El cliente se hará cargo de los posibles daños causados por negligencia o mal uso y los costes de su reposición.
A la entrada, se pedirán los datos de una tarjeta de crédito donde cargar los costes de los posibles desperfectos o, si se considerase necesario, una fianza que se devolvería una vez hecho el repaso final de las instalaciones.
Se requiere de los inquilinos un uso responsable de las instalaciones. Ante evidencias de vandalismo o uso imprudente de las mismas, el propietario se reserva el derecho a dar por finalizada la estancia en cualquier momento, debiendo los inquilinos abandonar las instalaciones inmediatamente.
No se podrá exceder la capacidad del alojamiento pactada con el cliente. Y, por supuesto, nunca la capacidad autorizada (10 plazas).
No está permitida la estancia o pernocta de otras personas que no sean las que han alquilado la casa rural salvo autorización expresa del propietario.
Consultad si viajáis con animales de compañía.
No se admiten despedidas de soltero/a.
Los propietarios de la casa rural no se hacen responsables del comportamiento y/o actuaciones de los clientes.
Está prohibido fumar en este establecimiento, de acuerdo a la Ley 42/2010 de 30 de diciembre.
El establecimiento tiene reservado el derecho de admisión.
Existen hojas de reclamación y el inventario completo del alojamiento a disposición de los clientes.