En la provincia de Málaga hay miles de experiencias para quienes buscan el contacto con la naturaleza y los espacios abiertos lejos de los ambientes más playeros de su costa. Basta mirar hacia el interior para disfrutar de una gastronomía singular y rica, de la tranquilidad y la calma, de la desconexión, del espíritu auténticamente serrano. Hay mucho que hacer y ver en el interior de Málaga: hay desfiladeros apasionantes, balcones naturales para ver atardeceres mágicos, secretos románticos que descubrir, tradiciones que conocer, pueblos blancos de postal por donde pasear y mucho arte que disfrutar.
Emociones fuertes en el Caminito del Rey
Situado entre los municipios de Álora, Ardales y Antequera, este sendero que comenzó su historia como camino de servicio para una de las primeras centrales hidroeléctricas del país acabó en abandono hasta su remodelación en 2015. Desde entonces, el cañón de paredes verticales que parecen haber sido cortadas a plomo por algún ingenio humano se ha convertido en la atracción de turismo activo de Málaga con más peso internacional. Excavado por el paso del río Guadalhorce, tiene en sus tramos más angostos apenas diez metros de anchura y alcanza más de 400 metros de altura. Con un recorrido total de casi 8 kilómetros, son los últimos 3 kilómetros de pasarelas aéreas los que lo han hecho famoso.
El Saltillo: nuevas experiencias de vértigo
La Gran Senda de Málaga es un universo natural y cultural en el que aguardan muchos secretos por descubrir, uno de ellos se encuentra en la séptima etapa y se ha convertido en un plan delicioso para quienes busquen algo de acción. Se trata de la ruta senderista de El Saltillo, un trayecto vertiginoso que transcurre igualmente entre desfiladeros y que tiene el honor de poseer uno de los tres puentes colgantes más largos de España en espacios naturales: el puente que une la localidad de Sedella y Canillas de Aceituno. El Saltillo se extiende a lo largo de 50 metros uniendo ambos extremos de un acantilado, consta de 1,20 metros de ancho y está tendido a 62 metros sobre el cauce del río Almanchares y ya se le conoce popularmente como el Caminito del Rey de La Axarquía.
100 % desconexión rural
Es muy probable que buscando El Acebuchal uno se pase el pequeño desvío que hay que tomar para llegar al destino. Y ese es precisamente parte de su encanto, el de ir a un lugar apartado de todo y todos que bien podría servir de arquetipo cuando alguien se imagina un lugar donde desconectar totalmente. El Acebuchal está en medio de un espectacular valle del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, en el término municipal de Cómpeta (aunque se llegue con mayor rapidez desde la vecina Frigiliana). Hoy nadie lo diría porque luce perfecta en todos sus rincones pero esta pequeña aldea fue destruida durante la dictadura de Franco en 1950 porque servía de refugio para los maquis. Luego quedó abandonada y fue cayendo en ruinas hasta que despertó en 1998. Desde que se restauró por completo con alojamientos rurales se ha convertido en un lugar ideal para disfrutar de las vacaciones en contacto con la naturaleza. Dada la ubicación que tiene, es una buena base para los amantes del senderismo.
Viajar en el tiempo en el Torcal de Antequera
Las caprichosas formas de las rocas del Torcal de Antequera, Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco junto a los dólmenes de Menga y Viera, el tholos del Romeral y la Peña de los Enamorados, componen uno de los parajes naturales más singulares del mundo. El Torcal es una suma de columnas y oquedades que tienen su origen en el depósito de esqueletos y caparazones de los animales marinos que habitaban las aguas saladas de un mar prehistórico y que se fueron posando sucesivamente en su fondo para luego, con el paso del tiempo, ser labradas por la erosión del viento y del agua. Quienes deseen experimentar la potencial capacidad de ensoñación del lugar pueden seguir algunos de los tres senderos que se adentran por este singular laberinto pétreo.
De pasas y vinos dulces
La conocida como “agricultura heroica” acapara todo el protagonismo en La Axarquía con sus viñedos ubicados en empinadas laderas. Este es un territorio apasionante para los amantes del vino y de la gastronomía porque, además de un amplio catálogo de vinos tintos, blancos y rosados, podrán disfrutar de uno de los mejores moscateles de España. Vinos dulces excelentes que nacen de suelos pizarrosos y de cepas bendecidas por el sol y secadas por las brisas del mar. Una “Ruta de la Pasa Moscatel” permite recorrer pueblos de larga tradición de este licor como son Moclinejo, Almáchar, El Borge y Cútar. Son los pueblos blancos con las “mejores pasas del mundo”, pasas con Denominación de Origen Málaga. Seguro que en una cata a ciegas cualquiera podría distinguir estas pasas de cualquier otra por su sabor y su textura.
Pueblos blancos de Málaga
Los amantes de la mejor arquitectura popular andaluza encontrarán en la provincia de Málaga una buena cantidad de localidades encantadoras dentro de la conocida Ruta de los Pueblos Blancos. Precisamente fue Ronda una de las pioneras en destacar dentro de este itinerario turístico y cultural que se adentra también por tierras malagueñas. Entre los paisajes evocadores de vides y olivos aparecen pueblos donde los vecinos siguen cuidando de sus casas con primor, las encalan todas las primaveras y las llenas de geranios para lograr un toque de color. Son pueblos como Cómpeta, Salares, Sedella, Canillas de Aceituno, Montejaque y Benaoján, Jimera de Líbar los que hay que marcar bien en el mapa para recorrerlos con la pausa que merecen.
Aventura en la tirolina de Comares
En los pueblos blancos de Málaga no solo se encuentra descanso y belleza rural, también los adictos a la adrenalina y las emociones fuertes pueden tener su plan. A Comares se le conoce como el Balcón de la Axarquía por su privilegiada ubicación. Este bello “Pueblo Mágico” -el cuarto en la comarca con esta designación- goza de una amplia panorámica que va desde las cumbres de las sierras de Alhama y Tejeda hasta el Mediterráneo. Su ubicación sobre un abrupto cerro le ha permitido tener la tirolina más grande de España en anclaje natural: 436 m de longitud y más de 110 de altura. Además, el entorno natural de grandes paredes verticales hace que posea otro atractivo para los amantes de las alturas: tres vías ferratas excelentes.
Parque Nacional Sierra de las Nieves
Un verdadero tesoro medioambiental, eso es lo que encontrará el viajero que se interne en el Parque Nacional Sierra de las Nieves. Y es que las 23.000 hectáreas del más nuevo de los integrantes de la red española de parques nacionales alberga el mayor pinsapar (un tipo de conífera endémica y amenazada) de la geografía española, picos como el Torrecilla que rozan los dos mil metros de altura y una gran cantidad de quejigares, pinares, sabinares, alcornocales y encinares. Distinguido también como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) dentro de la Red Ecológica Europea Natura 2000, cuenta con una amplísima diversidad de especies de aves y fauna terrestre, miles de senderos, y deliciosos pueblos blancos. Aparte de la riqueza natural que atesora, otro de los principales argumentos para visitarlo son sus gentes y sus deliciosos pueblos blancos
Paseo romántico por Ronda
Rilke pasó por Ronda en el invierno de 1912 y quedó fascinado por aquella, tal como describió, pequeña ciudad “atalayada de un modo fantástico”. No era para menos, a su llegada se encontró con una población al borde de un abismo de vértigo que hoy sigue despertando la misma fascinación. No fue hasta la segunda mitad del siglo XVIII cuando Juan Martínez de Aldehuela logró unir con un prodigio de ingeniería y de belleza a la ciudad vieja y a la nueva como es el espectacular Puente Nuevo, en la actualidad todo un símbolo de la ciudad y mirador privilegiado desde el que se divisan las crestas de las sierras de Grazalema y las Nieves durante los atardeceres románticos del lugar. Tanto el legado de los grandes viajeros que pasaron antes, como su ilustre pasado romano y árabe, su larga tradición vinícola y su patrimonio natural convierten a Ronda en el destino para una escapada rural perfecta.
Genalguacil, un pueblo-museo
Vale que la ciudad de Málaga se ha situado como uno de los epicentros artísticos del sur de España, pero no todo el arte se acaba con el Centro de Arte Contemporáneo, Pompidou, Picasso, La Térmica y la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo/Málaga. En Genalguacil hay también una gran cantidad de dosis artística. Desde la Fundación ‘Genalguacil Pueblo Museo’ lo llaman arte contra la despoblación y para el repoblamiento. La voluntad de reinventarse llevó a los habitantes de esta localidad a albergar diferentes eventos artísticos que convierten a sus calles con el paso del tiempo en auténticas galerías de arte al aire libre y muchas de sus casas son talleres de artistas. Es una gozada recorrer las calles mientras uno se va dejando sorprender por las diferentes obras instaladas en diferentes rincones del pueblo.
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7 comentarios
Comares debe ser un pueblo muy bonito, no lo dudo. Pero la foto que aparece aquí, lamentándolo mucho, no es Comares, ES LA TORRE DE LA VELA DE LA ALHAMBRA, CON EL ALBAICÍN AL FONDO.
¡Qué fallo! ¡La foto de Comares es de la Alhambra con el Albayzín de fondo!
En la Alhambra hay una Torre de Comares, pero tampoco es la de la foto…
Me encantaría conocer MALAGA
Visitala en verano y disfruta de sus noches cálidas a la vez que te embriaga el olor a jazmin por sus jardines..
Te lo dice Javier
Pasar unos bonitos días conociendo una bonita ciudad
La foto que han puesto de Comares no es Comares, es Granada.
Siiii, a mi también me encantaría… También es la zona donde está la ruta de los pueblos blancos!!!