Bizkarra se define, ante todo, por tener carácter propio. Es una marca familiar de tercera generación y también toda una familia marcada por una actividad: la panadería y pastelería artesana.
Su afán por innovar les ha llevado a seguir un camino diferenciado sin renunciar a su espíritu netamente artesanal, una receta que les ha permitido hacer crecer la marca y evolucionar durante más de 50 años.