Cortijo Catifalarga La Alpujarra

Nada recomendable

Carlos Cárdenas

Lo bueno: + las vistas + la ubicacion + ducha y camas. Ropa baño y camas, bien. Lo malo el resto: - No funcionaba calefaccion. Pasamos frio. La temperatura de noche era 6 grados. Nos quejamos y aun asi no nos la pusieron. Solo nos dejaron 1 estufa de gas que para dormir no servia. - Totalmente desaconsejable para grupos de más de 6 personas. No hay un salon comun. Son estancias independientes. Y el salon más grande es para 6 personas. Eramos 22 personas y los momentos desayuno/comida/cena fue muuuuy incomodo. - Escaso de menaje. La olla tenia fideos pegados de los clientes anteriores. Ver foto. La cafetera daba asco ni siquiera tocarla. Todo viejo y sucio. La cocina vitro es pequeña. La nevera es como la de un hotel, pequeñisima. No hay lavavajillas en ninguna estancia. - Muy carisimo (X euros/fin de semana) teniendo en cuenta la calidad en general de todo..... - Mayoria de estancias sin television - En el jardin comun que hay al lado de la barbacoa solo hay 4 sillas de forja...para 20 personas??... - No es muy apto para niños de menos de 8 años. Hay barranquillos, albercas sin vallar... No hay ningun tipo de columpio o similar. No hay nada acotado excepto la piscina. - Nos dieron una paellera que fue usada el dia de antes, sin fregar...por este motivo le dejamos la basura en bolsas sin llevar al contenedor. Un poco de pataleo. No lo recomiendo en general, pero en abosluto no es para grupos numerosos. No repetiremos

Bonito pero le falta poner mas interes

Ana G

el Cortijo no esta mal, las vistas son muy bonitas y las habitaciones estan bien, pero la verdad es que faltan bastantes cosas, el menaje es muy muy justito y esta pidiendo a gritos una renovacion (la cafetera sin asa, las tapaderas tambien, etc). Ibamos 6 personas pero solo pusieron toallas para 4, y no es fácil localizar a los responsables para resolver este tipo de cosas sobre la marcha. Hay que tener en cuenta que ya no sirven cenas, solo desayunos (y un pelin caro quiza). En definitiva, normal tirando a regular y no resiste la competencia con otros alojamientos rurales en los que hemos estado.