Casa rural Garza Real

Todo estupendo

José Luis Gallo Hernando

El lugar es muy tranquilo. El alojamiento muy limpio. La comida ESTUPENDA (de calidad y de presentación). Las personas que lo llevan son encantadoras. Teresa es una cocinera como la copa de un pino y él es atento, simpático y servicial. Para recomendar a todo el que quiera ir al Valle del Jerte.

mejor imposible

Silvia Fernandez

la verdad es que he estado fenomenal la habitacion preciosa, limpisima y acogedora .la comida de una calidad inmejorable ademas estaba riquisima, para dormir. daba lo mismo el ratito de siesta o la noche porque solo se respira tranquilidad y buena armonia adema es un pueblecito muy tranquilo . Y para el trato de mingo y tere no tengo palabras agradables , simpaticos, siempre pendiente de si estabamos bien no se que mas decir , chapo , en general todo fenomenal si tuviera que poner nota de 1 a 10 yo y mi familia pone 11 un millon de gracias tenemos que volver

Habitación y ambiente sofocantes...

Juan M. López Coronado

No nos hemos sentido nada a gusto en este establecimiento, en el que estuvimos 4 noches en agosto de 2013. Aunque reservamos directamente con ellos (utilizad siempre un intermediario, pues está claro que sólo trabajan de cara a la galería), nos dieron una habitación sofocante (ventanas minúsculas y nula ventilación del baño) e incómoda (sólo utilizable a medias por un abuhardillado excesivo) y sin un armario que mereciera tal nombre (apenas un agujero con cortina). No será por casualidad que esa habitación no aparezca en ninguna foto publicitaria, ni tampoco en la factura o ni siquiera tenga nombre como las demás... Además, a la entrada no funcionaba la tv ni la ducha, ni era posible oscurecer la habitación por falta de cortinas…Desde que manifestamos estas deficiencias notamos malas caras y una tensión evidente. Es como si se creyeran perfectos y las carencias fueran una invención nuestra. El resto de la casa era aceptable en líneas generales, así como el desayuno. Pero el ambiente de la Garza Real resultó ser demasiado artificial, caluroso y agobiante para nuestro gusto, con lo que no volveremos a repetir más la experiencia de alojarnos en ella. Así como tampoco recomendamos a nadie que consuma el menú del restaurante anexo, donde por 23 euros (más el vino, si quieres tomarlo) te imponen día, hora y también menú, que apenas conoces en el momento de sentarte a la mesa y con sólo dos opciones a escoger. ¿Será quizás porque es el único lugar del pueblo donde puedes comer algo…? Ahora sabemos que hay bastantes opciones en el Valle del Jerte muchísimo más equilibradas en calidad y precio. E infinitamente más frescas y relajantes.