Las comparaciones son odiosas, pero es inevitable que ciertos lugares nos recuerden a destinos emblemáticos. Este es el caso de la sierra de Armantes, una zona de formaciones geológicas de color rojizo que hace que nuestra cabeza lo relacione con la imagen del archiconocido Monument Valley. Lo bueno es que, en esta ocasión no hace falta viajar hasta Arizona para visitarlo, sino que está al lado de casa: en Zaragoza.
Y es que los llamados castillos de Armantes, por su parecido a estas construcciones en la distancia, no tienen nada que envidiarle. Estas curiosas formaciones compuestas por colinas y barrancos son el resultado de la erosión de depósitos terciarios que se han ido depositando en la cuenca de Calatayud durante el Mioceno, según Observer Tourism Scient.
Están en el sistema ibérico zaragozano, justo al lado de Calatayud, y su color rojizo se debe a la presencia de arcillas. También hay partes blancas y grisáceas, por su contenido en yeso y margas. En general, el paisaje es bastante árido, aunque hay bosques de pinos, por lo que recuerda a las imágenes que todos tenemos del Lejano Oeste.
Como curiosidad y según la tradición oral, la sierra de Armantes debe su nombre a que, antiguamente, cuando alguien se adentraba en esta sierra le advertían que se armara. Al parecer, hubo una época en la que en ella había bandoleros. Hoy, el lugar recorrido por viajeros llamados por la belleza de sus castillos esculpidos por la naturaleza.
Cómo llegar a los castillos de Armantes
Como hemos mencionado anteriormente, los castillos de Armantes están muy cerca de Calatayud, donde podemos pernoctar y aprovechar para empezar desde allí la ruta. Hay dos opciones, ir hasta su inicio andando por el camino de Las pozas, o acercarnos con el coche por el mismo camino hasta llegar a una explanada donde podemos aparcar.
En el caso de querer ir con nuestro vehículo hay que tener en cuenta que la zona tiene poca capacidad de aparcamiento, por lo que para encontrar sitio hace falta ir temprano.
Una vez hayamos dejado el coche, el camino continúa durante poco más de un kilómetro por una pista árida y pinos hasta llegar a un cruce de caminos que se adentran por diferentes barrancos. Ahí nos surgen tres opciones:
- El camino de la derecha nos lleva hasta el castillo considerado como el más grande de Armantes. Se puede subir sin mucha dificultad para obtener las mejores vistas, ya que desde él se ven los castillos de los alrededores.
- El camino del centro nos lleva hasta, según el Ayuntamiento de Armantes, el castillo más emblemático de la sierra. Desde ahí también se pueden ver el resto.
- El camino de la izquierda, que llega hasta la Cruz de Armantes (966m), una enorme cruz metálica desde donde se puede ver toda la sierra, además de los castillos.
Las tres opciones se pueden hacer a través de una ruta circular de unos 19 kilómetros. Por ejemplo, si comenzamos siguiendo el camino de la izquierda unos kilómetros más adelante nos adentraremos en el barranco de Valdezalco para ascender hasta la cruz. La ruta no está señalizada, aunque el camino es sencillo de seguir, no tiene pérdida. Una vez en la cima, para continuar hasta los castillos descenderemos por el camino marcado que va hacia la izquierda hasta llegar al collado y tomar la senda que llega hasta el castillo menor, el más emblemático de todos.
Una vez hayamos tomado las fotografías oportunas, seguiremos la senda hacia la derecha, donde ya se puede ver el castillo mayor. Para llegar hasta él habrá que cruzar durante unos 5 kilómetros el barranco de El Salto, repleto de pinares, y descender hasta la antigua carretera de Soria, donde hemos aparcado.
Esta ruta circular es sencilla. Como hemos dicho tiene unos 19 kilómetros y el desnivel positivo es de 450 metros.
De la sierra de Armantes a un oasis en el Lejano Oeste
Tanto Calatayud como la sierra de Armantes y su Lejano Oeste están situados entre los ríos Manubles, Ribota y Jalón. Una zona donde, ya desde la antigüedad, abundaba el agua. Para muestra la noria Terrer, una reliquia de noria hidráulica situada en el barranco de la Alhóndiga que se encargaba de elevar el agua de la acequia a los campos superiores (si la visitáis, mirad antes cómo está, ya que no siempre tiene agua).
Después de conocer los castillos de Armantes te recomendamos hacer el paseo de las hoces del Jalón, un espectáculo natural entre barrancos y cortados. La zona está repleta de aves, como buitres leonados o halcones peregrinos. Aunque, si lo que buscas es realmente un paraíso de cascadas, entonces no te pierdas una visita al Monasterio de Piedra.
Está situado en Nuévalos, a menos de 30 minutos en coche desde Calatayud, y en su interior cuenta con un bosque y jardines que son un paraíso de grutas, lagos, arroyos y cascadas alimentados por el río Piedra. De hecho, entre la naturaleza del monasterio de Piedra se creó, en 1867, la primera piscifactoría de España. La entrada al monasterio con acceso a los jardines cuesta (en 2024) 18,50 euros.
El Monasterio de Piedra, entre grutas y cascadas
Declarado Monumento Nacional, el Monasterio de Piedra es un complejo religioso del siglo XIII rodeado de un parque natural en el que el agua es la protagonista. Sus jardines están repletos de grutas y cascadas.
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