Una de las opciones más atractivas para comenzar a explorar la región portuguesa del Alto Minho es Ponte de Lima. Esta población del distrito de Viana do Castelo es la villa más antigua de Portugal y está a 50 minutos en coche desde Oporto, con fácil acceso desde Galicia o Zamora.
Hay mucho que ver y que hacer en la pequeña Ponte de Lima. Desde cruzar su puente romano hasta recorrer su casco histórico o perderse en sus numerosos parques y zonas fluviales para descubrir uno de los pueblos con más encanto del norte de Portugal.
Callejear por su casco histórico
Lo primero es ubicarse y nada mejor para ello que comenzar a andar sin rumbo establecido por las callejuelas empedradas de Ponte de Lima. No es necesario mapa porque ellas mismas nos irán guiando hacia los principales puntos de interés del pueblo. El primero de ellos será la torre da Cadeia Velha, una antigua cárcel de la ciudad, de planta rectangular y con simpáticas gárgolas en sus almenas. Subiendo a la torre se obtienen inmejorables vistas del casco antiguo de Ponte de Lima, del río y del paseo fluvial.
Una curiosidad de la torre da Cadeia Velha es que en uno de sus laterales conserva varias placas que indican el alto nivel de crecida del río, cuando las aguas del Lima inundaban la ciudad y dejaban su marca indeleble en la piedra.
Muy cerca otra torre, la de Sao Paulo. Y en la parte posterior, la Igreja Matriz de Ponte de Lima, construida en el s. XV guarda en su interior varios retablos barrocos. No hay que dejar de ver otros monumentos de interés como el Chafariz Nobre do Largo de Camoes, la fuente más famosa de la villa, y un par de iglesias muy apreciadas por los habitantes de Ponte de Lima: la Capela das Pereiras, que además es un excelente mirador; y la Igreja da Nossa Senhora da Guía, situada en la Praça da Guía.
Otra plaza con grandes atractivos es la Praça da República, donde se concentran un jardín botánico, un museo militar y un memorial a los héroes de ultramar.
Aunque los espacios verdes más amplios se aglutinan al otro lado del río, esta parte de la villa también dispone de zonas de paseo como la avenida dos Plátanos, formada por árboles centenarios plantados en 1901. Es un paseo junto al río muy frecuentado por las familias y menos por los turistas, pero que merece la pena recorrer.
El casco histórico de Ponte de Lima se anima durante los fines de semana, pero sobre todo en días de mercado en los que la villa se convierte en un auténtico hervidero: cada 15 días se celebra en sus plazas y en la explanada junto al puente el mercado más antiguo de Portugal.
Buscar estatuas con leyenda
Ponerse a la busca y captura de las estatuas de Ponte de Lima puede suponer todo un reto, porque hay unas cuantas. La más famosa y llamativa es la estatua de Décimo Junio Bruto a caballo, que se ubica en medio del río Lima, al otro lado del puente. Enfrente, un conjunto de soldados petrificados hacen fila aguardando la orden de su superior para cruzar el río.
Este conjunto monumental representa una escena real que sucedió en el año 138 a. C. cuando el general romano y sus soldados, en plena conquista de la Península ibérica, llegaron hasta este punto creyendo estar ante el río Lethes o “río del olvido”. La leyenda decía que quien osara cruzar el Lethes perdería para siempre la memoria, olvidando todos los recuerdos de su vida anterior. Décimo Junio Bruto, dispuesto a demostrar a sus tropas que no sucedería nada por vadear el Limia, lo cruzó y arengó a sus tropas desde la otra orilla para que hicieran lo mismo.
Otra de las estatuas que hay que localizar es la llamada Memórias do Campo, dedicada a los campesinos, que representa a varios hombres y mujeres trabajando la tierra con sus bueyes. El Monumento al Folclore, también próximo al río y a la gran explanada que sirve de aparcamiento público y de escenario para las ferias, conmemora los usos musicales del norte de Portugal.
La estatua de la reina Dona Teresa, situada en una glorieta de entrada a la villa, o la del cardenal Saraiva son dos más de la lista. Pero resulta más divertido encontrar a los dos bovinos que se esconden por las calles de Ponte de Lima: la Vaca das Cordas en el Largo da Picota, junto a la Igreja Matriz; y el Homenaje al Toro. Para encontrar este último te dejamos una pista: tendrás que cruzar el puente romano.
Patinar en el Parque da Vila
Pero antes de atravesar al otro lado del río, hay que coger la bicicleta o los patines y acercarse a uno de los parques urbanos para niños más completos del norte de Portugal. El Parque da Vila es un enorme espacio para disfrutar del ocio y el tiempo libre, con más de 5 hectáreas de zona verde, parque y -¡lo más divertido!- una pista de Pump-Track.
Recuerda llevar casco y protecciones si quieres patinar o recorrer en bici la pista, porque es un requisito obligatorio para niños de cualquier edad.
Cruzar su puente romano
Ahora sí, hay que disponerse a recorrer los 380 metros de largo del puente romano que cruza el río, el monumento más importante de Ponte de Lima. Se construyó en el s. V para unir Astorga con Braga y se reconstruyó en el Medievo, en el s. XIV, para ampliarlo.
En la actualidad es un puente peatonal, una visita imprescindible en Ponte de Lima y un perfecto escenario fotográfico desde el que llevarse las mejores fotos de la villa. Al llegar al otro lado del puente, a la derecha, encontramos la Igreja de Santo Antonio da Torre Velha y la Capela do Anjo da Guarda, otros de los monumentos más característicos de la localidad.
Además, el puente romano de Ponte de Lima es todo un símbolo de unión de las dos orillas para sus habitantes. Separa -o une- la parte más urbana y el casco antiguo de la villa de las principales zonas verdes de la localidad.
Visitar el Museo do Brinquedo Portugués
Llegamos a la parte más lúdica, la que nos espera al otro lado del río Lima en el Museo do Brinquedo o del Juguete, una parada obligatoria con los más pequeños de la casa que disfrutarán a tope. Es una amplia colección de más de dos mil juguetes que se muestran por orden cronológico desde finales del s. XIX hasta 1986.
Los juguetes de este inesperado museo son todo fantasía. Coches en miniatura, trenes, maquetas, barcos y soldaditos de plomo se mezclan con muñecas antiguas, viejos triciclos y juegos hechos en madera. Todos fueron fabricados en Portugal y con su exposición se trata de recopilar una parte de la cultura e historia del país a través del juego tradicional.
Abre de 10:00 a 12:30 y de 14:00 a 18:00 horas de martes a domingo.
Pasear por el parque do Arnado
Junto al museo anterior está el parque do Arnado, un espacio muy cuidado formado por cuatro jardines temáticos que son más para ver y pasear que para pisar. Son el jardín Barroco, el jardín del Renacimiento, donde el agua y los estanques son protagonistas, el jardín románico y el laberinto, inspirado en la leyenda del Minotauro.
Para compensar tanta pulcritud, en el parque do Arnado hay una zona infantil de juegos en la que se puede pisotear la hierba con total tranquilidad.
Explorar su paseo fluvial
Como cualquier población que se encuentra junto al río, Ponte de Lima también tiene un paseo fluvial y una Ecovía o Vía Verde que cuenta con 15 km, que se prolongan hasta 30 en su margen izquierdo, perfectos para hacer en bicicleta o caminando. Llevarse la bici a Ponte de Lima es, por lo visto, una brillante idea.
La Ecovía es un recorrido de escasa dificultad muy bien señalizado que transcurre, sin grandes pendientes, a las orillas del río. Lo recomendable es ir haciendo paradas en algunos puntos de interés como el monumento a la cantante de fado Amália Rodrigues, el conjunto de molinos de Gemieira, el observatorio cercano al río Crasto ( afluente del Lima) o la playa fluvial de la localidad.
Descubrir el Festival Internacional de Jardims
Aunque no es una actividad que se pueda disfrutar en cualquier época del año, el Festival Internacional de Jardims es otra de esas visitas que hay que hacer en Ponte de Lima, por su originalidad y belleza.
Se trata de varios jardines creados bajo una temática que va variando en cada edición bajo la premisa de la creatividad y la búsqueda del equilibrio. Estanques, puentes, molinos de viento y elementos animados suelen formar parte de este universo natural que cada año atrae a miles de visitantes a Ponte de Lima entre mayo y octubre.
Ponte de Lima es perfecta como base para explorar la región portuguesa del Alto Minho, una gran desconocida para el turismo familiar pero con grandes posibilidades para pasar un fin de semana sin aburrirse un minuto: parques naturales, ciudades al borde del río y pueblos tradicionales en los que el tiempo parece haberse detenido.