Su construcción data del siglo XVII, es un extraordinario edificio en el que confluyen las dos tradiciones arquitectónicas que convivían en aquella época en la zona, la mudéjar, heredera de la tradición islámica, especialmente en su carpintería, y la cristiana presente en los rasgos manieristas en boga en aquellas fechas.
Fue declarada monumento histórico-artístico de carácter nacional en 1983. Su interior es diáfano, con esbeltos pilares que confieren al edificio nobles proporciones, la capilla está abovedada, pero la nave central tiene una magnífica armadura de limabordon con motivos de estrellas de ocho puntas y lazo cuadrado decorando el almizate y las parejas de tirantes, todo perfilado con labor de agramilado. Sus portadas presentan idéntico diseño dentro del sobrio clasicismo del primer barroco; ambas son de cantería y su vano de medio punto se enmarca entre columnas toscanas sobre altos plintos, prolongándose la línea de impostas por detrás de ellas; encima de un entablamento, sobre el que se aprecian huellas de un frontón, se corona con el escudo del obispo Portocarrero.
La portada lateral cegada, se halla prácticamente deshecha y se completa con el escudo del marqués de Villena. Ambos personajes están ligados a la construcción de este magnífico templo.
[Wikipedia]