Hay que imaginarse a Antoni Pelliser en la villa de Sant Salvador de Toló (Pallars Jussà, Lleida) con su rebaño, que es su forma de vida, recibiendo la noticia de que 40 de sus cabras pertenecen a una especie autóctona que se daba por extinguida desde el 2005.
La Asociación Slow Food ha sido la encargada de elaborar un proyecto de conservación con 22 de las 40 cabras de esta raza considerada ancestral: la cabra catalana del Montsec. El proyecto, además, incluye apadrinamientos y producción de leche autóctona.
«Los hombres que miraron fijamente a unas cabras»
El ganadero de esta pedanía de Sant Salvador de Toló ha conservado, sin tener noticia de ello, la raza de cabras auténticamente catalana.
Porque el ganado familiar ha permanecido por la Sierra del Montsec sin mezclarse con otros ejemplares y porque las descripciones bibliográficas y recursos fotográficos así lo avalan, parece que ya se puede confirmar su autenticidad. Aunque no pueden conseguirse por vía ADN las pruebas científicas de ello, ya que no se recogieron muestras anteriores a su «extinción».
Hasta el pasado siglo, la especie se extendió sin peligro sobre los territorios de la Vall d’Aran hasta los de la Plana de Lleida. El descubrimiento de la Asociación Slow Food ha permitido proyectar un plan de actuación para preservar la especie.
Proyecto de conservación
Slow Food, pues, ha adquirido 22 de los 40 ejemplares redescubiertos para garantizar su conservación. A principios del mes de abril, miembros de la asociación y el propio pastor trasladaron a las cabras hasta el término de Vilanova de Meià (Noguera). Y es aquí donde comienza la «fase más delicada», como asegura Gerard Batalla, miembro de Slow Food.
Acostumbradas a pastar en las montañas, los nuevos ejemplares tendrán que superar la fase de adaptación en sus nuevas condiciones de granja. Finalizado el trance, Slow Food comenzará un proceso de cría y selección con el doble objetivo de conservar la especie y estudiar la calidad de la leche (en un futuro se podría producir queso de cabra catalana).
Por último, la asociación proyectará en breve una campaña de apadrinamiento para financiar el proyecto, imitando la estrategia llevada a cabo con el burro catalán en años anteriores.
Más información | Artículo de El Periódico
