Hoy viajamos al sur, concretamente a la provincia de Córdoba, al corazón de la Sierra Morena cordobesa, para visitar una de sus joyas naturales, los Baños de Popea, un maravilloso enclave cobijado por bosques y cascadas que hace las delicias de todo aquel que lo visita.
La ruta circular que lleva hasta este lugar tan especial tiene un total de 11 kilómetros y no entraña dificultad por lo que es de lo más agradable para recorrer junto a toda la familia; solo se necesita ganas de caminar. Situado a 25 kilómetros de la ciudad andaluza, los Baños de Popea – Arroyo del Bejarano, que es su nombre completo, pertenece a la localidad de Santa María de Trassierra.
Esta senda, que aún goza de cierto anonimato, transita por una mancha boscosa en forma de galería gracias a la conjunción de los Arroyos Bejarano y del Molino. Con un total de 300 metros de desnivel, se tarda unas 4 horas en completar. Para comenzar a caminarla, podemos dejar el coche en el aparcamiento situado al comienzo de la localidad y tomar la dirección hacia Cerro Muriano, tal y como nos indica un cartel informativo.
Además de la extremada belleza del rincón cordobés, el paisaje que rodea y conduce hasta los baños, es de alto valor ecológico y, aunque aún no ha sido protegido bajo el paraguas de ninguna figura legal, es de esperar que en los próximos años las entidades locales sí lo hagan a fin de evitar su deterioro.
Como ya hemos adelantado, esta zona está salpicada por un desfile de saltos de agua, cascadas y ríos cuyo cauce ha ayudado a crear el ambiente perfecto para que la naturaleza crezca y se desarrolle de manera exuberante. Una maravilla para los cinco sentidos que ofrece escenas de postal.
Un bonito lienzo diseñado por la naturaleza al que se suma al creado por la mano del hombre en forma de molinos, acueductos ancestrales y restos de una calzada romana. Naturaleza y patrimonio cultural unidos por los Baños de Popea.
Son varias las paradas interesantes que regala la ruta. Entre las más destacadas, la Fuente del Elefante, que data de la época califal y que toma su nombre de una singular figura de piedra en forma de elefante que aquí se construyó; si bien es cierto que la existente a día de hoy es una réplica, estando la original en el Museo Diocesano de Córdoba.
Además de la susodicha fuente, encontraremos a nuestro paso unas antiguas minas romanas de las que se extrajo cobre años atrás, una anciana Fábrica de Paño y las ruinas del Molino Martinete. Una serie de elementos que hacen que la ruta sea de lo más entretenida y enriquecedora.
Dada la variedad de especies vegetales que habitan la zona, la ruta hasta los Baños de Popea resulta ideal para recorrer en cualquier época del año pues cada estación meteorológica la viste con sus particulares telas otorgándole un aire distinto en cada ocasión. Eso sí, los períodos más ricos en tonalidades cromáticas son la primavera, con sus intensos verdes y su torrente aumentado de agua y el otoño, cuando los cobrizos son los protagonistas.
Todo un paraíso escondido de Andalucía.
