Molino de la Herrería

Preciosa casa

Ruben

Hemos pasado aquí la semana santa y la verdad que nos lo hemos pasado genial, y sobre todo los niños! La casa, la parcela, la barbacoa, el entorno...tiene todo para disfrutar de unos días en la serranía de Cuenca. Repetiremos seguro!

Fin de semana maravilloso.

Ana Corbar

Estuvimos de pequeña escapada el fin de semana entre amigos y nuestros hijos. La bienvenida Y el trato que nos dieron Tania y José fue muy familiar ,no les falto ni un solo detalle. La casa es muy acogedora cómoda ,bonita,espaciosa, Juegos de mesa, libros para peques.. fueron 3 días de tranquilidad. Tania nada que decir de tus deliciosas magdalenas, casi los mayores ni las probamos.. Gracias por hacernos la estancia tan fácil

Totalmente recomendable

Nico Vives I Riera

Estuvimos alojados en el Molino de la Herrería durante las fiestas de Pascua de 2019, un total de 8 adultos y 5 pequeños. Nada más llegar, un detalle de bienvenida de los propietarios, cosas que sin duda marcan la diferencia. La casa es de estilo rústico, muy bien decorada, un antiguo molino restaurado con mucho gusto y esmero a orillas del río Cabriel, en un entorno precioso, lleno de árboles. En nuestro caso, el tiempo no acompañó demasiado, pero la casa cuenta con una buena zona de barbacoa y espacio de sobra para que puedan jugar los pequeños. Como únicos detalles menores a mejorar, se podría mencionar el extractor de la cocina que, al ser una cocina abierta, debería funcionar mejor. La nevera puede resultar justa. Para la chimenea, sería interesante un protector antiquemaduras para los niños. Pero todos estos aspectos son detalles menores, que no empañan ni mucho menos la calidad y lo acogedor que es el alojamiento. A resaltar que la casa es autosuficiente energéticamente y cuenta con suministro de agua de pozo. En fin, recomendamos totalmente el Molino de la Herrería para pasar unos días en una casa y entorno geniales.

Buen lugar para escapar del estrés

Angelica Manso

Destacar la amabilidad y atención de Tatiana, la propietaria. Cualquier consulta q nos surgía antes del viaje y durante la estancia, respondía al momento. Cuando llegamos, nos esperaba con un detalle de bienvenida de productos de la zona. Además, no nos marcó ninguna hora de llegada ni de salida para el tema de las llaves. En cuanto a la casa, es muy acogedora, limpia y muy cómoda para grupos grandes (dejan llevar perros). Las camas para descansar, Impresionantes! Con almohadas viscoelásticas y colchones nuevos. Mi pareja, es de los q se llevan la almohada de casa a todos los lados y no le hizo falta :) y el entorno donde está es precioso, junto al río, con una parcela enorme. Pena q fuimos en invierno porque además de la barbacoa nos hubieramos dado un chapuzón en la piscina. Por poner una pequeña pega, la escalera de los dormitorios, los escalones un poco más altos de lo normal. Pero como pasas mas tiempo en el salón y en la parcela, tampoco es un gran inconveniente. Y comentar, que no tienen lavavajillas. Tatiana nos lo advirtió antes de venir. La razón es porque la luz de la casa está generada por placas solares. Esperamos volver con mejor tiempo para disfrutar y conocer mas el entorno porque este fin de semana, con 4 grados y un viento siberiano, nos ha dejado recluidos en la casa.