Un paseo por la calzada romana mejor conservada de España
Escrito por
21.12.2025
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7min. de lectura
Panorámica del Valle de Losa, en Burgos. Por Nandi Estévez
El sistema viario del Imperio romano tenía unos 300.000 kilómetros de calzadas y caminos hacia el año 150 d.C. No sabemos si todos conducían a Roma, como suele decirse, pero sí que permitían explorar lo ancho y largo del territorio gobernado por los césares. No era poca cosa: ¡Casi un tercio de la población mundial del momento vivía bajo su mandato! Recientemente se ha publicado el mapa digital más detallado y preciso de las carreteras romanas, la web de libre acceso Itiner-e, un proyecto codirigido por el investigador Pau de Soto Cañamares, de la Universitat Autònoma de Barcelona, junto a otros expertos de la Universidad de Aarhus (Dinamarca).
Son muchos los tramos de calzadas romanas que siguen sorprendiéndonos por su buen estado en diferentes rutas senderistas; incluso el Camino de Santiago también transcurre por algunas de ellas. A veces los caminos son bien visibles, mientras que en otras ocasiones hay que hacer uso de la imaginación. Hoy vamos a conocer la que está considerada como la calzada romana mejor conservada de España: está en el norte de Burgos y recorre 1,6 kilómetros del Valle de Losa.
El Ayuntamiento de Valle de Losa ha facilitado las fotografías de la calzada que ilustran este reportaje, y ha promovido y financiado su señalización. Desde el consistorio manifiestan su «agradecimiento» al ingeniero, historiador y divulgador burgalés Isaac Moreno Gallo, por su colaboración «imprescindible». Y es que él tiene el mérito del descubrimiento.
Un tramo que ha sobrevivido a 2.000 años de historia
Hablamos de la Vía Appia, una calzada romana que comenzaba en Castro Urdiales (entonces, Flaviobriga) y llegaba hasta la actual Osma de Álava (en esa época, Uxama Barca). Fue una obra posiblemente construida en tiempos del emperador Vespasiano (siglo I d.C.), y sumaba una extensión de 115 kilómetros. Así, llega desde el valle de Mena y transcurre por la Junta de Traslaloma. Atraviesa, de oeste a este, el Valle de Losa de Burgos.
En este punto está el tramo de unos 1.600 metros continuos que luce en un perfecto estado de conservación, ya que no ha sufrido ninguna transformación por el uso de maquinaria y está bastante despejado de vegetación. Es un hecho poco habitual, teniendo en cuenta que han pasado más de 2.000 años. Tiene 6,35 metros de ancho, la medida suficiente para que se pudieran cruzar dos carros sin problemas.
Antes, este tramo tenía más de 7 kilómetros, pero la concentración parcelaria acabó con él. Hay que decir que se descubrió hace relativamente poco (hace unos 15 años), por lo que es bastante reciente el interés por proteger la vía romana y darla a conocer como parte de su patrimonio cultural. No es fácil encontrar estas comunicaciones en buen estado, ya que durante años era complicado identificar una calzada romana y diferenciarla de un camino rural más moderno. Así que esta se ha conservado simplemente por casualidad, porque no le han tocado campos de cultivo ni ha sido objeto de otras transformaciones.
Una ruta de senderismo en familia por la calzada romana
Ahora sabemos que estas infraestructuras milenarias no eran simples vías empedradas con losas de piedra, como sí se hacía en las calles de las ciudades de la época. Por mucho que Hollywood haya vendido las calzadas romanas como caminos con adoquines o losetas, en realidad eran auténticas obras de ingeniería hechas con diferentes capas de piedras, áridos finos, arenas y arcillas. Estas se compactaban para crear vías capaces de absorber el tránsito de personas y carros repletos de mercancías. Y funcionaban. De hecho, ¡actualmente sigue en pie pese al paso constante de los tractores!
Hoy el tramo de la Vía Appia por el Valle de Losa se puede identificar fácilmente, porque está sobre un terraplén de más de un metro de alto (debido a los rellenos). Tal es la calidad de la obra de hace 2.000 años que todavía ahora, en cualquier época del año, se aprecia su trazado rectilíneo en buenas condiciones para circular. Incluso si llueve o nieva, ya que no se producen los charcos ni huecos que sí se ven en los caminos cercanos. ¿Te quieres acercar a conocer la vía romana del Valle de Losa in situ? Te dejamos esta ruta circular de 7,5 kilómetros sin desnivel, ideal para hacer en familia, que se puede iniciar en los pueblos de Villaventín o Castresana de Losa.
Otras rutas: una ermita misteriosa y una cascada de 200 metros

El valle de Losa, donde está el tramo de calzada romana que presume de ser la mejor conservada de España, es un territorio que luce un mosaico precioso de tres paisajes diferenciados. El primero es la parte más baja, dominada por el río Nabón, donde se cultiva cereal y patatas que han dado mucha fama a la zona; el segundo, el norte, con sus verdes pastos y bosques; el tercero, el valle del río Jerea, que atraviesa el territorio de norte a sur y modela un entorno transversal, donde se pueden apreciar formas geológicas caprichosas.
En este entorno, hay otros elementos patrimoniales sorprendentes como la ermita románica de San Pantaleón, que precisamente está en el paso de la calzada romana. Está sobre la Peña Colorada, un lugar en alto donde se cree que se buscaba poner en contacto la tierra con el cielo. Su compleja iconografía la ha vinculado a diversas leyendas, una de ellas relacionada con el Santo Grial. Se puede ir desde el pueblo de San Pantaleón de Losa siguiendo una sencilla ruta circular de 2 kilómetros y 100 metros de ascenso.
Una excursión senderista ideal para parejas y familias en los alrededores de la calzada romana del valle de Losa es la que lleva a la cascada de San Miguel y a la cueva de San Miguel ‘el Viejo’. Son 4,6 kilómetros de distancia y 128 metros de desnivel que acercan a un imponente salto de agua de 200 metros de altura. Está en las inmediaciones del puerto de Angulo, en el pueblecito de Encima Angulo, y el mejor momento para ir es en época de fuertes lluvias o de deshielo. La cueva mencionada, aunque está cerca y el recorrido pasa por ella, ya pertenece a la provincia de Álava.
Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.
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