Molino de la Cruz

Propietaria con nula empatía. Una pena

Fernando Ruiz

No he visto menos empatía. Tuvimos que dejar la casa, familias con niños, a las cinco de la tarde con 37 grados que caían. ¿No es posible ampliar un par de horas la salida en esas condiciones? Se lo solicitamos, pero no. Con 37 grados, recogiendo con sudores cayendo y diciéndole a los niños que fuera de la piscina con el calor que hacía. Increíble. Algunas almohadas eran muy altas (además, de matrimonio, no separadas) y dos personas del grupo duermen mal con almohadas altas. Le pedimos amablemente si disponía de alguna almohada más, y nos contestó que en 22 años de servicios, nadie se había quejado de las almohadas. Sin comentarios. Además, no tuvimos wifi en todo el finde. Ya desde el mismo viernes no había. Nos dijo que probáramos a ver si quedaba algo de unos bonos qué compra. Cuando le dijimos que no había wifi, nos contestó que no podía comprar bonos de conexión porque estaba de fiesta el pueblo. ¡Es que tenía que haberse preocupado antes de que hubiera! En fin. Un poco desastre. Valorar la casa con estos "detalles" y "empatía" ni procede. Ah, y la dueña duerme justo al lado. Querrá tener controlados a los hospedados/as.

Fin de semana de desconexión

Susana Rodríguez

La casa y el entorno es una maravilla. Alejado de la población, el único ruido que se escucha es el río y gallinas a lo lejos. Hemos pasado un fin de semana muy agradable, con ganas de volver.

Un fin de semana de relax en conexión con la naturaleza

Desiree

Es una casa que tiene tanto encanto por dentro como por fuera con todo lo que le rodea , está muy bien camuflada dentro de la naturaleza y la energía que transmite hace recargar las pilas de la vida estresante que llevamos. Es ideal para ir en familia, es una casa con encanto, limpia y acogedora , no le falta detalle para hacerte esos días más cómodos. La anfitrióna Mari Carmen es atenta, y cercana. Hemo estado tres familias con niños y todo opinamos igual, incluso nos planteamos volver.

Encantador para conectar con la naturaleza

Nuria

Estuvimos en Mayo 2 familias con 2 niños cada una. La casa está genial y muy limpia, además de fresquita aunque fuera hacía calor de 30º. Pero lo que más nos ha gustado es la amplia extensión de jardín en la que a estas temperaturas puedes disfrutar durante todo el día y la noche. Los niños han disfrutado muchísimo en el río colindante al que se accede bajando una escalerita de piedra y en la piscina. La atención de Maricarmen ha sido excepcional en todo momento.