turismo así como pioneros y exportadores de know how y expertise turística al mundo». Sin embargo, sí señala qué líneas generales debería seguir el país para mejorar la situación: «creo que debemos liderar el fenómeno de la clasificación o categorización del turismo rural y convertirnos en una mejor práctica en este campo, al menos, a nivel europeo».

ACALTUR: «la espiga evitaría confusiones al viajero nacional e internacional»

Luis Rodríguez, presidente de ACALTUR
Luis Rodríguez, presidente de ACALTUR

La vieja demanda del sector sobre categorización ha sido escuchada en Castilla y León, donde se prepara el nuevo decreto que ordendará los alojamientos rurales en la comunidad. En palabras de Javier Ramírez, director de general de Turismo de la Junta de Castilla y León, «no se trata de cuantos más alojamientos mejor, sino de apostar por que haya un alto nivel de calidad y, además, con esta catalogazión se garantiza al turista el tipo de alojamiento, servicios e instalaciones que se va a encontrar cuando llegue».

El nuevo sistema prevé la desaparición de un 25% de los 3.883 alojamientos de turismo rural de la comunidad debido a la supresión de la figura de CTR (Centro de Turismo Rural) por la de «hotel rural». Para Luis Rodríguez, presidente de ACALTUR (Federación de Alojamientos de Turismo Rural de Castilla y León), «esto va a ser beneficioso para el sector ya que en la actualidad hay muchos que no funcionan o que lo hacen en precario, más alguno que está en venta, otros que no se atienden y otros, como el caso de algunos centros de turismo rural, que sólo funcionan los fines de semana, lo que no podrán seguir haciendo al pasar a ser hoteles rurales».

ACALTUR, que ha formado parte del grupo de trabajo constituido en julio de 2011 para la elaboración de la nueva legislación, discrepa en algunos puntos, como la elección de las «estrellas» por el de las «espigas». En opinión de Luis Rodríguez, «las asociaciones de turismo rural pusieron hace tiempo en valor la necesidada de homogeneizar a nivel nacional no sólo las tipologías de alojamientos de turismo rural, sino también una clasificación en cinco niveles, y buscar un símbolo que las identificara». Desde ACALTUR se muestran de acuerdo en que deberá haber cinco categorías según las características de cada alojamiento, pero «nos gustaría que se debatiese más profundamente si el símbolo ‘estrella’ es el más adecuado».

El razonamiento es el que sigue: «si la simbología está pensada para que el potencial cliente tenga una idea rápida y precisa de las característica del alojamiento, la elección de ‘estrellas’ puede dar lugar a equívoco, ya que de manera inconsciente puede transmitir la idea de unos servicios similares a los de la hotelería convencional. Dado que en los anexos donde se desarrolla la categorización esto no es así, esta figura en vez de aclarar el panorama podría producir el efecto contrario al que se pretende». Porque el turismo rural está plenamente relacionado con el entorno y la naturaleza «el símbolo debería evocar ese aspecto». Además, la espiga «permitiría homogeneizar nuestra oferta con la de Francia o Bélgica, una ventaja para la comercialización de Castilla y León en dos países emisores».

Sin embargo no toda la argumentación se basa en la internacionalización de la oferta. «El proyecto de categorización en cinco niveles está pensado para orientar al cliente tanto nacional como internacional». En opinión de Luis Rodríguez «ASETUR lleva trabajando desde hace muchos años en este tema y ha sido el origen de clasificar los alojamientos independientemente de la tipología que le reconozca cada autonomía. Se ha trabajado mucho desde ASETUR para unificar la clasificación a nivel nacional y en esta tarea Castilla y León se ha volcado». L. Rodríguez concluye que «en la actualidad son más de 750 los alojamientos clasificados a nivel nacional, entre los que más de 200 son de Castilla y León».

TURALCAT: «se puede trabajar de forma consensuada en acuerdos de equiparación»

Montserrat Coberó, de TURALCAT.
Montserrat Coberó, de TURALCAT.

En el mismo sentido, el análisis en Cataluña sobre el símbolo que debía identificar las categorías de los alojamientos rurales «fue fruto de debate y se acordó por decisión unánime que debían ser espigas por sus características intrínsecas» y que la adhesión debía ser voluntaria. Tal y como asegura Montse Coberó, de TURALCAT (Confederació del Turisme Rural i l’Agroturisme de Catalunya), la espiga «es el cultivo más extendido en el campo catalán, nuestros clientes locales lo consideran un atributo propio del medio rural y tiene un amplio reconocimiento internacional puesto que Gîtes de France identifica desde hace 50 años sus niveles de calidad con espigas».

Aunque la presentación oficial del nuevo sistema de categorización por espigas en Cataluña ha tenido lugar en 2012, el proyecto lleva años trabajándose. Montse Coberó nos detalla las fases:

  • «En diciembre de 2010 se hizo entrega de las categorías al primer centenar de alojamientos que habían conseguido categorizarse dentro de esa anualidad.
  • A lo largo de 2011 continuaron los procesos de categorización y el 15 de diciembre se hizo entrega de las categorías a unos 400 alojamientos.
  • Durante los primeros meses de 2012 ha continuado trabajándose en acabar de cerrar algunos expedientes de categorización y actualmente hay unos 523 alojamientos rurales catalanes (cerca del 25% de la oferta) categorizados».

Respecto a un sistema unificado a nivel nacional y la preservación de la identidad particular de cada territorio: «Consideramos fundamental para un correcto desarrollo del turismo rural en España que cada territorio diseñe un sistema de categorización adaptado a las características específicas de sus alojamientos rurales, de una gran diversidad en las diferentes áreas geográficas, factor que hace inviable un sistema de categorización homogéneo para todo el estado», defiende Montse Coberó.

Sin embargo, sí proponen una alternativa para consensuar equivalencias entre las categorías de los diversos territorios», explica Montse Coberó. «Una vez se disponga de sistemas de categorización en las diversas zonas que deseen implementarlos, puede trabajarse de forma consensuada para acordar mecanismos de equiparación entre las categorías de los diversos territorios».

Para reforzar este argumento, Montse Coberó señala un ejemplo: «Una demostración de que este tipo de estructuración de los sistemas de categorización es viable es la iniciativa de Eurogîtes que ha establecido un sistema de categorización con dos únicas categorías, dentro de las cuales pueden incluirse los diversos sistemas de categorización de todos los países europeos».

Para la consecución de un proyecto de estas dimensiones ha sido fundamental la colaboración entre las asociaciones y la administración. M. Coberó explica que «desde TURALCAT siempre hemos considerado clave para un correcto desarrollo del turismo y en especial del turismo rural la colaboración entre el sector público y el privado. Un ejemplo de ello es el sistema de categorización, de una gran complejidad, que ha sido diseñado de forma consensuada entre la Dirección General de Turismo y las dos confederaciones de turismo rural de Cataluña». La definición clara de un objetivo común ha sido esencial para conseguirlo. En este caso, «facilitar a los clientes localizar el alojamiento con el nivel de equipamientos y servicios que desean en cada ocasión».

RAAR, «es necesario un acuerdo entre las asociaciones gremiales»

Francisco Javier Cansinos, gerente de la RAAR
Francisco Javier Cansinos, gerente de la RAAR

En Andalucía la RAAR (Red Andaluza de Alojamientos rurales) promueve la categorización por «aceitunas», pero tal y como indica su gerente, Francisco Javier Cansinos, «con ningún apoyo de la Administración». Según el propio Cansinos, en la RAAR fueron los primeros en categorizar por niveles de calidad el turismo rural en España y actualmente un «62% de nuestros alojamientos está clasificado por nuestro propio sistema de calidad» que, como en el caso de Cataluña, es de adhesión voluntaria.

A pesar de la indiferencia de la Administración andaluza, F. J. Cansinos revela que «las normas de clasificación sirvieron como referencia, entre otras cosas, para definir los criterios básicos que deben cumplir las ‘casas rurales’ y las ‘Viviendas Turísticas de Alojamiento Rural’, que fueron introducidos en el texto del articulado del decreto de turismo en el medio rural (decreto 20/2002), normativa que regula el turismo rural en Andalucía».

Como el resto de profesionales, el gerente de la RAAR cree que para asumir un categorización única a nivel nacional «necesitaríamos una única normativa que ampare a toda la oferta de turismo rural nacional, o bien armonizar las existentes para llegar a una categorización homogénea de los requisitos que debe cumplir una oferta para ser considerada de turismo rural». La principal enseñanza que Cansinos extrae de otros países europeos es «que hay organizaciones privadas o publico-privadas que gestionan adecuadamente los sistemas y auditorías de calidad, sin intervención de las administraciones». Para él, la actuación de esas organizaciones «son más baratas, eficientes y cuentan con el reconocimiento de los consumidores de turismo rural. Las etiquetas de calidad existentes han sido promovidas por asociaciones gremiales de turismo rural y su implantación es a nivel nacional», apunta Francisco J. Cansinos.

La solución, resumen Cansinos, pasa por «un acuerdo o fusión entre las asociaciones gremiales existentes (las principales a nivel nacional pero también las regionales, comarcales, etc.) asumiendo una única categorización, idéntica en normas, sistema de auditorías, identidad gráfica y promoción en todos los territorios de este país».

El gerente de la RAAR cree que una normativa única es posible, aunque difícil de alcanzar y señala la causa de tal dificultad en una sentencia: «el excesivo protagonismo político que tienen las CC.AA. y en general la cortedad de miras».

Terminamos con una reflexión. En un sector donde hay exceso de oferta y la crisis afecta las intenciones de los viajeros, simplificar y profesionalizar el sector parece que se imponen más como necesidad que como deseo. Y tú, ¿qué opinas?

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19 comentarios

Sastre Segui 7 de junio de 2012 - 12:11

Homologar espigas para todo el territorio nacional

Responder
Gloria 7 de junio de 2012 - 12:23

Hola yo tengo como categoria en estos momentos pension 2 estrellas,la palabra pension no gusta en absoluto,yo podria acogerme al tema de las espigas?

Responder
Paco 7 de junio de 2012 - 12:29

Me parece una tomadura de pelo lo que pretende hacer la Junta de Castilla y León categorizándonos por Estrellas en lugar de Espigas como les hemos reclamado los proietarios/as. No termino de entender el interés que pueden tener al elegir la Estrella. Da la impresión de que la ley de Turismo Rural va a favorecer más a los hoteles a los alojamientos rurales.

Responder
Maruchi 7 de junio de 2012 - 12:40

No se que estudio es este, pero en el caso de Asturias no estais nada informados. Primero porque Casonas Asturianas no es turismo rural, es una marca del Principado de Asturias, Aldeas lo mismo, otra marca del Principado, en este caso para casas de aldea. En turismo rural están las casas de aldea distinguidas por trisqueles (CA), los hoteles rurales con estrellas (Hr) y los apartamentos rurales distinguidos por llaves (Ar)…. que tendrá que ver Casona y Aldeas que son unas marcas creadas por el Principado, que las dan a quien les da la gana por las cuales los propietarios no pagan un duro, hacen unos folletos que cuestan una pasta gansa y que al final pagamos todos con nuestros impuestos

Responder
Brigitte 7 de junio de 2012 - 13:25

Perdone que escribo en aleman, pero asi para mi es mas facil de explicar que quiero decir.
Seit über 40 Jahren arbeite ich im Tourismus und meiner Erfahrung nach ist es fast unmöglich
ein «Casa Rural» in irgendwelche Kategorien einzuordnen. Durch meine frühere langjährige
Erfahrung als diplomierte «Reiseverkehrskauffrau» hängt der Erfolg eines Etablissements nicht von «estrellas»oder sonstigen Qualitätsmerkmalen ab, im Gegenteil, ein «Casa Rural» zeichnet sich durch sein Ambiente aus und nicht dadurch, daß eine Klimaanlage, oder sonstige komfortablen Dinge vorhanden sind, die meist von sogenannten Experten als notwendig erachtet werden, um eine bessere Kategorie zu erlangen. Auch ein einfacher
eingerichtetes Haus kann in ländlicher Umgebung oftmals mehr den Wünschen der Gäste
entsprechen. Die wichtigsten Kriterien sind aus meiner Sicht:
bestmögliche Sauberkeit , Freundlichkeit des Personals, Gespräche mit den Gästen um
die Besonderheiten der Umgebung näher zu bringen, stets ansprechbar zu sein und vor
allen Dingen dem Gast das Gefühl zu geben, daß man für ihn da ist. Von der Junta wurde
meine Casa Rural in die Kategorie «basica» eingeordnet – meine Gäste, laut zahlreichen
Komentaren in meinem Gästebuch, haben der Casa Belinda 5 «estrellas» verliehen und
ich erfreue mich jedes Jahr an zahlreichen Wiederkommern.

Responder
Pura 7 de junio de 2012 - 15:49

Aquí dejo la traducción en bruto del comentario de Brigitte -traductor de Google-, es horrible pero se entiende bien, porque opino lo mismo.

¿Cómo se calcula el trato, el ambiente de paz y sosiego, la confianza en si mismo que da el lugar? solo son ejemplos. Es decir todo lo que no es material y que al fin y al cabo es lo que diferencia una casa rural de los demás alojamientos.

Catalogar para ayudar al cliente en su búsqueda, pero para que si eso ya lo hacen todos los portales especializados en turismo rural, además con un sin fin de criterios de búsqueda. Eso era útil en tiempos pasados (sería interesante saber cuando se inventó por primera vez poner un cartel en el portal, en tiempos de carruajes supongo), hoy estamos en la era de Internet y el huésped puede ver hasta el mínimo detalle de la casa y evaluaciones de otros viajeros antes de escoger. Considero que está desfasado y obsoleto, en la práctica es una perdida de tiempo y de dinero invertido.

Para augmentar la calidad ??… de eso ya se encargan los huéspedes con sus comentarios, sus deseos, sus exigencias. Hoy en España nadie sobrevive si no da calidad material por lo menos y calidad en el trato también.

Pensemos a quien le beneficia realmente.

A las consultoras y demás técnicos del Estado ?? … bueno eso lo puedo entender pero a mi, en tanto que propietario, ¿de que me sirve si no lo necesitan mis huéspedes?

No olvidemos que lo rural es diversidad y peculiaridad, eso es lo que hace que nuestros huéspedes vengan a las casas rurales y no vayan a los hoteles con x estrellas. Un hotel tres estrellas tendrá baño en la habitación pero las estrellas no dicen si las toallas son suaves y huelen bien, ni si los azulejos datan de Franco ¿verdad? Todos queremos saber esas cosas y con Internet se puede saber, con las clasificaciones no.

¡Menos cauces y trabas y más imaginación! ¿Porque no se invierte dinero en impedir los intrusos del sector? Señores expertos eso sí sería útil para sanear el turismo rural y trabajo tendrían para años.

Definitivamente estoy en contra.

Responder
Pura 7 de junio de 2012 - 15:51

Perdón, aquí va la traducción de Google del texto de Brigitte:

Por más de 40 años he trabajado en turismo y en mi experiencia es casi imposible
una «Casa Rural» encajan en ninguna categoría. A través de mis muchos años antes
La experiencia como un «agente de viajes» certificado, el éxito de un establecimiento no depende de «Estrellas» u otra cualidad, por el contrario, una «Casa Rural» se distingue por su ambiente y no el hecho de que un acondicionador de aire o de otras cosas cómodas están presentes, que se considera generalmente de los llamados expertos que sean necesarias para obtener una mejor categoría. Incluso un sencillo
casa amueblada en el medio rural puede ser más a los deseos de los huéspedes
. partido Los criterios más importantes son, en mi opinión:
una limpieza óptima, la amabilidad del personal, las conversaciones con los clientes en
las características específicas del entorno para llevar más cerca de estar siempre accesible y por encima de
al ser todas las cosas a los huéspedes la sensación de que estás ahí para él. Fue apoyado por la Junta
mi Casa Rural en la categoría «Básica» clasificados – mis invitados, de acuerdo a un número
Komentaren tengo en mi libro de visitas, la Casa Belinda 5 «estrellas» de adjudicación y
Disfruto cada año en Kommern re numerosos.

Responder
angel blasco 7 de junio de 2012 - 16:02

Sobran «casas rurales», sobran categorías, sobran técnicos y sobre todo sobran altos cargos de turismo en comunidades autónomas que nunca estuvieron cencanos ni se alojaron en este tipo de establecimiento y pretenden regularlos. También sobra los que primero registran las «espigas» y luego quieren imponerlas posiblemente para cobrar de ellas. Qué falta? Faltan verdaderos profesionales y promoción exterior que es donde puede estar el mercado.

Responder
Mª FRANCISCA 7 de junio de 2012 - 16:26

ES HORROROSO QUE GASTEMOS TODAS NUESTRAS ENERGÍAS EN DIVIDIRNOS. ¿VAMOS A CAMBIAR NOSOTROS LA TENDENCIA GENERALIZADA DE UN MUNDO GLOBALIZADO?. ¿NADIE LLEGA A TENER AMPLITUD DE MIRAS SUFICIENTES PARA CREER QUE «LA UNIÓN HACE LA FUERZA»?. SIGAMOS ASÍ, CON NUESTRO INDIVIDUALISMO; MIENTRAS LOS PAÍSES DE NUESTRO ALREDEDOR SE FROTAN LAS MANOS PENSANDO: «DIVIDE Y VENCERÁS».

ESTOY A FAVOR DE CATEGORÍAS NACIONALES, PARA TODOS, QUE FACILITEN Y HAGAN SÚPER FÁCIL, A TODOS NUESTROS CLIENTES, (DE LOS QUE VIVIMOS), LA ACCESIBILIDAD Y COMPRENSIÓN DE TODOS LOS ALOJAMIENTOS TURÍSTICOS.

Responder
Susan 7 de junio de 2012 - 18:38

Creo que unificar categorías es positivo. Ademas ayudaría a distinguir entre casas «legales» y las que no lo son.
Las categorías no «hacen» la casa pero si hasta los restaurantes las tienen por que no el sector rural.

Responder
RODRIGO MARTIN (@NAVALUENGA) 7 de junio de 2012 - 21:29

En primer lugar debemos plantearnos que la falta de unión no nos lleva a la diversidad sino a la desigualdad.

Las necesidades que tenemos para la captación de los turistas/viajeros extranjeros en el sector del turismo rural, nos obliga a categorizarnos de una manera que sea facilmente distingible para esos viajeros, no exactamente para los «expertos viajeros» que ya nos visitan, sino para los nuevos que esperamos decidan elegirnos como alternativa al turismo de playa puro y duro. Pero este viajero no habitual de «lo rural o interior», NO entiende de espigas, algarrobas, encinas, bellotas o lo que más bonito nos parezca a nosotros, entiende de estrellas (a parte de los comentarios de internet que también son decisivos).

Es hora de profesionalizar la comercialización apostando fuerte por el exterior, es hora de exportar nuestro turismo de interior, es hora de conseguir vender un solo producto llamado «España».

Responder
BEGOÑA MARTIN 7 de junio de 2012 - 22:31

Absolutamente de acuerdo con el comentario de Brigitte,a mi como propietaria me ha costado muchisimo conseguir mis clientes repetidores,y no será mi casa la más lujosa(que es lo que parece que pretenden las autoridades de castilla y leon) pero si unade las más acojedoras, por EL ENTORNO LA GASTRONOMIA Y EL TRATO.En nuestra comarca esto se mira muchisimo y a mis clientes les gusta volver porque precisamente no se les exige, que se comporten como si fuera un hotel.Cada casa tiene su «alma» eso nos diferencia de los hoteles.¿No será que los grandes hoteleros ven un peligro en los alojamientos rurales?Tienen razón cuado se dice que de todo esto, salenganando los consultores y auditorias.

Responder
RIOJARA 8 de junio de 2012 - 07:44

Estoy con Mª Francisca, Categorías Nacionales, pero para eso haría falta que volvieramos al estado central y disolver las autonomías. ¿quién le quita a los partidos políticos sus «chiringuitos» de poder ?? A parte quizá parte del encanto del turismo rural sea la «diferenciación» del producto por zona geográfica y lo que nos distingue de otras fórmulas de descanso homogéneas en todo el territorio. Profundizar en el conocimiento del cliente y sus demandas en nuestro territorio nos hace más fuertes, más que después diga que ha estado en una casa de 1,2,3 o 5 mil espigas, brevas o castañas. Por último ¿cuanto tiempo y dinero costaría la creación de un único sistema? Pensar que la clasificación de los hoteles es trasladable al turismo rural no es realista. Salud y muchas reservas!

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Esperanza Campo 8 de junio de 2012 - 09:07

Tengo dos alojamientos ,clasificados por espigas -3 cuando mis clientes se han habituado a las espigas un poco un símbolo de lo rural ,que nos ha costado mucho explicarlo, ahora nos lo vuelven a cambiar,tenemos que volver a hacer otra auditoria ,¿no sera mejor ponernos de acuerdo y poner todos espigas ?que los franceses también las tienen para su turismo rural , y cuando reservan se sienten mas seguros porque conocen la calidad, estoy totalmente de acuerdo con Maria Francisca ,no entremos en peleas internas , no nos llevan a ningún sitio bueno.

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MªJesus Gonzalez 9 de junio de 2012 - 01:19

me parece bien categorizar las casa, eso facilita mucho al cliente,mi casa tiene 3 espigas fui de la primera promocion ( fase esperimental) creo que llevo ya 5 años

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Fernando 11 de junio de 2012 - 09:57

Y que cansado estoy de que gente y gente intente vivir a mi costa… asociaciones, guias, portales, etc… que se sigan peleando entre los señores de las fotos de ahi arriba por ser uno de ellos el que viva a costa de todos los establecimientos españoles de los demas… SOLO mis clientes, me ponen mi categoría… nadie más… si haces caso y te afilias a todas las asociaciones que te «ayudaran» en tu día a día… acabas trabajando para ellos, y no es lo mismo ir a congresos y pedir suvbenciones, que tener a extraños en tu casa y que se sientan como amigos, limpiar sus inodoros, hacer sus camas, madrugar para ellos, y un largo etc…… por favor, en este pais faltan mas trabajadores y sobran muchos espabilados que con la bandera de la unión entre curritos del sector…terminan viviendo a tu costa. NO ME DES CATEGORIAS… DAME CLIENTES y yo me ganaré la categoría.

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mateo 11 de junio de 2012 - 15:44

el imponer las espigas es como imponer , una lengua , porque no jamones o botellas de vino o sencillamente porque dejarnos de historias que se inventan para montar chiringuitos, ni las olivas ni las espigas ni las hojas ni los anillos sirven para aumentar la ocupacion si lo importante es unir el sector para salvarlo y encontrar entre todos una equivalencia con los hoteles y desde luego no puede ser otra que las estrellas .
en cualquier caso 17 normativas que seguiran existiendo , asociaciones antidemocraticas que no representa a nadie , y que se centran en lo fundamental la crisis del sector , crisi profunda que provoca como alguien decia , cierres , algunas que solo abren algun fin de semana y los pueblos muriendose con ellas , no querias pp, pues tomad dos tazas RESISTIREMOS1

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teteba 6 de julio de 2019 - 13:34

Alguien dijo que sobran casas rurales. Pues llevo dos días buscando una casa rural en la costa asturiana que acepte mascotas y está todo ocupado. Que alguien me diga donde está las que, supuestamente, sobran.

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Francis Fantasma 18 de febrero de 2022 - 12:15

Sí a todo

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