Estas casas rurales situadas en Cataluña nos permitirán, a los que estamos cerca, disfrutar de unos días en el campo sentados en la mesa, al aire libre, comiendo lo que más nos gusta: calçots y mucho romesco. Eso sin tener que preocuparnos de nada, pues cuentan con servicio de calçotada.
Para los que no saben de qué estamos hablando. Los calçots son una de las joyas gastronómicas de Cataluña. Unas cebollas tiernas y alargadas que se asan a la parrilla, se pelan, se mojan en la salsa romesco y se comen de una forma peculiar. Todo un ritual que comenzó en el siglo XIX en Valls, Tarragona. Por eso se la conoce como la capital de los calçots.
La época de calçots comienza en invierno y dura hasta principios de la primavera. Se pueden encontrar en las fruterías, para hacer barbacoas; y en muchos de los restaurantes de Cataluña. Hemos pensado que no hay mejor plan que disfrutarlos en una masía, al aire libre, aislados y en pequeños grupos. En algunas de ellas los calçots han sido elaborados en sus propios huertos, tienen bodega y mucho vino. ¡Salud!
Cal Jafra
Cal Jafra es ideal para iniciarse en las calçotadas. Esta casa rural situada en Llorenç del Penedès, Tarragona, ofrece xató y una calçotada típica con la ayuda de un cocinero profesional. Por la mañana comienzan los preparativos: leña para el fuego, mortero para la picada, porrones con vino típico del Penedès, se limpian los calçots y el cocinero nos explicará cómo se elabora la salsa xató.
Si no necesitas ayuda y prefieres hacerlo por tu cuenta, porque ya eres un experto en calçotadas, no hay problema. Cal Jafra ofrece a domicilio todos los materiales necesarios: los calçots, su salsa de xató, la carne, el vino, la leña para el fuego, etc… También tienen servicio de restaurante y compra a domicilio.
¿Lo mejor? Su amplio jardín con piscina y barbacoa donde podremos disfrutar de una rica calçotada al aire libre.
Les Orenetes
De la huerta al plato. La casa rural Les Orenetes es perfecta para una escapada gastronómica. Entre sus servicios, ofrece a los viajeros la posibilidad de visitar su huerta, plantar verduras y hortalizas, y recoger los productos de temporada para saborearlos en el plato. En esta época, los reyes del huerto son los calçots, que podremos asarlos en la barbacoa.
Les Orenetes también cuenta con sus propios viñedos, olivos y almendros. Durante la época de vendimia podremos conocer cómo se recoge la uva y cómo se elaboran el vino y el aceite virgen extra. Para los más pequeños, hay una granja en la que pueden alimentar a sus animales.
Les Orenetes está situada en Sant Jaume dels Domenys, Tarragona.
Cal Ball
Calçots y vino son la combinación perfecta para pasar unos días de lujo. En Cal Ball, en La Guàrdia d’Urgell (Lleida) se pueden encontrar ambas cosas: calçots del lugar y vino D.O Costers del Segre. De hecho, la vivienda cuenta con una bodega milenaria y ofrece catas de vino. Nada de ir cargados de casa.
Cal Ball es una casa del siglo XII, aunque fue restaurada respetando su estructura original. Entre sus encantos está su amplio jardín con parrilla y barbacoa donde disfrutar de una rica calçotada al aire libre. También dispone de piscina, spa con jacuzzi y sauna, y sala de juegos con billar, futbolín, ping pong y juegos de mesa. Aquí es imposible aburrirse.
Mas de Serra
Si lo que más te gusta de una buena calçotada es la salsa, entonces apunta: Mas de Serra. Esta masía típica catalana situada en Vilallonga del Camp (Tarragona) presume de elaborar la mejor salsa romesco. Habrá que probarla.
Ellos mismos se encargan de organizar calçotadas en el jardín y los calçots vienen directamente de su huerto ecológico. También tienen tomates y patatas de temporada, para untar en el pan y acompañar la parrillada. Después de la comilona caerá una buena siesta.
Calçotada en Masia Torre Roca
Torre Roca es una imponente masía del siglo XIV situada en Aitona, Lleida. Está rodeada de campos frutales y cuenta con un gran patio con barbacoa. Un lugar perfecto para realizar una calçotada con los calçots de la propia casa. Aquí la comida la terminaremos con un chupito de ratafía, el licor tradicional de Cataluña parecido al aguardiente, elaborado en la masía. También producen mermeladas.
¿Qué son los calçots? El secreto gastronómico de Cataluña
Los calçots empezaron a consumirse a finales del siglo XIX en la localidad de Valls (Tarragona). Allí, un agricultor al que llamaban Xat de Benaiges decidió asar unas cebollas pero se le quemaron. En lugar de tirarlas -tendría mucha hambre- decidió quitarles la parte churruscada y comerse el interior descubriendo así un manjar que acabó siendo el centro de una fiesta popular.
