El turismo cobra una profundidad diferente cuando se hace con el objetivo de presenciar huellas culturales. Permite que los parajes naturales no se queden congelados en el tiempo y puedas visualizar cómo eran hace miles de años. A su vez, te incitan a reflexionar sobre el paso del tiempo y sobre lo esencial. A continuación, te mostramos algunas aldeas de lo más espectaculares para descansar después de visitar huellas culturales.
La Nava de Santiago y el dolmen de Lácara
La Nava de Santiago es un pueblo que transmite total tranquilidad. Sus calles empedradas te hacen viajar al pasado y sus casas blancas brillan con la luz del sol. Su nombre procede de la palabra árabe “nava” que significa llanura entre montañas o gran valle plano. A lo largo de la historia, se dice que llegaron a existir tres navas: Nava del Membrillo, Nava de Mérida y la actual, Nava de Santiago. La Orden de Santiago da el apellido a este asentamiento que tenía presencia de órdenes militares.
A tan solo 15 minutos en coche, podrás viajar aún más en el tiempo para adentrarte en el dolmen de Lácara, una estructura gigante con un corredor cubierto de alrededor de 20 metros de longitud que lleva a una cámara mortuoria. En su tiempo, estaba recubierta por tierra y debió de llegar a tener cinco metros de altura. En su interior se encontró un ajuar funerario formado por cuchillos, puntas de flecha y placas de pizarra, junto con un fragmento de cerámica de un vaso campaniforme. Visitar este yacimiento con tus seres queridos para mostrarles los vestigios de la historia es una experiencia de turismo única.
Para completar con una noche estrellada, te aconsejamos Casa Rural La Posá, en la propia Nava de Santiago. Esta casa tradicional extremeña de paredes gruesas te permitirá descansar por la noche sin sufrir ni frío ni calor. Cuenta con un patio precioso y una decoración general de gran detalle para que puedas deleitarte con cada estancia. Además, está habilitada para ofrecerte todas las comodidades. A modo de apunte, desde el 1 de julio y hasta al 27 de agosto se celebra en Mérida el Festival Internacional de Teatro Clásico, para que puedas sumergirte en el ambiente cultural de la época romana.
Coaña y su castro del siglo IV a.C.
Coaña es una aldea asturiana que no debe confundirse con otros asentamientos de la Península Ibérica. En un pueblo de Asturias te encontrarás una amplia extensión de campo, con las casas disgregadas y, por lo general, pocos habitantes.
Esto te permite entrar en contacto con la naturaleza de forma directa y experimentar en tu propia piel la sensación de vivir en lo rural. La huella cultural en Asturias es muy potente y podrás observarla en su gastronomía y en construcciones típicas como los hórreos. No obstante, hay un elemento importante a visitar que son los castros, poblaciones nativas anteriores a la llegada de los romanos.
En especial, uno de los más famosos es el Castro de Coaña, a 30 minutos caminando de la aldea. Este asentamiento se construyó sobre una colina y en sus tiempos, tenía una gruesa muralla y puestos de guardia. Este pueblo luchó con gran valentía en contra de la dominación romana y fueron tan fieros que tuvo que participar el propio emperador Augusto en la contienda.
Después de esta experiencia histórica reveladora, te recomendamos recuperar energías en los Apartamentos Los Galpones, a siete minutos en coche del castro. Estos alojamientos rurales destacan por tener unas vistas increíbles del río Navia. Tiene aparcamiento privado delimitado por zonas verdes y cuenta con todas las comodidades para sentirse como en casa.
Enciso y la ruta de las icnitas
El pueblo de Enciso es perfecto para hacer turismo histórico y te encantará tan pronto lo avistes a la distancia. Desde la carretera, podrás percibir cómo Enciso se esconde entre las montañas riojanas. Enciso está atravesado por el río Cidacos y destaca una construcción: la iglesia parroquial de Santa María de la Estrella. Desde el pueblo, podrás acudir caminando hasta las famosas icnitas, huellas o señales de dinosaurios.
Es una de las rutas más destacadas y mejor conservadas en cuanto a huellas de dinosaurios. Cuenta con un itinerario elaborado especialmente para familias con niños. Es una aventura a cielo abierto que deja una huella en la memoria de todos los visitantes. Además, podrás visitar un aula paleontológica en Villar del Río, a 20 minutos en coche del yacimiento.
Para descansar, te recomendamos La Casa de la Hiedra, en el propio Enciso. Esta casa rural es una construcción rehabilitada manteniendo la estética arquitectónica de la zona y dispone de todas las comodidades para disfrutar de las huellas culturales de los dinosaurios en unas vacaciones especiales e inolvidables.
