El ecoturismo es uno de los modelos de viaje más interesantes porque te permite observar la belleza del mundo sin sentir que lo estás desgastando. Es una forma de experimentar la naturaleza en plenitud y dejarte llevar por lugares alejados de la mano humana. Presta atención a los mejores pueblos de España para sumergirte en una experiencia natural inmejorable.
Las Vegas, una aldea canaria entre pinos y casas-cueva
Las Vegas es un pueblo de Tenerife que se encuentra en la zona sur. Es un paraje perfecto para disfrutar del verano porque la temperatura media es de 25 °C. Las Islas Canarias son, en su totalidad, un sitio paradisiaco con infinidad de rutas para turistas amantes de lo ecológico.
En esta zona tinerfeña, podrás sentir el sol sobre tu piel, el olor a pino y la sensación de estar lejos de todo lo humano. Consta de un sendero circular en el que podrás sumergirte en la arquitectura tradicional de la zona y a modo de premio, el camino se desarrolla por encima de los 650 metros, por lo que disfrutarás de unas vistas espectaculares. Puedes optar por dos versiones del mismo sendero:
- El camino corto: Comienza en el caserío de Las Vegas en dirección a Pino El Guirre que está marcado como el sendero PR-TF 83.3. Después de caminar una hora y 30 minutos, te encontrarás una bifurcación. Debes seguir el sendero PR-TF 83.1 que se conoce como el Risco del Muerto. En total, tiene una longitud de ocho kilómetros con una duración de tres horas y media.
- El camino largo: Esta versión se diferencia porque no se debe tomar el desvío hacia el Molino de Agua. Tienes que alcanzar Pino El Guirre y tomar el sendero que va hacia el Risco del Muerto (PR-TF 83.1). En total, tiene 14 kilómetros de recorrido.
Solo debes escoger la que más te apetezca dependiendo del tiempo que quieras pasar entre la naturaleza. Los dos senderos están muy bien señalizados y no tienen pérdida.
Para completar el día con un descanso maravilloso, te recomendamos Casa Las Perez. Está localizada en la propia aldea de Las Vegas donde la noche cobra un matiz de lo más relajante y romántico. Uno de los aspectos más destacados de este pueblo es que está rodeado de barrancos y vegetación abundante. Durante las noches, puedes observar las estrellas en plena paz, alejado del bullicio de la vida diaria. Además, la casa cuenta con todo lo necesario para que los huéspedes se sientan satisfechos y un estilo tradicional de paredes blancas que se mimetiza con el entorno para que te sientas uno más del pueblo.
Urturi, una aldea que impulsa el ecoturismo
Urturi es uno de los pueblos más sosegados de España y se encuentra aledaño al Parque Natural de Izki, un entorno natural exuberante. En cuanto te adentres en el encanto de Urturi, podrás percibir el aire puro en tus pulmones.
Deleitarás tu mirada con montañas vivas y calles empedradas de cuento. La estética típica vasca gobierna el lugar con sus balcones y ventanas repletas de flores. No obstante, es un pueblo muy calmado que te aporta la relajación e intimidad que estás buscando en una escapada rural de ecoturismo.
Para descansar de forma plácida, te aconsejamos Aitonaren Etxea Casa Rural. Es una casa amplia con un balcón precioso desde el que podrás disfrutar del sol. Su capacidad total es de 14 personas, por lo que es ideal para grupos de amigos o familias que quieren desconectar y zambullirse en un ambiente idílico. Para propiciar reuniones entre risas y charlas, cuenta con jardín y una parrilla.
Boborás, un pueblo gallego que desborda magia
Si estás pensando en realizar ecoturismo, Boborás es un destino perfecto. Esta aldea alberga lo más importante en unas vacaciones: un patrimonio de una riqueza sin igual, una naturaleza privilegiada y una gastronomía exquisita. Este pueblo tiene una larga tradición vitivinícola y con el paso de los siglos, se ha coronado como un pueblo con una arquitectura popular maravillosa.
Todos los apasionados de la historia podrán disfrutar del románico del municipio de Boborás. Cuenta con iglesias románicas como la de Pazos de Arenteiro, Cameiza, Moldes y Astureses, entre otras.
También podrás sumergirte las aguas termales de Brués, el serpentino embalse de Albarellos (con unas vistas panorámicas increíbles) o el yacimiento arqueológico de la parroquia de Cameixa.
Para recuperar energías, te recomendamos O Forno do Curro. Esta casa de labranza típica gallega cuenta con siglos de historia y es el mejor emplazamiento para descansar. Ha sido restaurado para ofrecer las mayores comodidades sin perder la magia de la arquitectura tradicional y rural, con elementos constructivos como la madera y la piedra.
