La Casona de Quintes

Bien

Ana

Es una casa bonita, decorada con gusto. Tranquila. El entorno es genial ya que tiene la playa cerquita y Gijón a 15 minutos. Su dueña fue muy correcta.

Normalita

Edurne Txu

Hemos estado esta semana santa mi marido y yo y la verdad es que no nos encontramos con lo que esperábamos Si hace mal tiempo, la zona común no es muy acogedora y muy oscura. Por otro lado, el colchón de la habitación es muy duro y no se descansa demasiado bien que digamos. Los desayunos son a las 9:30h lo cual no pareció muy muy tarde ya que si quieres irte por ahí a aprovechar el día al final sales tardísimo, el servicio de desayunos también es muy lento :(

Decepcionante.

Andoni Axpe

La casa propiamente no está mal, pero no cumple lo que se promete. No dispone de un lugar de ocio común, sino que el espacio interior de esparcimiento y/o relax se limita a una televisión y un par de sofás, uno de los cuales ocupado permanentemente por el dueño. Y lo que se oferta como biblioteca es un armario con vitrina con unos cuantos libros. El resto de la zona común lo llenan las mesas para desayunos, que no son utilizables como lugar de reposo o de tertulia. Me pregunto qué se puede hacer en días de mal tiempo si viajas con niños y no tienes con qué entretenerles dentro de la casa. Otra decepción -y grande- fueron los desayunos. Te indican en la tarjeta de la habitación que son "típicos desayunos asturianos" y se componen de un plato rebanadas de embutido y queso, ambos de esos de bloque para hacer sandwiches, un zumo de naranja de brick y un trozo de bizcocho casero, que es lo único que se salva del naufragio. Por no tener, no ofrecían ni pan. Sacaban rebanadas de pan de molde, que tostaban en una tostadora como la de cualquier domicilio y las acompañaban de mantequilla pero sin mermelada, una mermelada casera que anuncian a bombo y platillo, pero que estaba en frascos exclusivamente para su venta. Y como detalle gracioso, en la hoja de la habitación te indican que avises si eres diabético (yo lo soy) para variar el desayuno y resultó que mi aviso sirvió para que la dueña me indicara muy amablemente que podía comer embutido, pero no bizcocho, indicación que yo agradecí porque nunca lo hubiera supuesto. En resumen, un desastre de desayuno. Ni que decir tiene que el segundo y ultimo desayuno lo realizamos en villaviciosa, a 15 kms. De la casa. Por cierto, los desyunos son a partir de las 9:30 horas, cuando muchos viajeros ya hemos salido a aprobechar el día. Por último, decir que somos una pareja que amamos asturias y la hemos recorrido muchas veces y no recordamos un trato tan "pasota" en ningun propietario de los otros establecimentos que hemos conocido.

opinion

Jacinto Prada Alba

un lugar muy tranquilo, muy buen trato, caseros muy agradables, el sitio esta muy cerca de gijon. fenomenal