Llíria, la Ciudad de la Música del interior de Valencia

La Comunidad Valenciana es tierra de músicos y de músicas. No es difícil pasear por las calles de pueblos y ciudades y escuchar ensayos procedentes de locales o de la intimidad de una habitación. No es solo una sensación, los datos del Ministerio de Cultura lo confirman: es la comunidad autónoma con más sociedades musicales federadas, unas 550 —¡tiene más que municipios!—. Las cifras son mareantes: más de 1.100 bandas de música, más de 43.000 músicos, unos 60.000 alumnos, 600 centros educativos musicales y más de 5.000 profesores. Casi nada.

Así que no es raro descubrir que el reconocimiento internacional de la UNESCO como Ciudad Creativa de la Música lo tenga un municipio valenciano: Llíria. Dentro de la comunidad autónoma más musical, la capital de la comarca del Camp de Turia, en el interior de Valencia, destaca especialmente por su relación con este arte. Y no solo eso. Llíria también es conocida por su patrimonio histórico y por sus paisajes agrarios, muy arraigados a la identidad valenciana. Te invitamos a descubrir este tesoro ubicado entre naranjos.

¿Por qué Llíria es la “Ciudad de la Música”?

La UNESCO reconoció a Llíria como Ciudad Creativa de la Música en 2019. Hay muchas claves que tiene este municipio que ayudan a entenderlo. Para empezar, se sabe que aquí se hace música al menos desde el siglo III-II a.C. por la vasija ‘Kalathos de la danza’, que representa a mujeres y hombres bailando al son de una flautista.

Por otro lado, tiene las bandas de música civiles más prestigiosas y antiguas de España, con una historia de más de 200 años. Hablamos de la Banda Primitiva y la Unión Musical, que se remontan al siglo XIX. Habría que destacar otras tres prestigiosas formaciones musicales de Llíria: la Agrupación Musical Vicente Giménez, la Orquesta de Plectre el Micalet y la Banda de Música UDP, la primera de pensionistas y jubilados que se creó en España y que data de 1993.

Llíria tiene 24.500 habitantes y cuatro centros oficiales donde se estudia música, lo que da pistas de la demanda que tiene. Fruto de ello son los más de 1.400 músicos formados en el municipio que ejercen profesionalmente en todo el mundo. Además, en 1997 se convirtió en el pueblo con el primer centro educativo de España que integraba la música en los estudios primarios. En la actualidad, es una de las ciudades europeas con mayor porcentaje de músicos por habitante.

La música no se queda de puertas para adentro en Llíria, en las casas o escuelas, sino que acoge un gran número de eventos musicales anualmente. Celebra unos 170, tanto estatales como internacionales, y de estilos variados: abrazan la música de banda, la clásica, la antigua, la contemporánea, el jazz, la percusión, el rock… En este sentido, la localidad tiene 30 espacios públicos preparados para la música en vivo, entre los que destacan antiguos emplazamientos íberos, romanos y árabes, iglesias medievales y barrocas o museos y palacios renacentistas. ¡Espacios mágicos que permiten hacer un viaje musical por la historia!

De la capital de la Edeta Ibérica hasta baños árabes

Llíria no es solo música. Es también un destino histórico imprescindible en el interior de Valencia. Hay varios itinerarios turísticos para hacer por libre o con guía que permiten descubrir la ciudad a través de diferentes etapas. La «Llíria histórica” es una ruta urbana que invita a conocer el municipio de forma cronológica pasando por yacimientos arqueológicos y los monumentos arquitectónicos más significativos. Entre otras joyas, se visita el templo oracular y las termas romanas de Mura, los baños árabes (con 400 metros cuadrados divididos en sala de estar y salas de baño), la muralla medieval, la iglesia de la Sangre, el Museo Arqueológico de Llíria, el palacio de Ca la Vila y la fachada de la iglesia de la Asunción.

Otra recomendación es la Ruta de las Ermitas, más rural y paisajística. Sube a cerros que acercan a la ermita de Santa Bárbara y al Real Monasterio de Sant Miquel, pasando por la ermita de Sant Vicent, disfrutando de su bonita y tranquila senda botánica. Desde lo alto se puede admirar el encanto de una ciudad ibérica declarada Bien de Interés Cultural como es el yacimiento de Edeta. Este enclave fue el corazón y capital de la antigua Edeta Ibérica, que duró del siglo VI al II a.C.

En la web oficial de turismo de Llíria se pueden consultar los planos y descripciones de todos los itinerarios turísticos que ofrece la localidad.

Entre la montaña y los campos de naranjos

Otro de los grandes encantos de Llíria es su entorno natural, que presenta un paisaje de muchos contrastes. Es un municipio enclavado entre las montañas de la Serra Calderona y la magia serena del Parque Natural del Túria.

Aquí se encuentra la Vía Verde de Llíria, un sencillo recorrido apto para familias para hacer a pie o en bici, de 5,73 kilómetros y sin apenas desnivel. Como todos los itinerarios de este tipo, sigue el trazado de un antiguo ferrocarril, en este caso el que unía la zona con la ciudad de Valencia. Hoy une la antigua Edeta con el pueblo de Benaguasil, cerca de una vieja fábrica de papel y en un área de descanso, con mesas y aparca-bicis a la sombra de los árboles. Es una oportunidad agradable para descubrir el entorno agrícola y rural de Llíria, donde destacan los campos de naranjos y los cultivos de huerta.

En la cercana Serra Calderona hay rutas exigentes, pero también itinerarios sencillos que permiten contemplar su belleza natural. El mejor ejemplo es la Ruta Azul que lleva al mirador del Garbí, un sendero sin dificultad de 1,5 kilómetros y que regala una panorámica del golfo de Valencia e, incluso, permite divisar las islas Columbretes en días claros. Otro paseo interesante y fácil es la Ruta Amarilla, de algo más de 6 kilómetros, que ofrece vistas de la Cartuja de Portaceli, un complejo rodeado de naranjos, habitado por monjes y no visitable, pero que vale la pena contemplar desde las alturas. Comenzamos hablando de música y acabamos en un lugar donde reina el silencio… Lo dicho, Llíria y su entorno es un destino lleno de contrastes.