Los dólmenes más impresionantes de España

Hay un lugar en Málaga que alberga algunos de los monumentos megalíticos más importantes de Europa. En Granada existe un sitio donde se acumulan más de 200 dólmenes. Y así podríamos seguir enumerando lugares, ya que se estima que el número de dólmenes en España supera los 2.000. Y si sumamos los existentes en Portugal, rondarían los 3.000 en toda la península Ibérica.

Existen tantos dispersos por toda la península que es fácil visitar alguno de ellos e incluso tropezar con uno inesperadamente. Hay casos en que los siglos han provocado que las piedras hayan caído al suelo o se haya perdido parte de la estructura, impidiendo admirar su forma original. Pero en muchos otros casos aún podemos ver la estructura casi intacta. Pero empecemos por el principio, explicando qué es un dolmen y qué es un monumento megalítico.

¿Qué es un dolmen y qué es un monumento megalítico?

Empezando por lo básico, un dolmen es un monumento neolítico, construido con dos o más piedras de considerable tamaño, erigidas verticalmente en el suelo, sobre las cuales se colocan otra o más losas en posición horizontal. Estas piedras verticales se conocen como ortostatos . A veces un dolmen es semejante a una habitación o una caseta rudimentaria y enorme hecha de piedras gigantes. Otras veces, contamos con un conjunto mucho más elaborado, con un corredor y una sala principal. La palabra megalítico proviene del griego mega (grande) y lithos (piedra), y se utiliza para describir estos imponentes monumentos prehistóricos de piedra.

Las teorías más aceptadas consideran a los dólmenes como estructuras básicamente funerarias, ya sean individuales o colectivas. Otras teorías sugieren que eran objetos de culto, más relacionados con lo astral que con la muerte. No es raro que en su base se encuentren montones de piedras, conocidas como túmulos, ni que estén rodeados de piedras más pequeñas clavadas en el suelo, formando algo parecido a una barrera, que se conocen como crómlech.

Los dólmenes están presentes en muchos lugares de diversas geografías, aunque son especialmente comunes en la zona atlántica europea. Por esta razón, es normal que en la península Ibérica contemos con unos cuantos dólmenes interesantes que merecen ser visitados.

Dólmenes de Antequera, en Málaga, Patrimonio Mundial de la Unesco

Comenzamos por un conjunto que contiene varias construcciones muy destacadas. El dolmen de Menga en Antequera, con más de 6.000 años de antigüedad, es espectacular por en tamaño. Algunas partes pesan hasta 180 toneladas. Esta estructura está formada principalmente por un corredor y una cámara al final de este, que tiene más de 3 metros de altura. Sin duda un lugar para admirar lo que levantaron nuestros antepasados hace siglos y siglos, y sin muchos medios.

Junto al de Menga, el dolmen de Viera y el tholos de El Romeral componen un grupo de monumentos prehistóricos que hoy son Patrimonio Mundial de la Unesco. Un tholos, por cierto, es una tumba subterránea. Cada uno de ellos se orienta de manera diferente. Por ejemplo, el de Menga está dirigido hacia la elevación conocida como la Peña de los Enamorados, que tiene cierta semejanza con el perfil de una cara.

Dolmen de Dombate, en Cabana de Bergantiños (La Coruña), la catedral del megalitismo gallego

Este lugar es conocido como la catedral del megalitismo gallego y destaca no sólo por la propia construcción, sino también por sus pinturas policromadas y los grabados en su interior, algo inusual en los dólmenes del noroeste de España. En este caso son siete las losas verticales que sostienen una horizontal. Cuenta con un pequeño corredor de acceso y es un ejemplo paradigmático dentro del noroeste peninsular.

Dólmenes de Gorafe, en Granada, la mayor concentración de Europa

De nuevo nos encontramos con un conjunto de dólmenes, en este caso mayúsculo, ya que hablamos de más de 240 agrupados en torno a unas 10 necrópolis. La mayoría de ellos datan de hace más de 2.000 años y presentan una gran diversidad de formas: cuadradas, rectangulares, pentagonales… Esta es la mayor concentración de túmulos funerarios prehistóricos de toda Europa. En la zona existen rutas señalizadas para recorrer a pie este vasto parque megalítico, lo que permite disfrutar a la vez de la caminata, la naturaleza y al historia.

Dolmen de Soto, en Trigueros (Huelva), uno de los más largos de Europa

En la provincia de Huelva se encuentran más de 200 monumentos megalíticos, y el dolmen de Soto es uno de los más destacados y grandes de Europa. Erigido hace 5.000 años, su estructura es como un pasillo o corredor largo, de casi 21 metros. Está orientado de tal manera que el sol del equinoccio ilumina el corredor durante unos minutos. Una muestra clara del componente astronómico que tienen algunos de estos lugares. Además, el dolmen de Soto alberga pinturas y grabados en su interior, lo que añade interés y misterio al lugar.

Por cierto, recibe el nombre de dolmen de Soto porque su descubridor, en 1922, llevaba este apellido.

Dólmenes de Alberite, en Villamartín (Cádiz), más de 6.000 años de antigüedad

El de Alberite es uno de los dólmenes más antiguos de la península y uno de sus aspectos más interesantes es que parte de sus piedras contienen pinturas esquemáticas. Fue utilizado para enterramientos, y en él se encontraron restos humanos junto con un pequeño conjunto de objetos funerarios, que incluía, entre otras cosas, un gran cristal de cuarzo de 20 centímetros.

Dolmen de Pavia (Portugal), convertido en capilla

Además de la relevancia de ser una construcción megalítica, este dolmen destaca por haber sido convertido en una pequeña capilla en el siglo XVIII. Con algo más de 4 metros de diámetro y 3 de altura, para hacer esta capilla dedicada a San Dionisio se aprovechó una construcción y unas piedras que llevan allí levantadas más de 5.000 años. Es decir, alguien las colocó más de 3.000 años antes de Cristo.