Casa de Cándida

Me quiero ir a vivir allí

Alejandro Mayordomo

Espectacular. La casa está genial con todo los servicios para 4 personas. Hemos disfrutado mucho tanto de la casa como del pequeño jardín con zona para aparcar y terraza con vistas inigualables. El pueblo, sus vecinos, el río, la iglesia todo de 10. Hospitalidad 100% y tranquilidad absoluta. Si quieres desconectar, es el lugar ideal.

Mucho mejor de lo que se muestra. Perfecta.

Belén Ysmer

Gran sorpresa al ver la casa. Es coqueta y decorada con muebles rústicos y antiguos; un reclinatorio y una silla de escuela con su brazo para escribir, cabeceros tallados, y cuadros con cartas antiguas. Se me olvidó preguntar de quién eran y de cuánto tiempo. En fin que muy bonita con detallitos en todas las estancias. Casa fresquita en verano aunque un poco oscura la planta baja de luz natural. Tiene una estufa de leña forjada muy cuca. Sillones super cómodos, las camas también. Mosquiteras en todas las ventanas pero no note que hubiera moscas alrededor. Y la zona de terraza muy bien con estupendas vistas. La localización perfecta, pueblo cerca de la carretera principal que te da acceso tanto a la Hermida, como a Potes y al valle de Liebana o a la playa. La carretera principal está en obras e irá para largo porque están ensanchándola pero le han puesto un par de semaforos y hay que tener un poco paciencia. El pueblo es muy cuco aunque no tenga ningún ultramarinos. Lo más cerca es Potes a 8km. Por el pasa el camino lebaniego y se encuentra el santuario de Santa María de Lebeña. También te puedes dar un chapuzón justo en el puente. En fin que me da pena marcharnos, hasta la próxima!!

Muy bien

Rodrigo A. S.

La casa está muy cuidada y es halladiza para cuatro personas. El entorno es ideal para disfrutar la naturaleza. El trato fue muy amable.

Fatal trato recibido

Elena Flores Martínez

Fatal trato recibido por parte de la propietaria. Concepción es una persona muy maleducada y prepotente. Fuimos una familia de adultos (padres con su hija y su pareja, y la tía). Aunque la casa era para 4, le pedimos permiso para ser 5 y ya nos puso pegas y nos hizo pagar 15€ diarios de más por la quinta persona, aunque sin proporcionarle cama ni nada. Nada más llegar a la casa, mientras nos la enseñaba, nos preguntó que si le íbamos a cuidar la casa, un comentario bastante inadecuado y prejuicioso. Nos dijo que de normal no la suele alquilar, salvo los meses de verano, porque es caro. Para coger nuestros datos, nos hizo una foto con su móvil a nuestros DNI, lo cual es ilegal. Nos dijo que la hora de salida era como tarde a las 12, y el día anterior nos llamó diciendo que cuanto antes mejor y quedamos en irnos a las 11 y a las 10:45h ya estaba alrededor de la casa, e incluso entró en alguna ocasión mientras recogíamos. Además, la casa tenía el picaporte del baño de abajo roto y ella ni lo sabía, aun cuando se las jactaba de haber preparado ella la casa y haberse asegurado de que estaba todo en buen estado. Y el último día cuando nos íbamos nos abordó cuando ya estábamos dentro del coche y nos acusó de haberlo roto nosotros. Aunque le decías que no, que eso ya estaba así cuando llegamos, seguía acusando y hablando de malas formas con expresiones como "aire de aquí". La cadena de váter de arriba se estropeó durante nuestra estancia y nosotros la llamamos para decírselo desde el momento en que dejó de funcionar, y no la volvimosa usar. Y el último día nos acusó también de haberla manipulado. En resumen, fue una persona muy maleducada y prejuiciosa aun cuando fuimos de frente en todo momento. No la recomendamos en absoluto, estamos seguros de que se pueden encontrar otras casas rurales donde la persona sea amable y agradable y no vaya desde el minuto uno dudando e increpando. Muy desagradable. Cuando nos fuimos nos insultó diciendo "qué gente más rapiña".