Huesca es una provincia prodigiosa. Sus paisajes, su naturaleza, sus pueblos. Sin lugar a dudas, una de las niñas bonitas de la geografía española. Para encontrar algún ejemplo solo es necesario acercarse a algunos de sus muchos espacios naturales, como el Parque Natural de los Valles Occidentales, situado en el extremo más occidental del Pirineo aragonés, en la comarca de la Jacetania; un espacio menos popular que otros parajes oscenses pero igualmente bello.
Hoy recorremos algunas de las rutas por los Valles Occidentales:
Refugio de Gabardito – Pistal Azul
Comenzamos con esta sencilla ruta circular de 4,2 kilómetros en las proximidades de la localidad de Valle de Hecho que tiene su inicio y fin en el Refugio de Gabardito. Su trazado sigue la Pista Azul y es una excelente opción para realizar en cualquier época del año pues, incluso en invierno, cuando un manto blanco lo cubre todo, es perfecta para completarla con raquetas de nieve.
Algo más de una hora de recorrido en el que se disfrutan de unas vistas maravillosas.
Ibón de Acherito
Nos ponemos serios con la segunda ruta de senderismo, la cual recomendamos realizar en primavera y verano. De dificultad moderada, dado que tiene un desnivel acumulado de 650 metros, esta ruta de 8 kilómetros -ida y vuelta- requiere de buena forma física y unos pies acostumbrados a caminar por la montaña. Sin embargo, recompensa con creces todo el esfuerzo realizado con el espectacular paisaje que dibuja el Ibón de Acherito, el ibón más occidental de los Pirineos y el único de la cuenca del río Aragón Subordan.
Tras dejar atrás la pintoresca localidad de Echo -uno de los pueblos más bonitos de todo el parque natural-y conducir dirección a la Selva de Oza atravesando la congosta zona de la Boca del Infierno, llegamos hasta la Guarrinza. Una vez terminada la mancha boscosa de Oza encontramos el aparcamiento y un pequeño sendero dirección Refugio de la Mina que nos conducirá al punto de inicio.
Dos horas de ida más hora y media de vuelta por verdes praderas vigiladas por los gigantes Chipeta Alto y Petraficha y, cómo no, por los destacados Pico de La Peña del Ibón, Pic du Lac de la Chourique y el Pico de la Ralla. Estamos en los límites de Francia, en los Pirineos y el paisaje de postal es inolvidable.
Ruta por la Selva de Oza y Corona de los Muertos
Y para terminar, una propuesta para toda la familia, una sencilla ruta circular de 3 kilómetros de recorrido que apenas nos llevará 50 minutos. El trayecto, que atraviesa la Selva de Oza, permite visitar el yacimiento arqueológico de la Corona de los Muertos; un espacio formado por un conjunto de círculos de roca datados entre los años 3.000 y 500 a.C.
Una ruta perfecta para otoño por la explosión de color que luce la naturaleza de la Selva de Oza, un paraje de enorme biodiversidad repleto de salvajes paisajes en el que es fácil imaginarse como el protagonista de un cuento.
Naturaleza e historia unidas en el Parque Natural de los Valles Occidentales.
A la búsqueda del primer Pirineo
Caminamos una vuelta completa alrededor del Castiello d’Acher (valle de Echo, Huesca), una montaña imponente que enseña como muy pocas la historia geológica de la cordillera. En un excursión de paisajes muy variados y colores asombrosos, recorremos una selva, un valle glaciar, un humedal de altura y unas laderas de alta montaña, para encontrar los restos del primer Pirineo, mucho más antiguo que el actual.
