El otoño es un momento mágico para descubrir parajes rurales. Y es que la naturaleza adquiere unas tonalidades ocres y rojizas de gran belleza y es el momento en el que muchos de sus árboles dan sus frutos. Te invitamos a conocer una Extremadura extraordinaria con unos planes muy originales y para todos los gustos: deporte para oxigenarse, relax y desconexión en un templo termal, acercamiento al mundo animal a través de sus cortejos, visitas a verdaderos museos artísticos al aire libre… y mucho más.
Otoño Mágico y otros festivales
Estos meses están llenos de propuestas lúdicas, culturales y gastronómicas para dar la bienvenida al otoño, reencontrarse con la naturaleza y saborear productos locales en Extremadura.
El calendario está repleto de eventos, entre los que destacan el Otoño Mágico del Valle del Ambroz, recientemente declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional; La Otoñada del Valle del Jerte; y el Mes de las Reservas de la Biosfera de Cáceres (Monfragüe y Tajo Internacional), que se celebra del 2 al 30 de noviembre. Estas citas programan actividades para todos los públicos, desde rutas de senderismo a jornadas gastronómicas.
Vías Verdes a pie o en bici
Aparca el coche y conoce el entorno natural de Extremadura a un ritmo pausado, al que te lleven los pies, ya sea caminando o en bicicleta. Para ello, te proponemos recorrer alguno de los cuatro Caminos Naturales Vías Verdes de la región, que suman un total de 170 kilómetros. Una experiencia única que te acerca atractivos culturales, patrimoniales y gastronómicos siguiendo antiguos trazados ferroviarios en desuso o que nunca llegaron a utilizarse y que han sido acondicionados para el turismo activo. Estos son los recorridos:
- Camino Natural Vía Verde de la Plata, de Navalmoral de Béjar (Salamanca) a Plasencia (66 kilómetros): Pasa por impresionantes paisajes de robles y castaños que son especialmente espectaculares en otoño, así como por enclaves de interés como Hervás, con uno de los barrios judíos mejor conservados de España.
- Camino Natural Vía Verde de Monfragüe, en Malpartida de Plasencia (17 kilómetros): Es una de las puertas de entrada a este Parque Nacional y Reserva de la Biosfera, con dehesas con gran biodiversidad.
- Camino Natural Vía Verde Vegas del Guadiana, de Villanueva de la Serena a Logrosán (56 kilómetros): Discurre por dehesas, humedales, campos de cultivo y espacios naturales protegidos como el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, un auténtico paraíso para los amantes del turismo ornitológico.
- Camino Natural Vía Verde de La Jayona, de Fuente del Arco a Azuaga (30 kilómetros): Nos acerca a paisajes de dehesas, campos de cultivo y olivares, así como una vieja explotación minera de hierro abandonada y que hoy es visitable (el Monumento Natural Mina La Jayona) o la “Capilla Sixtina extremeña”, que es como se conoce a la Ermita de la Virgen del Ara por sus frescos.
Grullas y astroturismo
En Extremadura todo lo que nos rodea es extraordinario: el entorno natural, pero también el cielo, que tiene un gran protagonismo especialmente en otoño. Y es que mirando hacia arriba sabremos que ha llegado esta estación del año si vemos y escuchamos el característico trompeteo de las grullas surcando el firmamento.
En otoño, entre 120.000 y 130.000 ejemplares procedentes del norte de Europa se asientan en Extremadura para pasar el invierno. Algunos de los mejores lugares para ver este espectáculo de la naturaleza son la comarca de Miajadas-Trujillo, Vegas Altas del Guadiana, Navalvillar de Pela y La Siberia, además de los embalses de Los Canchales, Borbollón, Valdecañas y Gabriel y Galán. Te recomendamos aprovechar para hacer una ruta ornitológica de la mano del Club Birding de Extremadura.
Además, vale la pena acudir al Festival de las Grullas en Navalvillar de Pela, un evento para dar la bienvenida a estas aves y que está repleto de talleres y actuaciones. En 2024 se celebrará el 7 de diciembre.
Por otro lado, Extremadura tiene uno de los cielos más oscuros de Europa, sin apenas contaminación lumínica y con muchos días despejados, lo que la convierte en una región ideal para contemplar estrellas y planetas. Apunta tres lugares certificados como destinos Starlight: la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, los municipios del entorno de Alqueva y Las Hurdes. Junto con El Chorrerón, primer paraje Starlight de Extremadura. Enclaves perfectos para soñar despierto.
Rutas a motor entre dehesas, sierras y valles
Si te gusta viajar a tu aire y sin prisas por la carretera, descubriendo paisajes rurales, ciudades y pueblos con mucha historia, las carreteras de Extremadura son un espacio ideal para ello, sin aglomeraciones. Hay campings y áreas de servicio y pernocta en más de 50 municipios y carreteras secundarias que transitan por parajes inolvidables.
Además, han preparado 12 rutas a motor. Es difícil quedarnos con alguna, la de Plasencia, Valle del Jerte y La Vera nos espera con una naturaleza exuberante y con mucha presencia de agua, así como al Monasterio de Yuste; y la de Sierra de Gata y Las Hurdes nos acerca una panorámica espectacular del meandro del río Alagón en El Melero.
Rutas Gastronómicas Sostenibles
Extremadura es una región con una rica gastronomía, en la que destacan productos como el queso, el aceite, el jamón ibérico ‘Dehesa Extremadura’, el vino y el cava Ribera del Guadiana. Además de degustarlos, puedes participar en experiencias únicas como ser pastor por un día; un paseo por la dehesa para conocer cómo viven los cerdos y visitar un secadero de jamón; visitas a viñedos y olivos centenarios, así como a sus bodegas y almazaras.
En definitiva, inmersiones gastronómicas muy especiales para saber de dónde viene lo que comemos y descubrir el mimo con el que se trata el producto local.
Templos de la cocina extremeña
En Extremadura podemos comer bien en muchos restaurantes. Entre todos, destacan los que han sido reconocidos por la guía Michelin, como Atrio en Cáceres, Versátil en Zarza de Granadilla o Hábitat Cigüeña Negra en Valverde del Fresno, pero también otros con una cocina muy arraigada a la tierra como El Palancar en Pedroso de Acím o Corral del Rey en Trujillo.
Toma nota de algunos de los platos más típicos de Extremadura: las migas extremeñas, la chanfaina extremeña, las croquetas de queso Torta del Casar o el frite de cordero.
Un legado cultural lleno de tesoros ocultos
Extremadura alberga en su territorio joyas históricas como el conjunto megalítico de Valencia de Alcántara, con 41 dólmenes datados en el Neolítico y la Edad del Cobre con rutas señalizadas para recorrerlos; el impresionante teatro romano de Medellín; el Monasterio de Tentudía, uno de los exponentes del arte mudéjar español más bonitos; o el Castillo de Belvís de Monroy, una imponente fortaleza del siglo XIV. Son solo algunos ejemplos de las maravillas poco conocidas que hay en la región.
Recorrer la Extremadura “de cine”
Extremadura ha sido el plató de muchos rodajes de series y películas. Este otoño puedes viajar por las escenas de Juego de Tronos, La Casa del Dragón, La Catedral del Mar, Isabel o Los Señores del Acero paseando por la ciudad de Cáceres. Además, el Real Monasterio de Guadalupe ambientó la mítica película El pequeño ruiseñor de Joselito.
La ciudad de Mérida acogió en los 80 el rodaje de Los Santos Inocentes de Mario Camus. Más recientemente, Trujillo albergó escenas de 1492, La Conquista del Paraíso de Ridley Scott. Otro enclave “de cine” de Extremadura es la villa de Granadilla, donde acaba el film Átame, de Pedro Almodóvar.
Un museo al aire libre
Diferentes puntos de Extremadura han convertido fachadas con más o menos encanto en auténticos museos al aire libre, con murales artísticos muy creativos. En el pequeño pueblo de Romangordo tienen más de 100, de los cuales muchos son trampantojos que rinden homenaje a las costumbres y oficios tradicionales.
Numerosos pueblos de Cáceres han decorado sus paredes con mensaje social a través de la iniciativa ‘Muro Crítico’, similar al proyecto ‘Fachadas con Vida’ de Sierra de Gata.
Turismo termal
Para acabar, te proponemos un plan para descansar y desconectar. En Extremadura hay seis balnearios con nombre propio: El Raposo, con tratamientos con lodos; El Salugral, con tratamientos dermatológicos o mesoterapia; Fuentes del Trampal, con coberturas y masajes corporales; envolvimientos revitalizantes con cerezas o algas en Valle del Jerte; Baños de Montemayor, con tratamientos reumatológicos y respiratorios; y las termas romanas de Alange, con terapias relajantes y declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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