¿Llega el fin de semana y no tienes aún nada planeado? Tal vez pienses que ya lo has hecho todo, que te conoces la provincia de Barcelona como las calles de tu barrio y que nada te sorprenderá. Nada más lejos de la realidad, aquí van algunos planes que hacer cerca de Barcelona para quien ya lo ha hecho todo (o eso cree).
Casa Coll i Regàs: un misterio modernista
“Cuenta la leyenda que entre sus muros hay escondido uno de los tesoros más custodiados de la humanidad”. Con esta prometedora frase se describe uno de los escape room más sorprendentes de Cataluña. Tiene mucho que ver en el asunto que la búsqueda de ese tesoro se realice es un espacio cultural singular como es la casa modernista Coll i Regàs de Mataró, obra del arquitecto Josep Puig i Cadafalch. Aquí los escenarios no son de cartón. Antes de comenzar, habrá una explicación acerca de la vivienda, uno de los símbolos de la capital del Maresme.
Carn del cadí Moixeró: plan bucólico
La tradición de pastor forma parte del ADN del Berguedà. Aquí fue donde se originó el popular Concurso Internacional de Gossos d’Atura, en 1962, a partir de los encuentros de pastores de la comarca para demostrar quién tenía el mejor perro pastor. Y es que ser pastor no es sólo un trabajo, sino una manera de sentir esta tierra.
El concurso se sigue celebrando en Castellar de n’Hug, pero si te estás planteando participar, lo mejor será que te entrenes primero. Y para ello, lo mejor será pasar por Bagà, donde Ricard te enseñará a cuidar de un rebaño de más de 700 ovejas. El plan comienza a eso de las 10:30 h, cuando se saca al rebaño hacia los pastos. Como recompensa, un copioso almuerzo de pastor en medio del parque natural.
Abadal: enoturismo por descubrir
Resulta que a finales del S. XIX la comarca que más vino producía no era el Priorat, ni el Penedès, ni siquiera el Camp de Tarragona, era el Bages. Y hoy en día las bodegas de la D.O. Pla de Bages trabajan duro para devolver a la comarca a la primera línea de la enología. El plan que proponen en Bodega Abadal es un hallazgo de aquella época pasada de hegemonía vinícola. Un paseo por caminos de tierra y viñas entre las parcelas boscosas de la bodega para descubrir algunas de las barracas de piedra seca que usaban allá por el siglo XIX. Un paisaje cultural bellísimo de colores y aromas intensos hasta dar con la masía Roqueta, el verdadero buque insignia de esta saga familiar.
Centro de recuperación de la fauna salvaje: Un Dr. Dolittle muy especial
A la naturaleza se debe ir a mirar y a escuchar. A tocar, menos. Eso es lo que te enseñan en el centro de recuperación de fauna salvaje de la masía Camadoca, que se se encuentra en un paraje rural típico del Berguedà. Allí se llevan a cabo diferentes proyectos de conservación de la fauna autóctona de la comarca, que se puede visitar. Un plan de lo más naturalista que permite conocer el entorno y el frágil equilibrio que lo sustenta.
La visita tiene dos partes. La primera de ellas invita a descubrir los tesoros del río sin salir de la masía, contemplando los acuarios para peces, cangrejos y conchas de agua dulce autóctonos que se intentan defender de las especies invasoras. La segunda parte consiste en un emocionante recorrido por las instalaciones, donde los especialistas del centro cuidan de animales en peligro de extinción o accidentados que no pueden ser liberados al medio natural.
Tren y museo del cemento + jardines artigas: El Big Bang del cemento
Eusebi Güell fue uno de los personajes más importantes del S. XIX, llegando a trascender lo puramente industrial hasta influir en el mundo cultural. La comarca del Berguedà es una nueva muestra de ello, pues fue uno de los fundadores de la Fábrica de Cemento Asland, que revolucionó la comarca. De hecho, en la Pobla de Lillet aún guardan el recuerdo industrial. Con la construcción de la fábrica llegó el ferrocarril, popularmente conocido como el tren del cemento, y también Gaudí. En la actualidad, aquel tren sigue trayendo beneficios, esta vez turísticos.
Hay que subirse en el tren del cemento en La Pobla de Lillet para ir hasta el Museo del Cemento de la antigua fábrica Asland, en Castellar de n’Hug. El precio de la entrada incluye el viaje en tren, la visita al museo y a los jardines Artigas. En estos últimos Gaudí logró crear un mundo de fantasía, donde el agua y la vegetación natural se combinan con un atrevido diseño urbanístico.
Espacio Montseny: el alma de la montaña
El Parque Natural del Montseny es mucho más que un escenario de paisajes, ermitas y pueblos favoritos de muchos senderistas. Además, se trata de un paisaje cultural, cuna de bandoleros, de guerrilleros, brujas, fantasmas, dragones y otros seres fantásticos. En el Montseny, vida y leyenda se cruzan en cada rincón.
Aquí, a mitad de camino entre Girona y Barcelona, se encuentra uno de los espacios museísticos más innovadores de Cataluña. El Espacio Montseny utiliza un alarde espectacular de técnicas museográficas, audiovisuales de gran formato, hologramas, multiproyecciones, efectos de imagen y sonido envolventes que te transportará a tiempos de leyenda.
Artcava: un sueño hecho realidad
La pequeña bodega de elaboración de cava de Artcava es una de las más innovadoras del Penedès, al menos en cuanto a concepto. ¿Has soñado con ser un gran enólogo pero no tienes una hectárea de terreno? Eso ya no es problema. Al contrario, puede ser una gran ventaja porque con este planazo enoturístico podrás sentir la emoción de crear tu propio cava, jugando con vinos de Xarel·lo, Macabeo y Parellada y dándole un toque especial de Chardonnay si lo deseas, sin tener que sufrir ningún riesgo.
Este proyecto nació en 2004 en Can Batlle, una masía catalana con una historia milenaria, una familia de larga tradición vitivinícola y dos jóvenes inconformistas que comenzaron a pensar de otro modo. Las instalaciones están diseñadas para que el visitante pueda asumir el papel de enólogo. La actividad acabará con una comida en las salas históricas del S.X de la bodega.
Museo Arqueológico de L’esquerda: Un paisaje para Juego de Tronos
Rumbo norte se alcanza el municipio de Roda de Ter, donde hay un “Pont sobre pont i una esglesia en cada cap” (“Puente sobre puente y una iglesia en cada cabeza”). El dicho popular viene de la última intervención de la Diputación de Barcelona sobre el antiguo Pont Vell, de origen romano. El resultado de aquellas obras de protección del patrimonio histórico fue un puente con una doble arcada muy vistosa.
Pues bien, Roda de Ter se fundó en uno de los extremos de este puente romano cuando el antiguo poblado ibérico de La Esquerda fue abandonado a principios del S. XIV. En la actualidad, el yacimiento se ha recuperado como Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Catalunya. Además de por su evidente importancia histórica, su visita es un plan de gran belleza paisajística, pues el yacimiento está ubicado en la península de 12 hectáreas que dibuja el río Ter a su paso por la población.
Fuives – Centre Mundial del Ruc Català: a toda velocidad
El burro es todo un símbolo de Cataluña. Nadie podía permitir que el burro catalán, un emblema que ha ocupado desde camisetas a matrículas de coches, desapareciera. Los tiempos modernos han llevado a este bello animal al punto de desaparecer –se calcula que quedan unos 300–, pero gracias a la labor de este centro en el municipio de Olvan, en el corazón del Berguedá, no todo está perdido.
Fuives lleva trabajando más de cincuenta años con la cría del burro catalán. Vale la pena visitarlo, no sólo para conocer a estos nobles animales o apoyar el trabajo de conservación, sino porque además de todo ello, se encuentra en una zona paisajística y reserva natural. En una típica masía catalana anterior al siglo X donde pasar un día disfrutado en plena naturaleza.
Museu de la Ciencia i de la Técnica de Cataluña – MNACTEC: el museo de Sheldon Cooper
Este edificio espectacular es toda una revolución y por sí mismo ya vale un viaje. Es representativo de otra época, en la que lo industrial no estaba reñido con la belleza del diseño. Si a eso le añades que el contenido expuesto es muy interesante, el plan se revela imprescindible.
Diseñado por el arquitecto Lluís Muncunill, alberga actualmente el Museo de la Ciencia y la Técnica de Cataluña. Tal vez su elemento más distintivo sea su techo en forma de dientes de sierra, con una bóvedas que conducen la luz natural al interior –construido el año 1908– y sostenido por 300 columnas de hierro de estilo modernista. Buena vista de todo ello se obtiene desde el restaurante La Terrassa del Museu, además de que será todo un descubrimiento, en este caso, gastronómico.
Casas rurales en Barcelona
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1 comentario
Muchas gracias por la recomendaciones! Sobre todo por el room escape de Casa Coll i Regàs: un misterio modernista. Cuando terminen las restricciones de movilidad voy a ir sin dudar-lo.
Saludos.