44 Alojamientos cerca de O Cebreiro

Si sigues la senda del Camino de Santiago por Galicia, pocos lugares te parecerán tan singulares y entrañables como O Cebreiro, una parroquia del municipio de Pedrafita do Cebreiro en la comarca de Os Ancares y la provincia de Lugo (a 50 minutos de Lugo capital).

O Cebreiro recibe los peregrinos que cruzan el umbral gallego del Camino de Santiago Francés, y les ofrece, por todo lo alto (a 1.300 metros de altura), instantáneas de un mundo rural auténtico. El peregrino deberá abrir y cerrar una verja para no dejar un camino de tierra que le llevará a su próximo y pequeño destino, mientras le acompañan rebaños de ovejas y le da la bienvenida un conjunto de pallozas...

Para llegar a este reducto prerrománico, te será muy útil tu coche y salir en busca de la A-6 o la N-VI. Si optas por el transporte público, un autobús puede llevarte a Pedrafita do Cebreiro desde varias ciudades españolas, por ejemplo Lugo y la castellanoleonesa Ponferrada, a las que podrás bajarte en tren si vienes de más lejos. Finalmente, hasta la aldea de O Cebreiro, te quedarán 4,3 kilómetros, que deberás hacer a pie o en taxi.

Lo que te va a encandilar

Los peregrinos que no empiezan aquí su travesía han tenido que superar antes una dura pero bella subida (si la haces motorizado... ¡eso que te ahorras!, aunque a fuego lento, paso a paso, el entorno sabe mejor). Pero, tras esto, hay recompensas para todos:

• Caminar sobre el empedrado de la única calle de la parroquia (con tanta hermosura, se basta y se sobra).
• Tratar a los cebreiregos. En abiertos y hospitalarios no les gana nadie.
• Las típicas pallozas: viviendas prerromanas habitadas durante milenios (por familias y ganado) y que ahora configuran un peculiar museo al aire libre. Y, de hecho, una de ellas es el Museo Etnográfico. Son de origen celta y estructura circular, y tienen cubierta de paja.
• La iglesia prerrománica de Santa María la Real: la más antigua del Camino Francés. Sus campanas repicaban en invierno para orientar a los peregrinos entre la niebla.
• Un afamado Santo Grial que obra milagros.
• Una hospedería y un hospital del siglo IX para peregrinos.
• Las vistas de postal, en un frondoso contraste de picos y valles. Desde el promontorio Tesón da Cruz, del monte de Pozo da Area, recogerás una hermosa perspectiva de la aldea y de parte de la comarca. Podrás sentarte junto a una cruz que se clavó en 1972 para rodar la película La flor de la santidad. Los peregrinos fueron incrustándole monedas y una nueva cruz ocupa su lugar recibiendo el mismo ritual.
• El monumento a los peregrinos conocido como “monumento al gaiteiro”. Y es que cuenta la leyenda que un romero alemán que se había perdido por estas montañas logró llegar a O Cebreiro siguiendo el sonido de una gaita.
• La Romería de la Virgen de O Cebreiro y del Santo Milagro (8 y 9 de septiembre).

El milagro del Santo Grial

Por los siglos de los siglos O Cebreiro ha acogido multitud de peregrinos, sea por el Camino de Santiago o por el milagro que se le atribuye (en el siglo XIV) relacionado con el Santo Grial:

Dicen que un día un feligrés de la aldea de Barxamaior desafió un fuerte temporal de nieve para acudir a misa. El monje que la oficiaba, cuando lo vio llegar, se burló de él diciendo: “Cual viene este otro con una tan gran tempestad y fatigado a ver un poco de pan y vino.” Pero en ese instante se obró el milagro: el pan se convirtió en carne de Cristo y el vino, en  su sangre. Y la imagen de la Virgen del altar mayor inclinó la cabeza como muestra de adoración.

El cáliz que se guarda en la iglesia es el que está representado en el escudo de Galicia. Y se dice que monje y feligrés están enterrados juntos al lado del altar del milagro.

Momentos para tu visita

En invierno puede que te reciba la niebla, la nieve o una fuerte helada, factores que añadirán dosis de misterio o de magia al encanto que la aldea ya tiene de por sí. Y que a la vez te harán valorar mucho más tu estancia una vez estés resguardado y calentito con una lumbre delante.

En verano muchos peregrinos establecen esta parroquia como final de etapa, por lo que se concentra más gente de lo habitual. Así que, quizás, las épocas más recomendables para disfrutar de este entorno son primavera y el mes de septiembre.  

“Preparando una gran invasión desde Francia”

Último tercio del siglo XX. La Guardia Civil para a un hombre en los Pirineos. Lleva un bote de pintura amarilla y está dibujando flechas. Le preguntan qué está haciendo y él contesta lo de más arriba. En el cuartel tiene ocasión de aclararlo todo.

Ese hombre era Elías Valiña. Nacido en Sarria. Párroco de O Cebreiro. Tuvo un papel fundamental en la recuperación y dinamización del Camino de Santiago después de un declive paulatino. Murió en 1989. Su sepultura se encuentra en la misma iglesia y, fuera, lo inmortaliza una estatua.  

¡156 kilómetros!

Esta es la distancia que te separa como peregrino del abrazo que quieres darle al Santo. O, en otras palabras: son los kilómetros que hay de la parroquia de O Cebreiro a la ciudad de Santiago de Compostela.

Este es un inmejorable punto de partida para llevarte un buen pedazo de Galicia en la mochila. Y, por trozo recorrido, te aseguras cumplir con uno de los requisitos para obtener la Compostela: cubrir a pie o a caballo los últimos 100 kilómetros. Si tu idea es ir en bicicleta tendrás que empezar un poquitín antes para alcanzar el mínimo de 200 kilómetros.

Queixo do Cebreiro

Si no te había conquistado ya, lo acabará de lograr por el estómago... Es manjar obligado su queso: tiene toda una Feira do Queixo do Cebreiro (abril) dedicada a él. Y luego ya puedes meterte de lleno en su cocido, su empanada, su pulpo... y sus postres artesanales: que saben a castañas, nueces y miel.