En In My Life, The Beatles cantaban que “There are places I´ll remember all my life…” (Hay lugares que recordaré toda mi vida). Estaremos de acuerdo en que si hubieran visitado Carboneras de Guadazaón (Cuenca), no, no lo hubieran olvidado nunca. Y es que, en este pequeño pueblo de poco más de 700 habitantes, el cuarteto de Liverpool tiene sus caras dibujadas a todo color en una de las paredes interiores de una iglesia. Como si fueran unos santos más.
La pintura se encuentra en la iglesia de Santo Domingo de Silos. Data de 1960 y, por si no fuera ya sorprendente que las caras de los Beatles estén en una de sus paredes, lo más maravilloso de esta historia es que fueron realizadas por el propio párroco del pueblo: Carlos de la Rica.
Su nombre quizá te suene, pues también fue poeta, ensayista, el fundador de una editorial y… Bueno, un poco más abajo hablaremos de los rumores que lo envolvían.
“A él le gustaban mucho Los Beatles”, me cuenta David Gurillo, guía de RuTour Belmonte y quien me dio a conocer la existencia de esta iglesia. “Fue sacerdote de Carboneras toda la vida, desde los años 50 hasta su muerte, en 1997. Él se encontró con una iglesia de Santo Domingo de Silos que estaba fatal, así que decidió realizar en ella unas pinturas neorrománicas”.
Los retratos de la histórica banda británica están nada más entrar en la iglesia, a la derecha. Tal y como se puede ver en la imagen, al primero que encontramos a la izquierda es a John Lennon. El siguiente es Paul McCartney, siguiéndole Ringo Starr y, por último, George Harrison.
“A la derecha de John Lennon, además, hay representada una mujer con un pendiente hippie. Porque Carlos de la Rica, pues bueno, era sacerdote pero le gustaba mucho la cultura hippie”, me explica Gurillo.
Con la imagen de los Beatles, su autor pretendía darle un toque moderno a la iglesia. Aunque no fueron sus únicas obras dentro del templo. En la parte del ábside representó a Jesús, así como a diferentes santos, todos ellos de vivos colores. También hay una imagen de Jerusalén -según me cuenta Gurillo, se consideraba judeocristiano-, e incluso una fotografía del papa Juan XXIII, con quien se dice que se carteaba.
Carlos de la Rica, el sacerdote pintor y poeta
Vamos a dejar por un momento las pinturas de lado para conocer algunas pinceladas de la fascinante vida de Carlos de la Rica. Pues, aunque hasta ahora hemos visto que era un sacerdote fan de The Beatles, lo cierto es que durante su vida fue muchas otras cosas.
Asturiano de nacimiento, más concretamente de Pravia, su familia se mudó a Cuenca cuando tan solo tenía dos años. Y, tal y como él expresó en varias entrevistas -una de ellas en el programa de RTVE Con las manos en la masa– él se consideraba conquense, de “Donde pone el pie uno primero y comienza andar”.
Con trece años ingresó en el seminario de Cuenca y, aunque su carrera eclesiástica pudo llevarle más lejos, “Estuvo toda su vida en Carboneras porque le permitía seguir con su obra poética”, explica Gurillo.
Además de las letras (tiene más de 20 títulos publicados entre poesía, teatro, narrativa, etc.) y su talento artístico, fue presidente de la Real Academia de Ciencias y Artes conquense y fundador de la editorial Toro de Barro, la segunda editorial más antigua de España dedicada a la poesía contemporánea. Casi nada.
¿Hermano bastardo del rey Juan Carlos?
No obstante, quizá, por lo que más se conocía a Carlos de la Rica en su pueblo -y fuera de él- es por los rumores que lo relacionaban con la realeza española.
“En el pueblo siempre se habló de que era hijo bastardo del conde de Barcelona, Don Juan, el padre del rey Juan Carlos I. Él lo recalcaba un poco para engrandecer su leyenda, y muchas veces le decía a la gente de Carboneras que sí. Lo cierto es que él se llevaba muy bien con él, estuvo en Estoril [en villa Giralda, la casa de Juan de Borbón] y me consta, por personas cercanas, que iba a Madrid a tomarse el té con la reina Sofía cuando aún era princesa”, revela Gurillo.
Carlos de la Rica tiene una foto con el conde de Barcelona oficiando una misa con él pero, además, frecuentaba mucho su querida ciudad condal donde alguna vez incluso ofició una misa en catalán. Él mismo declaró en la entrevista de Con las manos en la masa, “mi familia vivía en Barcelona”.
Según una publicación del diario ABC de 2012, el rumor surgió porque el padre de Carlos de la Rica (no el Borbón, sino el otro), era “un militar de confianza del que sería, de no existir Franco por medio, el rey Juan III. Ya conocemos la leyenda de esa cierta inclinación de algunos de los Borbones varones: guapa mujer del militar, con los que el heredero de la Corona e hipotético monarca pasaba muchos ratos, etc.”
Sin embargo, en la misma publicación, su autor Amador Palacios duda de la fiabilidad de este relato pues, aunque el mismo protagonista nunca lo negó, sí se conoce que el padre era militar pero liberal y progresista, afín al republicanismo.
“En los primeros meses de la guerra sucumbió víctima de las tropas moras aliadas al bando nacionalista, ignorándose el paradero de sus restos”, se puede leer en el mismo diario. Quizá, esto explicaría las ideas de izquierdas del párroco y su repulsión al franquismo ya que “jamás consintió en rogar a Dios en ‘sus misas’ por el que calificaba como ‘El innombrable’”.
También fue un hombre de mundo pues, además de dar misas en Barcelona e incluso otros países, fuentes cercanas a esta historia aseguran que existen unas cartas con el papa Juan XXIII que la iglesia no habría hecho públicas. De hecho, Santo Domingo de Silos también hay una imagen del pontífice no muy lejos de la de los Beatles.
Carlos de la Rica yace en el cementerio de Carboneras de Guadazaón junto a su madre, rodeado de pequeñas esculturas realizadas por él mismo. “Adoraba a los pájaros, si vas a la iglesia de Santo Domingo de Silos vas a ver que el pájaro está representado en cualquier figura. Simboliza la pureza y la bondad, representa los valores de San Francisco”.
Cómo visitar la iglesia del mural de los Beatles
La iglesia de Santo Domingo de Silos está situada en el corazón de Carboneras de Guadazaón, en la plaza homenaje a Carlos de la Rica. En ella se realizan oficios, por lo que podemos visitarla en horario de misas:
Domingos y festivos: 12:30h
Miércoles a viernes: 18:00h
Sábados y víspera de festivo: 18:30h (invierno), 19:30h (verano)
De otra manera, habría que ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Carboneras pues, según David Gurillo: “Ellos ponen a disposición una persona para enseñarla. Tampoco tienen un grueso para establecer visitas guiadas”.
Actualmente, las pinturas están algo deterioradas pues el material que se utilizó no era de una calidad óptima. “Estamos intentando, como hemos mencionado en algunos programas de radio, involucrar a las administraciones o instituciones para que sufraguen el coste de la restauración. Por lo que sabemos, el Obispado de Cuenca hizo una valoración estimada de unos 36 mil euros”, explica Gurillo. Hasta el momento, tanto la diputación como la junta no se han pronunciado.
Antes de abandonar Carboneras de Guadazaón recomendamos visitar también el panteón de los marqueses de Moya, situado a las afueras del pueblo, junto a la N-420. Solo abre durante la semana, pero en él también se puede ver alguna obra de Carlos de la Rica.
Y es que, si Carboneras es ese lugar que se recordaría toda la vida, aunque haya cambiado, Carlos de la Rica es el que ha dejado uno de los legados más importantes para el pueblo. Él se ha ido, pero su arte aún sigue vivo.
El pueblo de cuento cuya iglesia tiene un mural de la UNESCO
Situado al sur de Cuenca, Alarcón es como un pueblo Disney con acceso medieval
De skate-park a bar: nuevos usos en antiguas iglesias desacralizadas
Nuevos usos culturales para antiguas iglesias: skate-park, sala de conciertos, restaurantes, etc.