El restaurante Casa do Arco ofrece dos salones con ambientes diferentes, uno al amparo de la piedra natural y el otro para disfrutar de las vistas de la playa.
La casa fue construida en el siglo XV por Dña. Urraca de Moscoso (Condesa de Altamira) y su segundo marido D. Pedro de Osorio. En su escudo de armas lucen la cabeza de lobo de los Moscoso y los roeles de los Castro.
Aquí se pueden comer pescados y mariscos de las costas gallegas, sin olvidar de lo exquisito de la ternera gallega. Todo ello culminado con una buena repostería casera.