El Parque Nacional de Monfragüe se localiza en Extremadura, en el triángulo geográfico que conforman las ciudades de Plasencia, Trujillo y Cáceres. Es uno de los 15 parques nacionales que, a día de hoy, están oficialmente declarados como tal en España bajo este estricto y riguroso paraguas que garantiza su protección y conservación.
18.396 hectáreas que, además, están declaradas como zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) por la riqueza de aves que las sobrevuelan. Entre las especies más comunes están las cigüeñas negras, los alimoches, los buitres leonados, el halcón peregrino y hasta algún ejemplar de la elegante águila imperial.
Bien sea a pie o en coche, Monfragüe está muy bien preparado para adentrarse en él y conocer toda su diversidad y contrastes paisajísticos en profundidad.
Si optamos por caminar, entre las rutas de senderismo más completas y mejor acondicionadas tenemos las siguientes:
- Itinerario rojo (Villareal – castillo de Monfragüe): 13 kilómetros de longitud (ida y vuelta) que incluyen algunos de los valores que mejor representan el parque. Un recorrido que atraviesa el río Tajo entre zonas de umbría y solana donde practicar el avistamiento de aves y conocer el patrimonio histórico que presenta este lugar. ¿Entre sus paradas más relevantes? El castillo de Monfragüe, el salto del Gitano o la fuente del Francés.
- Itinerario amarillo (Villarreal – mirador de la Tajadilla): Una agradable y sencilla ruta de 8 km (ida y vuelta) con el acompañamiento del río Tiétar. Un cómodo recorrido que discurre entre huertas de agricultores locales y refrescantes fuentes cubiertas de fresnos y alisos. En esta ruta nos podemos asomar al mirador de la Tajadilla.
- Itinerario verde (Arroyo Malvecino – cerro Gimio): Es el más cortito de todos, 7’5 km (ida y vuelta). Una ruta circular en la que se puede disfrutar de diferentes tipos de vegetación –mayoritariamente de ribera– y que finaliza en el cerro Gimio, un lugar idóneo para contemplar la grandiosidad de este parque.
Si nos ponemos al volante, una de las mejores opciones a considerar es la ruta en coche por la carretera EX-389. Un recorrido que nos permite asomarnos a los diferentes miradores habilitados en el Parque Nacional de Monfragüe para embelesarnos con el entorno desde sus diferentes prismas.
Maravilla de ruta que, además, nos permitirá acercarnos y conocer, de primera mano, las diferentes acciones y obras hidráulicas que se llevaron a cabo así como la información más relevante sobre la flora y fauna que cohabita en este excepcional espacio protegido extremeño.
Entre todos los miradores, destaca el conocido como Salto del Gitano, o peña Falcón. Un roquedal estratégicamente creado por la naturaleza con una maravillosa panorámica sobre el río Tajo que está considerado como uno de los mejores lugares de la Península ibérica para realizar un avistamiento de avifauna.
Y para completar nuestro paseo por Monfragüe, un poquito de historia desde el castillo de Monfragüe. Un baluarte construido por el pueblo árabe en el siglo XII sobre las ruinas de una antigua fortificación celta. Aunque actualmente solo se mantiene en pie la torre del Homenaje, en sus días de gloria llegó a contar con hasta cinco torres vigía, siendo un estratégico punto de vigilancia armamentística en aquellos años de las conquistas territoriales.
Una escapada de lo más completa por este trocito de naturaleza en pleno corazón de Extremadura.
Plasencia, la ciudad medieval en la que el abuelo da las campanadas
Cuántas veces se habrá escuchado en la Plaza Mayor de Plasencia a algún niño gritar “¡Un muñeco, un muñeco!” mientras mira a la torre del reloj. Y no se lo estaría inventando, porque resulta que las horas del ayuntamiento de ‘la Perla del Norte’ las da un autómata conocido como el abuelo Mayorga.