El Camino de Santiago “olvidado” para peregrinos que huyen de la masificación
Escrito por
07.12.2025
|
7min. de lectura
La montaña de Beriain / San Donato, desde Lakuntza (Valle de Sakana, Navarra). Por poliki
Índice

Es habitual escuchar entre los peregrinos más veteranos referencias a la masificación de las diferentes vías del Camino de Santiago. Ya no solo en el más popular, como es el Camino Francés, sino en otros que se han ido llenando de caminantes huyendo de las masificaciones y, paradójicamente, generando nuevas en el Camino del Norte o en el Camino Primitivo. Que no cunda el pánico: hay mucha gente por todas partes, sí, pero se concentran en épocas muy concretas, como agosto.
Otra cosa es si hablamos de los famosos últimos 100 kilómetros exigidos para poder obtener la Compostela. Es una opinión bastante compartida que, pasado el tiempo, hace más ilusión mirar los sellos de la Credencial porque recuerda los lugares por los que pasamos. Pero la mayoría de los peregrinos queremos tener ese papel que quizás no volvamos a mirar en la vida. ¡Somos así! Eso provoca que esas etapas necesarias para obtenerlo estén muy masificadas, hasta el punto de parecer más una romería popular que un camino espiritual para reflexionar o encontrarse a uno mismo. No faltan los bares ni las tiendas de recuerdos a cada paso, claro.
Todo esto ha empujado a mucha gente a buscar vías con menos aglomeraciones, en un intento de emular a los peregrinos de antes (eso sí, con las comodidades de ahora). Está bien relacionarse con otros, pero también tener kilómetros para andar en silencio. Uno muy poco conocido es el Camino de Santiago de Sakana, un valle que une Pamplona con Vitoria-Gasteiz entre las montañas de Urbasa-Andía y Aralar. Es un trazado que forma parte del “Camino Olvidado”. Tiene poco desnivel y está lleno de historia, de sabor rural y de naturaleza.
La historia del Camino de Sakana
Después de que Alfonso II ‘el Casto’ decidiera peregrinar a Santiago de Compostela en el siglo IX tras el hallazgo del cuerpo del santo, muchas personas decidieron hacer lo mismo desde sus tierras aprovechando los caminos que había. Quienes se dirigían desde el valle de Sakana aprovecharon la calzada romana “Iter XXXIV” construida en el siglo I. Esta vía conectaba Burdeos (Galias-Francia) con las minas de oro de Las Médulas, cerca de Astorga (León).
El Camino de Sakana es una ruta jacobea histórica que unía Pamplona con Vitoria-Gasteiz entre los siglos IX y XI. En ese momento, el rey Sancho Mayor de Navarra decidió que los peregrinos debían salir de Pamplona hacia el suroeste, por el llamado Camino Francés. Sin saberlo, esa decisión estaba condenando a la masificación de esa vía diez siglos después y fue vaciando la otra hasta el punto de que, con el paso de los años, fue quedando en el olvido.
En los últimos años se ha recuperado y se ha reacondicionado respetando el trazado histórico, de forma que hoy está perfectamente señalizada y cuenta con los servicios necesarios para el peregrino. Aunque no hay albergues, sí existen alojamientos rurales con mucho encanto.
Las etapas del Camino de Sakana
Como decíamos, el Camino de Sakana es, en realidad, un tramo del llamado Camino Olvidado, que también tiene punto de partida en la costa vasca, en Bilbao. Al estar ahora en recuperación, todavía no hay muchas guías, aunque las etapas sí que están marcadas con las habituales flechas amarillas del Camino de Santiago. En esta guía uniremos dos ciudades, Pamplona y Vitoria-Gasteiz, por la facilidad en las comunicaciones para los peregrinos, pese a que la web oficial solo hace referencia al recorrido entre Irurtzun y Ziordia.
Etapa 1. De Pamplona a Irurtzun (22,7 km)
Partiendo de la catedral de Pamplona, hay que buscar la Vía Verde del Plazaola que lleva hasta el pueblo de Aitzoain. Sigue por un polígono hacia Berriobeiti y visita Erice de Iza, una pequeña localidad que sería un remanso de paz si no fuera porque está pegada a la carretera nacional y a la autopista. Hay bastantes bares por el camino y, una vez en Irurtzun, el peregrino encontrará todos los servicios.
Etapa 2. De Irurtzun a Lakuntza (20,5 km)

Una etapa corta que permite divisar, a mano derecha, el santuario de San Miguel de Aralar en lo alto de la sierra; a mano izquierda, sorprende la vista del majestuoso monte Beriain o San Donato. Se camina entre campos en los que pastan ovejas latxa (con cuya leche se elabora el famoso queso Idiazábal), dejando estampas muy bucólicas entre montañas. Además, pasa por el monasterio de Zamartze, donde antiguamente descansaban los peregrinos. Es de origen románico y destaca su portada labrada dentro de la escuela del maestro Esteban. En Uharte-Arakil y en Lakuntza hay tiendas y bares.
Etapa 3. De Lakuntza a Ziordia (24,3 km)

Es una jornada preciosa que pasa por pueblos con encanto y con muchos servicios como Arbizu, Etxarri Aranatz, Bakaiku, Urdiain y Altsasu. También se bordea Olazti, a donde se podría entrar en pocos metros si hiciera falta. Esta etapa tiene una gran belleza paisajística, pues pasa por la ermita de Santiago de Bakaiku, con su bonito retablo (no te olvides de probar su famosa txistorra); y por la ermita de San Pedro de Altsasu, lugar en el que fue elegido el primer rey de Navarra, García Ximénez, el año 717.
Etapa 4. De Ziordia a Agurain/Salvatierra (16,2 km)
Dejamos atrás el Camino de Sakana estricto y en esta etapa enlazamos con el Camino Vasco del Interior que viene desde Irún. Es una jornada corta. Pasa por puntos de interés como la iglesia de San Román, el dolmen de Aizkomendi y las iglesias de Santa María y San Juan. Acaba en Agurain/Salvatierra, una encantadora villa medieval amurallada.
Etapa 5. De Agurain/Salvatierra a Vitoria-Gasteiz (33 km)

Llegamos a la capital alavesa, Vitoria-Gasteiz, tras una etapa algo larga, pero sin apenas desnivel, siguiendo la tónica del Camino de Sakana. Ojo porque no hay bares ni tiendas hasta la ciudad, a no ser que te desvíes un kilómetro hacia Alegría/Dulantzi. La jornada está dominada por un paisaje muy rural, atravesando campos de cultivo y minúsculos núcleos de población en los que parece que se ha detenido el tiempo.
Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.
Etiquetas
Si te ha gustado, compártelo
Publicidad












