Molino de Louzao

Un paraiso encantador

Daniel Gonzalez Jimenez

Hemos estado 10 dias en el molino y es un lugar paradisiaco. Se duerme con el sonido del agua sin escuchar nada mas. Un lugar encantador para descansar y muy bien situado para visitar galicia. Hemos ido con la perra y ha disfrutado muchisimo. Un lugar recomendable 100% El dueño majisimo y encantador. Realmente ha sido un olacer pasar estas vacaciones en el Molino. A la casita no le falta de nada, esta muy bien equipada.

Ideal para escapar

Beatriz Rodríguez Lorenzo

Hemos pasado las fiestas navideñas en un entorno incomparable. Dormir con el sonido del agua, pasear por verdes prados, leer con el trino de los pájaros como música de fondo, acurrucarse calentitos un día de lluvia, perderse en la belleza de la galicia profunda,... no tiene precio. La casita es pequeña, acogedora, aislada, ideal para escapar del mundanal ruido, con una terraza que no hemos podido disfrutar por el tiempo, pero se presta a la tranquilidad y al sosiego. El dueño y la gente que nos hemos encontrado reflejan el carácter entrañable y hospitalario gallego. Experiencia perfecta que pensamos repetir.

Perfecta para desconectar

Rosa

Casa preciosa en mitad de la naturaleza, perfecta para desconectar. La casa es pequeña pero muy bonita, alejada de la ciudad. El entorno es ideal, perfecto para pasear. La única pega es la limpieza que podría ser bastante mejor. El trato del propietario es muy bueno, tienen una cantina cera donde puedes ir si necesitas algo. En general muy recomendable

Rural no debería significar cutre.

Hector Fernandez Prieto

Nos alojamos ayer en esta casa rural mi mujer, mis dos niños y yo. El entorno, junto a un pequeño río, es sin duda lo mejor que puede ofrecer, todo lo demás deja mucho que desear. La casa tiene una capacidad teórica de 4 plazas, dos en una cama de matrimonio y dos en un sofá cama. A nosotros el sofá cama no nos dio muy buena impresión así que decidimos dormir los 4 en la cama de matrimonio. Por la tarde, estamos a finales de marzo, comenzó a refrescar así que me puse a encender la estufa, y como tiene el cristal de la puerta roto, en un par de minutos se llenó toda la casa de humo. A la hora de cenar decidimos hacer un poco de pasta, pero cuando vimos el cajón de los cubiertos se nos quitaron las ganas y cenamos unos sándwiches. A la mañana siguiente para desayunar, nos dimos cuenta que solo había 3 tazas así que uno de nosotros tubo que útilizar un vaso. A la hora de la ducha también tuvimos problemas pues el agua caliente se acabo después de la segunda ducha ( el agua se calienta con un bombo muy pequeño). En temas de decoración no quiero entrar, pero me gustaría decir, para que os hagáis una idea, de que todo lo que allí había parecía haber salido de una antigua casa del propietario y que estuviese utilizando esta como almacén ( había un árbol de Navidad eléctrico de 1 metro de alto en medio de la casa). Lo segundo que más me gustó, después del entorno,fue el molino, que el huésped puede accionar si lo desea. Hoy estamos alojados en un Parador cercano, de 4 estrllas, y la noche nos cuesta 65 euros (sólo 5 más que en el Molino), y no tiene ni punto de comparación