Nuestra cultura viajera se ha vuelto más visual que nunca porque jamás hemos tenido tanto acceso a tantas imágenes, ni para crearlas ni para consumirlas. Antes volvíamos de un viaje y revelabamos dos carretes de nuestra antigua máquina de fotos, unas 70 fotos. Ahora podríamos volver de una escapada con más de 500 fotografías, aunque solo seleccionaremos unas 10 para compartir en nuestras redes sociales.
La red social de más éxito en la actualidad es Instagram, dedicada exclusivamente a compartir fotos entre sus usuarios. En 2017, Instagram tenía 700 millones de usuarios en el mundo, de los cuales 13 millones solo en España (casi 4 millones más que en 2016), según datos del informe de la consultora The Social Media Family.
Instagram es tendencia en el sector turístico. Destinos, hoteles y restaurantes no quieren perderse su potencial y han creado espacios diseñados exclusivamente para que sus clientes se fotografíen y lo compartan en Instagram. Se trata de un potencial que las casas rurales tampoco deberían perderse.
La periodista Lindsey Tramuta, que suele publicar reseñas de hoteles y restaurantes en el New York Times, declaró a Quartz que «[hoteles y restaurantes] están usando elementos como la luz natural, espejos, azulejos o mesas rústicas para estimular los selfies y las publicaciones. Y no son solo las propiedades más nuevas las que se suman a esta tendencia. Los hoteles clásicos e históricos también sienten la presión».
La cadena de hoteles W Hotels se dio cuenta del potencial de Instagram para la publicidad y para participar en la conversación de sus clientes a través de sus recuerdos compartidos. Decidieron crear su logotipo en grades dimensiones (dos metros) y colocarlo para que los huéspedes se hiceran algún selfie. Acertaron.
No solo los hoteles y los restaurantes. Los destinos también conocen el potencial de Instagram y han creado espacios-momento para que se les fotografíe. Aquí tenéis tres ejemplos: el juego de palabras de Amsterdam, el símbolo ecoturístico de Vitoria-Gasteiz y el gigante marco de Dubai (Dubai frame):
Cómo crear un espacio instagramable en una casa rural
Los ejemplos anteriores pueden serviros de inspiración. Pero acertaréis más si dedicáis algún tiempo a pensar cómo crear un espacio digital y qué rincón suelen escoger vuestros huéspedes para fotografiarse.
Un espacio «instagramable» es una combinación de elementos como la escala, el tamaño, la simetría, la textura y el color. Estos espacios llaman la atención (por bonitos, por enormes, por románticos o cómicos) y están bien iluminados, además de que suele aparecer el logo del alojamiento. Parecen espacios destinados a convertirse en puntos de referencia digital.
Se trata de una estrategia eficaz que requiere un mínimo de inversión inicial. Sin embargo, el mantenimiento es mínimo y los resultados pueden ser inmediatos, como quien compra un perfume en el Corte Inglés y pasea la bolsa con el logo repetido cien veces hasta su casa. Solo que el impacto en Instagram es mayor que en tu ciudad.
Las casas rurales el Paraíso de Brovales, el alojamiento Can Casi o Mar de la Carrasca, por ejemplo, ya se han sumado al mundo Instagram.
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