La Rostissería Olé abrió sus puertas en 1988 y es un lugar muy frecuentado por veraneantes gracias a su gran terraza.
Su carta está repleta de productos frescos y naturales, pero se especializan en carnes a la brasa que cocinan en su fuego de leña. Entre éstas destacan el pollo, la codorniz o la espalda de cordero.