Las vacaciones no tienen porqué estar gobernadas por la pereza, ya que puedes realizar todo tipo de actividades interesantes. Si eres un fanático del deporte y la naturaleza, España cuenta con pueblos fantásticos para combinar estas dos pasiones. Presta atención a los siguientes destinos que te ofrecerán turismo activo de calidad.
El contacto con la naturaleza es una necesidad para el ser humano, pero no siempre se enfoca de la misma manera. Hay personas que prefieren sentarse en el campo mientras disfrutan de las vistas y hay otras que prefieren disfrutar de un paseo a caballo o de escalar una montaña vertiginosa. En este caso, satisfacemos a los amantes del turismo activo con tres destinos perfectos para descansar después de actividades únicas.
Maó, el destino perfecto para la equitación
Antes de que emprendas una aventura de turismo activo por Menorca, te recomendamos que acudas con ropa cómoda, pantalones largos y calzado de deporte. Maó es la capital de Menorca, una isla pequeña con una población reducida. Esto hace que sus asentamientos sean totalmente acogedores. Además, tienen una arquitectura realmente bonita, por lo que son ideales para pasear junto a los tuyos.
Este destino es el punto de partida para emprender el recorrido del Camí de Cavalls, como su nombre indica, es un lugar idílico para los amantes de la equitación -aunque también recomendamos hacerla a pie o en bici-. Esta ruta cuenta con más de 100 kilómetros de recorrido, pero se puede elegir el trozo que se quiera. Es una de las más bonitas porque recorre las costas menorquinas, muy conocidas por sus playas de arena fina blanca y agua cristalina.
Para completar la travesía, te aconsejamos Matchani Gran, una casa típica de campo enfocado al agroturismo. Está dedicado a la ganadería, por lo que cuenta con 40 corderos y dos burros que pastan para aportar un ambiente de lo más simpático y afable. Podrás disfrutar de una noche maravillosa con un baño relajado en el jacuzzi exterior.
Albarca, un pueblo de película
Albarca es un destino congelado en el tiempo. En cuanto estés cerca, podrás ver a lo lejos cómo se erige sobre una cima un enclave estratégico desde la antigüedad. Su origen es musulmán y podrás encontrar tumbas excavadas medievales en la roca de la Parada de la Guineu. Después de la conquista cristiana, el pueblo siguió en desarrollo, pero ahora queda solo un leve recuerdo de lo que fue. Esto le otorga un gran ambiente melancólico y romántico.
Desde aquí, a tan solo 25 minutos en coche, se encuentra el pueblo de Siurana, en el Parque Natural de Montsant. Es un destino mágico para los escaladores, ya que alberga cientos de vías abiertas y con buen equipamiento. Es también un reto para los escaladores más expertos porque algunas se encuentran sobre roca caliza de gran complejidad. Al igual que Albarca, Siurana es una aldea de cuento con un ambiente muy apacible.
Al llegar la noche, te recomendamos que te arropes en la comodidad de La Masia del Montsant, en Albarca. Se construyó en 1865 cuando el pueblo gozaba de vida y ahora es un sitio paradisiaco para el turismo activo. Se encuentra restaurada y tiene un gran valor arquitectónico. Desde su terraza, podrás disfrutar de un amanecer increíble con unas vistas panorámicas inmejorables.
Peñanes, un pueblo en la falda del Monsacro
Peñanes es una aldea que se encuentra en la falda del monte Monsacro, uno de los más mágicos de la zona central asturiana. Es un destino perfecto para sentir la pureza del aire y el ambiente mágico del norte con su verdor especial. Desde Peñanes, a tan solo 34 minutos en coche, se encuentra La Senda del Oso.
En los años 90, el sendero estaba ocupado por un ferrocarril que transportaba hierro y carbón. No obstante, en 1963 se cierra y se convierte en una vía verde de 20 kilómetros (40 kilómetros en total) que es perfecta para los amantes del senderismo y de la bicicleta.
Es un camino ideal para hacer en familia, con amigos o con tu persona especial. Cuenta con puentes, túneles, valles, ríos y desfiladeros. Además, el camino pasa por varios pueblos asturianos con mucho encanto como Villanueva de Santo Adriano. Para aumentar la magia, esta senda cuenta con presencia de osos pardos que se encuentran en una reserva natural para su recuperación.
Para descansar, acude de nuevo a Peñanes, en Casas de Aldea Peñanes. Son tres casas típicas asturianas donde predomina la piedra y la madera bien trabajada. Esta aldea cuenta con hórreos y paneras con más de 200 años de antigüedad. Es un paraje natural perfecto para reconectar con uno mismo y con todo lo que verdaderamente importa. Además, está en la zona central de Asturias, por lo que tienes a mano un gran puñado de rutas de senderismo y de ríos para refrescarse.
