En el término de Cañada del Hoyo, las denominadas torcas (espectaculares depresiones del terreno provocadas por el hundimiento del techo de cavernas) toparon con acuíferos subterráneos que formaron 7 lagunas especialmente protegidas por su riqueza animal y vegetal, y cuya principal característica es un brusco cambio de color (se vuelven del mismo color que la leche desnatada) a finales de agosto, motivado por cambios químicos en ciertos microorganismos durante esa época del año.