De ruta por La Rioja Oriental: de huellas de dinosaurios a una huerta muy productiva

Escrito por

22.12.2025

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7min. de lectura

Planes ‘slow’ al aire libre para disfrutar de la naturaleza. Una huerta que acerca a los sabores locales más auténticos. Un cielo verdaderamente estrellado, como los de antes. Siglos de historia que se pueden revivir a través del patrimonio arqueológico y de sus huellas de dinosaurios. La Rioja Oriental es la región más al este de esta pequeña comunidad autónoma e invita a participar en experiencias únicas todo el año. Para disfrutar, en esencia, del arte de las pequeñas cosas.

Un viaje por la Historia en La Rioja Oriental

Enciso, La Rioja
Enciso. Por: Cavan

¿Has visto alguna vez una huella de dinosaurio? En La Rioja Oriental es posible contemplar el rastro que han dejado estos animales que tanta fascinación generan en sus numerosos yacimientos de icnitas en la zona de Enciso, Igea y Cornago. Solo en el término municipal de Enciso hay catalogadas 1.400 huellas de dinosaurios, muchas de las cuales se pueden ver a través de recorridos por pasarelas de madera para preservar los hallazgos. Un sorprendente tesoro paleontológico que se puede visitar de forma libre o con un guía.

Si avanzamos unos siglos hacia adelante, podemos seguir los pasos de los pueblos romanos y celtíberos que vivieron en La Rioja. Allí dejaron una huella que permiten saber de dónde venimos y lo que somos ahora.

En Calagurris –la actual Calahorra– dejaron su impronta en las murallas romanas, la presa, el torreón El Sequeral, las cloacas, el acueducto, el arco romano del Planillo de San Andrés, parte del circo romano del Paseo del Mercadal –hoy se conserva un trozo del muro de mampostería– o el importante Yacimiento de la Clínica, donde se halló la escultura de mármol blanco conocida como “Dama de Calahorra”. Además, todos los años Calahorra celebra previo a su maravillosa Semana Santa el “Mercaforum”, un mercado inspirado en la época romana.

Colegiata de cigueñas, Alfaro. La Rioja
Colegiata de Alfaro. Por: Daniel Acevedo – La Rioja Turismo

Podemos observar huellas celtíberas en La Rioja cerca de la actual Alfaro –también conocida como paraíso de las cigüeñas–. Hacemos un alto en la historia para ir a un humedal cercano rico en biodiversidad, con rutas para ver aves estacionales y residentes: Reserva Natural de los Sotos del Ebro en Alfaro.

Para conocer más sobre el pasado, es interesante una visita al centro de interpretación de Contrebia Leucade, en Aguilar del Río Alhama. Es un espacio expositivo, pedagógico y divertido que viaja al mundo celtíbero y permite conocer de cerca sus costumbres, los sueños y sensaciones de los antiguos habitantes y su papel militar y estratégico.

Valle del río Alhama, paisaje de Inestrillas y Aguilar de río Alhama. La Rioja
Valle del río Alhama, paisaje de Inestrillas y Aguilar de río Alhama. Por: La Rioja Turismo

Si continuamos el viaje en el tiempo hasta la Edad Media, descubriremos que en La Rioja se levantaron castillos, torreones y fortificaciones que aún se mantienen en pie en todo o en parte. Hablamos del palacio fortificado de Aguas Mansas de Agoncillo, construido en piedra de sillería y en un magnífico estado de conservación; y de la fortificación rupestre de Inestrillas, un sistema defensivo en la escarpada montaña, sobre el Río Alhama, y cuyo resto mejor conservado es una torre de planta rectangular.

Planes ‘slow’ para disfrutar de la naturaleza

Parque de los Picuezos en el Valle del Cidacos. La Rioja
Parque de los Picuezos. Por: Daniel Acevedo – La Rioja Turismo

¿Quién no se encandila con el siempre misterioso cielo nocturno? Os invitamos a conocer uno como los de antes, repleto de estrellas, en la Reserva de la Biosfera de La Rioja. Está considerado Destino Starlight, es decir, un lugar privilegiado para la observación astronómica. Hay un parque estelar (Cervera del Río Alhama) con actividades para aprender más sobre el universo que se despliega todas las noches. Más información, aquí.

Unas formaciones geológicas caprichosas que te sorprenderán son El Picuezo y La Picueza de Autol, junto al río Cidacos y al pie del castillo de la localidad. Son dos sorprendentes monolitos rocosos de 45 metros de alto y 10 y 30 metros de diámetro respectivamente.

Tiene hasta leyenda: se dice que era una pareja que se convirtió en piedra tras negarse a compartir su pan con un pobre; otra leyenda local dice que el guarda del castillo les pilló por la noche con una cesta entre sus viñedos y, tras negarse a enseñar lo que llevaban, dijeron: “Que nos volamos piedra, si son uvas lo que aquí llevamos”. Y sobre ellos cayó la maldición. 

La huerta riojana y su viticultura

Enoturismo en La Rioja
Enoturismo. Por: La Rioja Turismo

El clima más seco y cálido de La Rioja Oriental hace que sea una tierra propicia para la huerta, donde se cultivan los alimentos de proximidad que después se preparan en las cocinas tradicionales y nos permiten sentir la tierra desde una buena mesa. En primavera, los campos se tiñen de verde; en verano, las parcelas están a rebosar de producción.

Es el momento en el que se cosechan calabacines, berenjenas, pimientos, guindillas, cebollas, pepinos, paraguayos, peras, melocotones, nectarinas, ciruelas… y la peculiar “tomata riojana”, un tomate autóctono muy apreciado y de sabor intenso.

Por supuesto, ¡estamos en La Rioja! Así que en la cultura gastronómica de La Rioja Oriental también tiene un papel esencial el vino. Son muchas las bodegas en las que disfrutar de una experiencia enoturística de calidad, porque aquí los vinos tienen alma propia. Un imprescindible es el encantador pueblo de Arnedillo, famoso por las Cuevas del Ajedrezado y por sus aguas termales.

Cerca hay que visitar el Castillo de Arnedo, una elegante construcción bien cuidada que se alza en lo alto de un cerro. A extramuros hay otro imprescindible: el Monasterio Nuestra Señora de Vico. Además de su interés arquitectónico, las monjas que habitan en él son conocidas por la elaboración de pastas, dulces y repostería artesanal que se puede comprar en el mismo edificio.

Viñedo Aldeanueva de Ebro. Por: Daniel Acevedo - La Rioja Turismo
Viñedo Aldeanueva de Ebro. Por: Daniel Acevedo – La Rioja Turismo

Por supuesto, no te puedes perder el mar de viñas de Aldeanueva de Ebro, un paisaje espectacular con más de 6.500 hectáreas que van desde el Monte Yerga hasta el río Ebro con opción de visitar bodegas. Siguiendo con la cultura del vino, hay que visitar el barrio de las bodegas de Quel, un conjunto de bodegas-cueva familiares “calaos” excavados en la roca y superpuestos en diferentes niveles. Hay una cueva de exposición del siglo XVIII para conocer de primera mano el proceso de elaboración del caldo para el autoabastecimiento.

Otra joya autóctona es la pera de Rincón de Soto, la primera fruta de Europa que logró una Denominación de Origen Protegida, y que moldea un paisaje boscoso con más de 1.200 hectáreas de perales en las terrazas bajas de los ríos. ¿Por qué no la pruebas al vino tinto y combinas los dos esenciales de esta tierra?

La Rioja Oriental es un gran ejemplo de goce de las pequeñas cosas. En muy poco espacio, combina una fuerte identidad marcada por vinos que cuentan historias, una naturaleza exuberante que coloniza los cinco sentidos y un pasado que se resiste a caer en el olvido y se sigue manifestando de formas muy palpables.

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Raquel Andrés

Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.

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