Las buenas historias nos fascinan desde que el hombre se reúnen en torno al fuego para contarlas. El mundo rural tiene historias reales que atraparían a cualquiera, pero faltan los conocimientos básicos sobre la arquitectura del relato para transmitirlas bien.
El periodistas Pedro Madera ofreció consejos imprescindibles para atrapar a la audiencia y despertar interés por un destino y su oferta turística.
Pedro Madera vende contenidos a empresas y medios de comunicación y abordó la importancia de aparecer en los medios. «¿Por qué hay destinos que triunfan y otros que no?», se preguntó.
«Cuando vas a vender reportajes tienes la visión del hotelero: transmitir la ilusión». Para Madera, muchas veces no sabemos lo que tenemos, lo cual influye en el modo de transmitirlo para que lo compren.
Por ese motivo, Pedro Madera destacó que para vender un destino se debe conocerlo. En ese sentido, destacó la forma en que Extremadura ha convertido el agua en un reclamo para los turistas sin ser un destino de costa: han revalorizado lo que tienen.
Pero ¿cómo contarlo? Madera destacó que los medios son accesibles siempre que se plantée la relación como un negocio. «Un pequeño hotel puede tener su pequeña agencia de comunicación que genere contenidos para salir en los medios».
En ese sentido, hay técnicas y es posible. Por ejemplo, Madera expuso el caso de un hotelito en Salobreña (Costa Tropical, Granada) que funciona con mucho éxito y que regente «el americano». Lo primero que hizo fue una página web (en castellano y en inglés). «El inglés es el medio de comunicación más extendido del mundo» y Madera subrayó la importancia de traducir la web de los propietarios para atraer cliente internacional.
¿Con qué rellenar la web? Con fotos y vídeos. Insistió en la idea de contratar los servicios profesionales de un fotógrafo y un videógrafo, evitar los trabajos amateurs. «Con eso ya tenéis algo con que darse a conocer». Por último, subrayó la importancia de escribir y publicar en la web del alojamiento transformando la realidad, sin mentir, para hacerlo atractivo. En ese sentido, no es necesario un entorno excepcional, sino una mirada curiosa que despierte interés.
«Cualquier casa rural debe tener su propio canal de comunicación porque vivís cosas. Podéis dedicar un poquito más de tiempo al día para daros a conocer», dijo.
Necesitamos maneras de conectar lo pequeño con los clientes potenciales, también los extranjeros: conocer lo que tenemos, mostrarlo y distribuirlo.
