La búsqueda de mensajes escondidos, guiños a los adultos y dobles sentidos en las películas infantiles de Disney es incesante. Cada cierto tiempo aparecen sesudos análisis de investigadores aficionados respecto a tal o cual fotograma que desvela un nuevo misterio de la factoría de animación. Esto se añade a la pila de teorías que se han ido acumulando a lo largo de los años y que nadie se ha ocupado de desmentir.
El propio fundador de la empresa que lleva su nombre está rodeado de misterios e hipótesis que vaticinan su descongelación cuando la ciencia haya conseguido devolver la vida a los muertos, entre otras. Sus películas son máquinas de generar sueños y su existencia no tiene por qué ser menos.
Por supuesto, también hay indicios de su vinculación con España o, al menos, leyendas. Una de las más extravagantes es la que dice que el cineasta norteamericano en realidad era de Mojácar y no de Chicago como dice su biografía oficial. En el pueblo de Almería están convencidos de que la historia es real –quién no lo querría– y hasta han montado la asociación Walt was here.
Estos supuestos orígenes nunca se confirmaron y, de hecho, Escapada Rural se supuso en contacto con la nieta del director, Abigail Disney, que no tenía ni idea de esta astracanada. “So funny. No. As far as I know, he was born in a house in Chicago” (Muy gracioso. No. Hasta donde yo sé, él nació en una casa en Chicago)”, respondió.
Hay otra idea que no está ligada con la vida de Disney pero sí con una de sus producciones: Blancanieves y los siete enanitos, el primer largometraje de la factoría que se estrenó en 1937. Su historia es bien conocida (después de casi cien años, no hay lugar para spoilers. Quien no la haya visto llega claramente tarde).
Blancanieves es una joven bellísima que vive en un castillo con su madrastra la Reina Malvada, quien tiene un espejo mágico que cada día le dice que es la más bella del pueblo. Pero un día cambia su respuesta y la más guapa es su hijastra. Todo se complica, Blancanieves tiene que huir, se refugia en la casa de siete enanitos que la ‘contratan’ como asistenta, muerde una manzana envenenada por la bruja, muere y revive con un beso de amor verdadero que le da el príncipe salvador.
El tema está en que algunos espectadores han señalado el parecido del castillo de la Reina Malvada con el Alcázar de Segovia, que es uno de los lugares más visitados del país. Tanto el edificio verdadero como el de la ilustración están erigidos en lo alto de un cerro y poseen un puente levadizo. La construcción castellano–leonesa tiene una torre del homenaje muy alta, un foso, dos torres y dos patios. Data del siglo XII, aunque según la web oficial: “Es probable que la fortificación existiese ya en tiempos de la dominación romana, pues se han encontrado sillares de granito análogos a los del acueducto”.
A lo largo de los siglos ha servido como fortaleza, palacio, prisión y el Real Colegio de Artillería. Fue el rey Alfonso X ‘el sabio’ quien convocó las primeras Cortes en el edificio en el año 1256. Con el paso del tiempo y de los gobernantes, el edificio fue sometido a remodelaciones -sobre todo internas-, que llegaron a lo más alto en tiempos de Enrique IV. Su sucesora Isabel I la Católica también residió allí y, de hecho, salió de él para ser proclamada reina de Castilla en la plaza mayor de Segovia. Además de ser un edificio militar e institucional, durante los reinados de Felipe IV y Carlos II, hizo labores de cárcel.
Además de la espectacularidad de su exterior, el Alcázar esconde maravillas en su interior: un jardín geométrico, el salón de Reyes, el artesonado impresionante de la sala de trono y de la sala de galera, los zócalos, el retrato de la Sagrada Familia y un museo de armaduras con piezas fabricadas en España sobre 1900. Es uno de los lugares de España que deben de estar en todas las rutas, especialmente en las de los amantes de ‘lo medieval’.
El cortometraje que se desarrolla en España
La factoría Disney nunca ha dejado claro si es el castillo de Blancanieves y no hay registros de que Walt pasara por el país más allá de para visitar a su amigo Dalí a Port Lligat, veinte años después del estreno de la película. Hay quien dice que el castillo parece más el de la Cenicienta que el de Blancanieves y quizá no vayan demasiado desencaminados, al menos, según otra leyenda. Se dice que en los años 60 del siglo XX, ilustradores de la empresa viajaron a Europa en busca de inspiración para la vivienda de esta princesa comandados por Herb Ryman, que estaba fascinado con la arquitectura europea.
En la residencia de la princesa del zapato perdido se pueden encontrar trazas del castillo de Neuschwanstein (Baviera), los franceses Chenonceau, Chambord y Chaumont, el polaco Moszna y, para algunos, el Alcázar de Segovia. Todos ellos pueden haber servido de ‘sugerencia’ también para el castillo de la Bella Durmiente, pero la compañía solo ha admitido que ‘los grandes castillos de Europa’ han sido referentes a la hora de diseñar los suyos, pero no ha especificado cuáles ni si el Alcázar es uno de ellos.
Lo que es realmente llamativo es uno de los dibujos del libro El cuento de Ferdinando, del escritor Munro Leaf y el dibujante Robert Lawson, publicado en 1936. De carácter pacifista y anti-taurino, se prohibió en la España fascista así como en otros en los que la misma ideología estaba haciendo mella. Walt Disney lo adaptó al cine en 1938 y fue nominado al Oscar al Mejor Cortometraje Animado en 1938. Sus localizaciones están situadas en Ronda –aunque se supone que llevan al pobre Ferdinando a Madrid para una corrida de toros– y ganó el Oscar al Mejor Cortometraje de Animación.
El caso es que el cuento empieza con la frase “Once upon a time in Spain” (Érase una vez en España) y el dibujo de un castillo construido en lo alto de un acantilado, con una torre del homenaje alta y otra terminada en pico que recuerda al castillo de Blancanieves y, por tanto, al Alcázar de Segovia. ¿Tuvo algo que ver? ¿Fue Lawson quien pensó en el edificio español antes? ¿Se inspiró Disney en Lawson creando una cadena de inspiraciones que nacieron en el Alcázar de Segovia o este nunca estuvo en el juego?
Nunca se sabrá y quizá sea mejor así, porque a veces es más divertido ejercitar la imaginación que saber la verdad en asuntos inocuos como este.
“Walt Disney nació en Mojácar”
“Walt Disney nació en Mojácar y se llama José Guirao Zamora. Así lo aseguran el cura y el alcalde”, publicó la revista cinematográfica española Primer Plano en los años 40. El reportaje, que abría la caja de Pandora, iba acompañado de varios de sus dibujos, una foto de la antigua casa de la supuesta madre española y otra de mayor tamaño sobre Mojácar.
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2 comentarios
Interesante. Me permito sugerirle una corrección de tipo histórica: no hubo España fascista sino franquista (fascismo es un movimiento italiano que se usa a menudo de forma errónea o despectiva, impropia de un blog como éste, y es un término análogo al nazismo, el comunismo o el socialismo que tanto tienen en común entre sí).
Saludos y gracias por el artículo.
Sí, muy buena aproximación a las curiosidades más interesantes del Alcázar.
Muchas gracias por la info.