Casa Parada La Noguera

Casa para pasar unos días especiales

Vicente Jareño

Estuvimos en Semana Santa 8 adultos una niña y 4 perritos, en la Higuerera, la casa es bastante grande con todo lo que necesitas para pasar unos días, Antonio muy atento y amable con las indicaciones que nos dio, tiene una barbacoa que la utilizamos casí todos los días, aparte de un horno de leña que también hicimos uso de él, y van de maravilla, nos dejaba todos los días unas cañas para poder encender la barbacoa, venía todas las mañanas a primera hora a darle de comer a las gallinas que hay en la casa, pero si no te despiertas pronto ni te enteras de que ha entrado. En el pueblo hay varias carnicerías y supermercados con lo que no te hace falta desplazarte lejos para poder comprar. Una buena elección que si volvemos a Moratalla repetiremos sin lugar a dudas. Gracias.

Encantador

Jorge Pérez Maciá

Una casa con todo lo que necesitas para una escapada, un propietario atento en todo momento a tus necesidades y en un sitio privilegiado... Volveremos con buen tiempo a disfrutar de la piscina..

Impecable

Alvaro Melgar

Casa espectacular, con todos los accesorios, productos necesarios para cocinar y demás. Magnifico trato con Antonio, pendiente de todo lo necesario y lo que pueda surgir. Un 10! Sin duda volveremos!

Fin de semana rural

Maria Isabel García Lozano

Fuimos dos matrimonios con tres niños y un bebe. Los dueños muy simpáticos y agradables. Hablé con María José por teléfono y con Antonio su padre cuando nos recibió. Son muy hospitalarios y a Antonio no se le escapa ningún detalle, todos los días venía a revisar la piscina, a recoger la basura y a darle de comer a los animalitos que tiene al lado de la casa. Es muy atento. Sobre la casa, pues no le falta de nada, grande, espaciosa, amplia, en la cocina no falta de nada, mucho menaje, etc. En los exteriores, una piscina hermosa y un porche muy grande donde comíamos y cenábamos muy a gusto. También tenía una terraza en la entrada que te invitaba a descansar sobre todo por las noches después de cenar. Una zona de barbacoa para asar carne o lo que se quisiera y una zona amplia para aparcar el coche. También tenía una zona con columpios para los críos. En fin, una casa acogedora y fresquita para relajarse. Si podemos, repetiremos.