La antigua Clunia Sulpicia se ubica en un cerro, a cuyos pies discurre el río Arandilla, afluente del río Duero. Hoy es una excusa perfecta para disfrutar de la ruta enológica Ribera del Duero y conocer el patrimonio histórico de la región.
La ciudad de Clunia contó con estatuto de municipio romano desde mediados del siglo I a.C. y con rango de capital de un amplio territorio, del que era centro jurídico y religioso. Clunia estaba situada en la vía que unía la antigua Tarraco, Tarragona, con Asturica Augusta, Astorga.
Actualmente la ciudad de Clunia constituye un conjunto arqueológico de gran interés y sus ruinas son de las más representativas del norte de la Península.
Las excavaciones muestran un teatro excavado en la roca, varios domus con mosaicos, calles empedradas, restos de las construcciones del foro o gran cantidad de monedas, cerámicas y vidrios.
La plaza pública o foro era el centro de la ciudad, donde se comerciaba o se celebraban actos de carácter político, judicial o religioso. Este foro está muy cerca del teatro y en su entorno se distinguen los restos de tres domus, una basílica y un mercado.
Las investigaciones arqueológicas demuestran que Clunia llegó a ser una de las mayores de la Hispania romana, con una extensión de más de 120 hectáreas.
Las termas y el teatro son también significativos. Las termas, enormes, estaban cubiertas de mosaicos y contaban con sistema de calefacción en las diferentes dependencias. ¿Te lo imaginas?
El teatro tenía capacidad para 10.000 espectadores, siendo uno de los mayores de la Península. En él se interpretaban obras teatrales del periodo clásico. La actuación en restauración y rehabilitación de este teatro obtuvo uno de los premios bianuales de Arquitectura de Castilla y León de 2004-2005.
Más información: Pinares desconocido | 947 391 250
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