Hace años que conocemos el Descansillo de Escalera y es el alojamiento que escogemos siempre que visitamos el Alto Tajo.
El hotelito tiene un emplazamiento fabuloso en uno de los pueblos más tranquilos y bonitos de la zona, está muy próximo a atracciones turísticas naturales de visita obligada y se pueden realizar excursiones desde él. Las habitaciones son sencillas, pero cálidas y muy cuidadas.
Además, Carmen, la propietaria, es encantadora, da consejos muy acertados para conocer el Parque Natural y cocina de maravilla, con ingredientes naturales de su propio huerto o de proximidad. El descanso, la tranquilidad y el disfrute de la naturaleza están asegurados, todo un lujo.

El Descansillo es un remanso de paz y un placer para los sentidos. Las vistas son espectaculares (desde la ventana hemos visto anochecer y amanecer sobre el valle, solo hemos oído a los pájaros). Tanto dentro como alrededor de la casa, todo está muy cuidado, el respeto y el cariño por la naturaleza se refleja en todos los detalles. La comida es fresca, muy sana porque se nutre del propio huerto y muy rica porque Carmen es una gran cocinera, además de la mejor guía de la zona. El Descansillo es el punto de partida perfecto para cualquier ruta por el Alto Tajo, uno de los parajes naturales más espectaculares que existen, ¡nunca pensamos que existieran tantas variedades de verde, ni en el campo ni en el agua! Las geo-rutas lo convierten en un libro a cielo abierto.
El pueblo, Escalera, es de los mejor conservados que conocemos.
Estamos deseando volver a disfrutar de el Descansillo.

Ha sido una escapará maravillosa, desconexión total de ruidos extres. En plena naturaleza.
Todo estupendo, Carmen y Chema te hacen sentir en casa. La comida estupenda . Hemos pasado dos días estupendos.
Levantarte por la mañana y desde el corredor de la habitación ver los ciervos correr libres , ha sido maravilloso.
Repetiremos.
Gracias por todo.

Nosotros estuvimos 10 días en el mes de junio y la experiencia ha sido excepcional, volveremos seguro el año próximo. Carmen y Chema son extraordinarios, es increíble todo lo que han hecho y siguen haciendo por la revitalización de la zona. Carmen cocina de maravilla y todo muy sano con los productos ecológicos del huerto que cultiva Chema. Hemos disfrutado con los desayunos (café 100% arábiga) y las cenas. Las habitaciones son muy acogedoras, con salida a un porche con vistas al sabinar. Al atardecer puedes disfrutar de un relax total, mientras van apareciendo los corzos que vienen a pastar a los prados próximos.
Hay disponibles planos y libros sobre todas las excursiones a hacer y además, Carmen y Chema te informan muy bien de todo.
Nosotros somos geólogos y hemos hecho itinerarios muy interesantes y como aún nos quedan cosas pendientes, ya está decidido que volveremos, esta vez ya sabiendo lo bien que vamos a estar en El Descansillo.
Por supuesto, la cama muy cómoda y todo muy limpio.
Alfredo y Concha
(Mallorca)

Leí con atención todas las opiniones antes de decidirme a hacer la reserva, son tan buenas que creí que se trataba de familiares y amigos como a veces sucede, finalmente me interesaba la ubicación y la hice, bueno pues creo que se quedan cortas y mira que son buenas, solo con leer los títulos ya te puedes hacer una idea.

Al margen del entorno del lugar de un pequeño pueblo situado en el Parque Natural del Alto Tajo a una altura de casi 1.200 mt, rodeado de algunos valles, sabinares y algunos chozos en el que reina la tranquilidad con lugares cercanos para visitar como el Barranco de la Hoz y el Salto de Poveda entre otros, mención más que especial para Carmen y Chema, entras como cliente y sales como amigo.

Difícilmente se encuentran tan buenos anfitriones, te guían perfectamente para visitar los mejores lugares, y que decir de la comida, un deleite para el paladar, el sabor de los tomates que ellos mismos cultivan es espectacular, diferente colores y sabores, uufffff que ricos, las mermeladas que ellos mismos elaboran, me lleve 8 y eso que no soy muy de mermeladas.

Así qué seguro que repetiremos, aunque ya conocemos el lugar tan solo por el trato que hemos recibido y la calidad del lugar.

Jaime Salines.

Simplemente corroborar todas las opiniones de otros huéspedes.
El trato de Carmen y Chema, inmejorable. No solo en la atención hotelera, porque además son excelentes guías turísticos. No necesitas ir a ningún punto de información, ya que ellos te nutren y te guían para que puedas ver todos los rincones del Alto Tajo. Las habitaciones cómodas, limpias y accesibles. Mención especial a la cocina. No hay carta para elegir, pero es que no es necesaria. Los platos son variados, ricos, elaborados con ingredientes de primera y el toque fantástico de Carmen. Lugar muy tranquilo y con excelentes vistas.

Viaje con mi pareja en la Semana Santa de 2021 buscando tranquilidad y un lugar para desconectar y encontramos el lugar perfecto. Un pueblo tranquilo que tiene cerca un montón de lugares increíbles que descubrir como el Salto de Poveda o Corduente. Carmen y Chema tienen un trato excepcional con los clientes y son innigualables como personas y como anfitriones, te ayudan a guiarte por el entorno, te explican detalladamente toda la comida que desarrollan, tienen todo muy limpio y ordenado, en resumen, son entreñablemente cercanos.

Bajo mi punto de vista, uno de los sitios para recomendar a todo el mundo, la comida que hace Carmen se merece al menos, una estrella Michelin, y, encima, te lo explica con claridad todos los ingredientes con los que la desarrolla (la mayoría ecológicos).

Volveré seguro.

Buscábamos un sitio estratégico en cuanto a distancia de todo lo que queríamos ver en la zona y no solo fue así , sino que también encontramos un lugar perfecto para desconectar y descansar. Chema y Carmen dos personas muy agradables nos explicaron varias cosas muy interesantes del lugar y el entorno , nos ayudaron a improvisar rutas con sus sugerencias muy acertadas . Nosotros pillamos media pensión y fue un acierto total , estar todo el día de senderismo y saber que al volver nos esperaba algo delicioso creado por las manos de Carmen no tenía precio. Volveré por la zona y volveremos sin duda al descansillo.

Un remanso de paz y salud. Carmen y Chema son los mejores anfitriones del mundo. Se come de 10 y cuidado... los picnics que prepara Carmen enganchan... Te preparan la excursión y te la explican muy detalladamente. Y cuando vuelves de la excursión se respira paz sentado en el balcón de la habitación. Volveremos seguro. Muy recomendable.

Es la primera vez que he hemos ido, pero seguro que repetiremos . No es sólo por el entorno, sino por el trato que nos han dispensado Carmen y Checa,. Todo lo que te pueden ofrecer es poco, desde las rutas a hacer hasta su mejor comida.
Carmen un diez como anfitriona.

Un lugar donde encontrar la paz.
Chema y Carmen son encantadores.
La comida está riquísima. Todo tiene un sabor único.
Carmen hace mermeladas y es inivitable querer llevarselas todas.

Las habitaciones, para mi gusto, son sencillas y no les falta nada. Además en el cuarto de baño tienen jabón ecológico.

Lo recomiendo sin duda ❤️

Estuvimos el fin de semana y fue una experiencia excelente, el entorno muy bonito y si buscas tranquilidad aquí la encuentras, las vistas son una maravilla y las cenas y desayunos estuvieron genial todo buenísimo, y la amabilidad de Carmen excepcional, gracias por todo. Seguro que volveremos,

Lo que creo buscamos la mayoría en las escapadas rurales es situarnos en un entorno atractivo, una casa confortable en lo esencial que no comporta lujos, una posibilidad de comida natural, con especial atención al desayuno, una información fiable y un acercamiento a la naturaleza, a lo que pueden añadirse otros atributos zonales. Y la distancia en tiempo y accesibilidad.
Si, además y aunque no pares mucho en la casa, encuentras anfitriones a tono con esos ideales, el encanto está asegurado: es el caso de Carmen y Chema y su ya clásica obra: El Descansillo, en el Parque del Alto Tajo.

Sitio maravilloso y muy tranquilo,el único sonido el silencio..fabuloso,el entorno es muy bonito mucha vegetación con el contraste de diferentes colores.Carmen y Chema son muy familiares y la comida..buenísima y como en casa

Fin de semana estupendo, lugar para desenganchar de la ciudad y el estrés y disfrutar de la naturaleza y en esta época de los colores del otoño. Carmen y su cocina una maravilla.

Una estancia perfecta para relajarse, deleitarse con la excelente cocina de Carmen y disfrutar de los increíbles rincones del alto Tajo.

Ya desde el camino es lugar es muy bonito, si eliges llegar desde Molina puedes ver gamos saltando por la carretera y si vas por el Barranco de la Hoz disfrutas de un paisaje precioso, río y ermita incluidos. El hotel es un lugar perfecto para descansar y pasear por los caminos alrededor del pueblo, admirando las sabinas y los chozos. Lo mejor, la cocina de Carmen, con sus platos elaborados con mucho amor e ingredientes naturales de su propio huerto. ¡Qué ricas las ensaladas!. Esperamos volver pronto.

los dueños Chema y Carmen son muy hospitalarios. La casa está ubicada en un entorno muy especial rodeado de sabinares. Vistas muy bonitas desde las habitaciones. Está decorada con mucho cariño y resulta muy cálida. Carmen además es una cocinera estupenda.

Hemos estado dos familias 3 noches en este hostal incluyendo la noche de la Nochevieja y la experiencia ha sido buenisima. Carmen y Chema te hacen sentir como en casa y el entorno, el hostal y las comidas han sido excelentes. El sito ideal para desconectar, ver parajes de ensueño y disfrutar de la familia y amigos. Para repetir.

Hemos pasado una nochevieja muy agradable. Estamos muy agradecidos a Carmen y su familia por el trato recibido. Nos hemos sentido como en casa. Su comida difícil de superar y un trato excepcional. Un lugar perfecto para pasar unos días en familia y desconectar. Lugar divertido también para los niños y mascotas. Gracias por todo. Saludos de las familias del casar.

Difícil de mejorar. Hemos disfrutado de un puente de diciembre fantástico. Visitar el alto tajo en invierno es una pasada. Disfrutar de la paz del entorno, del trato hospitalario de carmen y chema, su riquísima cocina casera, sus consejos respecto a posibles excursiones por la zona...En fín... Como decía: difícil de mejorar.

Es una casa sencilla pero muy confortable, el dormitorio espacioso y cuarto de baño también,en medio de la naturaleza. Comida natural, original y buena.
El personal muy amable.

Un lugar acogedor, las atenciones de Carmen amistosas, una cocina familiar y saludable, las atenciones de Carmen amistosas, contagia su amor por el entorno facilita información útil e interesante y su experiencia en la recuperación del pueblo y el entorno. Un lugar perfecto para descansar, en silencio y disfrutar de los paisajes fantásticos del Alto Tajo. Muy recomendable.

Hotel con trato familiar y muy agradable, se entra como cliente y se sale como amigo.
Muy buena cocina, un sitio para descansar y relajarte, entorno precioso y hotel confortable.

Es un lugar donde con amigos o en familia es perfecto para pasar las vacaciones, donde por unos dias agradeces el excluir el mundo tecnologico y poner la naturaleza por delante; la fauna, la gastronomia,los paisajes el divertimento.. Es decir uno dias inolvidables