Castril, una joya escondida en Granada

Perfil Carmen López, periodista

Escrito por

02.05.2025

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6min. de lectura

Castril, en Granada. Por Heiko Köhrer-Wagner.
Castril, en Granada. Por Heiko Köhrer-Wagner.

Ya desde el Neolítico, la peña de Castril ha sido un lugar estratégico para los habitantes de la zona. Este promontorio, que alcanza los 890 metros de altura sobre el nivel del mar, fue un punto de defensa estratégico durante siglos en el Altiplano de Granada. Poco a poco, en su ladera se edificó el pueblo que ahora vive bajo su cobijo. Actualmente, ya no cumple esa función de resistencia bélica, pero las huellas que los humanos han dejado a su paso le han dotado de un valor histórico digno de las miles de visitas que recibe al año. 

La localidad forma parte de la sierra de Castril, declarada parque natural en 1989 y que linda con el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Su monumento más reconocido es el castillo, en cuyo punto más alto está la imagen del Sagrado Corazón que otea el paisaje (y protagoniza las fotografías de los turistas). Los romanos habían montado allí un castro en su época –de ahí el nombre del pueblo–, pero fueron los almohades quienes empezaron la construcción de la fortaleza en el siglo XI. Sea como sea, la estructura actual es de los nazarís.

Un lugar estratégico

Vista aérea de Castril. Por Alex Kiriuchkov.
Vista aérea de Castril. Por Alex Kiriuchkov.

Castril fue el escenario de la lucha entre cristianos y musulmanes durante años. Era un punto importante, ya que desde allí se podían controlar los pasos hacia Murcia y Cazorla. Por ello, en 1488, los Reyes Católicos se hicieron con el control definitivo. Don Hernando de Zafra fue el receptor del castillo y su territorio en calidad de secretario real. Desde ese momento, el recinto se utilizó como instalación militar hasta que, en 1838, cuando terminó el señorío iniciado por los monarcas, se le dejó de dar uso ‘oficial’. A partir de ahí, los vecinos del pueblo lo utilizaron de cementerio y de cantera para otros edificios.

Como es lógico, el lugar se fue deteriorando hasta que, en 1998, se procedió a una primera intervención. En ella se recuperaron un aljibe y unas escaleras que llevaban a la torre del Homenaje.

Los restos de un castillo incrustado en la roca

Entre los años 2011 y 2013, se llevaron a cabo diversas labores de rehabilitación que recuperaron gran parte de la fortaleza. Según palabras de Antonio Martín Muñoz, arquitecto y director de las obras, después de unos inicios laboriosos para limpiar la zona (se llegaron a sacar más de 1.000 tumbas): “Se fueron localizando importantes tramos de estructuras y fábricas, y terminaron saliendo a la luz torres, murallas, escaleras, estancias, aljibes, patios, pavimentos…”. 

Escaleras del castillo de Castril. Por M. Perfectti.
Escaleras del castillo de Castril. Por M. Perfectti.

Una de las características más llamativas de la edificación es que está tan acoplada a la morfología de la montaña que casi parece brotar de ella. Por eso, la restauración “ha querido mantener y evidenciar esa relación entre la roca natural como sustento y la piedra colocada que hace de piel, de modo que cuando crecen los lienzos conservan la referencia de la base y no la ocultan en su totalidad”, afirma el experto. Para hacer las escaleras que permiten caminar por el recinto (las visitas son guiadas) utilizaron hormigón de color blanco que no desentonase con el original.  

Castril, el pueblo del vidrio y el río

La vida de Castril transcurre apacible a los pies de la peña donde durante tantos años los humanos se empeñaron en pelear. Ahora, el entramado de calles de paredes blancas, suelos empedrados y arcos que dan sombra componen una localidad cuyo casco antiguo obtuvo el reconocimiento de Conjunto de Interés Histórico Artístico. Fue en 1982.

Calles de Castril. Por M. Perfectti.
Calles de Castril. Por M. Perfectti.

Paseando por sus rúas se puede llegar a la plaza del Cantón, desde donde se puede ver el embalse de El Portillo; a la iglesia de la Virgen de los Ángeles, que data del siglo XVI; a la plaza Nueva; o a la calle Carmen, una de sus más emblemáticas. En el edificio del ayuntamiento está el centro del Vidrio de Castril, un espacio en el que se enseña el oficio de soplador de vidrio artístico, muy arraigado en el pueblo. 

El vidrio de Castril tiene un característico tono verdoso derivado del tipo de arenas de sílice de la zona que se usan para crearlo. A veces se organizan visitas para aquellos que tengan curiosidad por saber cómo funciona ese trabajo artesanal. Recomendamos consultar fechas y horarios en la oficina de turismo.

José Saramago, hijo adoptivo de Castril

Curiosamente, el escritor portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura en 1998, se casó con una castrileña, Pilar del Río. La boda se ofició en el pueblo: “Claro que quiero”, se dijeron.

Dos años después, él escribió: “Yo solo soy ese portugués callado y discreto que un día apareció por allí de la mano de la persona que más quiero en el mundo y que, desde entonces, honrado algún tiempo después con el título de hijo adoptivo de la tierra, sube baja del pueblo al río y del río al pueblo, pasea a lo largo de las orillas y por senderos arcaicos que aún conservan la memoria de los pies descalzos que los pisaron”. 

La cerrada del río Castril, una de las rutas de senderismo más populares en Granada.
La cerrada del río Castril, una de las rutas de senderismo más populares en Granada. Por Micky Munilla.

Ruta por las pasarelas junto al río Castril

Ese río que menciona no es otro que el Castril. A su rivera transcurre una de las rutas de senderismo más famosas de Andalucía, o incluso de la península ibérica: la Cerrada del río Castril. Solo tiene un recorrido de 2,2 kilómetros que pasa por pasarelas de madera, túneles, un puente colgante y miradores que permiten unas vistas increíbles. Se completa en apenas dos horas y su nivel de dificultad es muy bajo. 

Longitud: 2,2 kilómetros

Dificultad: fácil

Tipo de ruta: lineal

Y un dato: el pasado 11 de febrero, un grupo de espeleólogos descubrió la cueva inundada más profunda del país (140,5 metros) en el nacimiento del río con un robot submarino. Hasta el momento, el récord de esta categoría lo tenía el pozo Azul, en Burgos. Con miles de años de existencia, Castril aún guarda sorpresas.

Perfil Carmen López, periodista

Carmen López

Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.

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