Rodeado por un paisaje de alcornoques y encinas encontramos los baños de San Gregorio, que abrió sus puertas en el s.XIX, cuando el sacerdote D. Cipriano Cabrera financió parte de la construcción.
Las aguas de éste brotan siempre a una temperatura de entre 15ºC y 16ºC. Al ser aguas sulfatadas, bicarbonatadas y clorurado cálcicas, tienen propiedades beneficiosas para enfermedades respiratorias, digestivas, nerviosas y cutáneas.
El balneario cuenta con baños, aerosoles sónicos, chorros, hidromasaje, inhalaciones húmedas y solárium entre otros.